Un error burocr¨¢tico estuvo a punto de frustrar la carrera de la primera general espa?ola

¡°Por haber acumulado el m¨¦rito y la capacidad para ello, y no en virtud de un cupo por raz¨®n de g¨¦nero¡±, ha impuesto el general de Ej¨¦rcito Francisco Javier Varela el faj¨ªn rojo de general a Patricia Ortega Garc¨ªa, primera mujer que alcanza este empleo en las Fuerzas Armadas espa?olas. Con estas palabras, el m¨¢ximo jefe del Ej¨¦rcito de Tierra ha salido al paso de quienes, desde el anonimato de las redes sociales y en c¨ªrculos militares conservadores, han cuestionado en los ¨²ltimos d¨ªas las cualidades de la primera general espa?ola.

Hasta llegar a la c¨²pula de jerarqu¨ªa militar, esta madrile?a de 56 a?os, madre de tres hijos, ha debido recorrer un largo camino, entre la desconfianza de quienes se resist¨ªan al cambio y la presi¨®n de sentirse siempre bajo lupa, sin descuidar el riesgo del fuego amigo. En junio de 2015, el Ej¨¦rcito de Tierra la clasific¨® en el puesto n¨²mero 15 de los aspirantes a coronel del Cuerpo de Ingenieros Polit¨¦cnicos, lo que la dejaba fuera de cualquier posibilidad de ascenso y la condenaba a retirarse como teniente coronel.

La raz¨®n de tan mala nota fue un error burocr¨¢tico: se contabilizaron los IPEC (Informes de Calificaci¨®n Personal) de su etapa como capit¨¢n, a pesar de que la normativa ordenaba que se excluyeran los del primer empleo. Para muchos oficiales del Cuerpo de Ingenieros Polit¨¦cnicos, el primer empleo era el de capit¨¢n, y no el de teniente, como es habitual en el Ej¨¦rcito. Ortega recurri¨®, al igual que otros tres compa?eros, y logr¨® que le dieran la raz¨®n, casi un a?o despu¨¦s. En junio de 2016 se public¨® la nueva clasificaci¨®n, en la que salt¨® 12 puestos, hasta el n¨²mero tres, tras aplicarse a todos los aspirantes el mismo baremo.

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Miembro de la primera hornada de mujeres que ingresaron en las Fuerzas Armadas, en 1988, fue pionera como teniente coronel y coronel y era l¨®gico que lo fuera tambi¨¦n como general. Lo que no acababa de gustar en algunos estamentos castrenses, que prefer¨ªan a una oficial del Cuerpo General de las Armas; es decir, una pata negra y no una ingeniera de construcci¨®n. Para eso, sin embargo, habr¨ªa que esperar hasta 2026 y m¨¢s tarde a¨²n para la primera teniente general, que en ning¨²n caso ser¨¢ Ortega, pues la carrera de los ingenieros militares acaba en general de divisi¨®n.

Disipados ya los recelos, la 10? planta del Ministerio de Defensa se ha llenado este martes como en las grandes ocasiones. Adem¨¢s de altos cargos del departamento y del Ej¨¦rcito, asistieron familiares y amigos de Ortega, mujeres del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil y compa?eros del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), donde est¨¢ destinada.

La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha felicitado a la protagonista; a s¨ª misma, por haber podido nombrarla: y al general Varela, sin cuya propuesta hubiera sido muy dif¨ªcil llevar el ascenso al Consejo de Ministros. "Con este acto se reconoce el esfuerzo no solo de la general Ortega y de las mujeres que hace 31 a?os ingresaron en las Fuerzas Armadas, sino tambi¨¦n de las 15.000 mujeres militares de cualquier empleo. Dir¨ªa a algunos que tienen intereses puramente personales, que solo quieren que su nombre aparezca en los medios de comunicaci¨®n o en algunos destinos, que aprendan de las Fuerzas Armadas", ha a?adido, en alusi¨®n velada al l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias.

La nueva general ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y ha asumido su papel de representante de la instituci¨®n. ¡°Nadie llega hasta aqu¨ª solo, porque somos una empresa que trabaja en equipo. Todo esto es vuestro¡±, ha dicho, dirigi¨¦ndose a sus compa?eros varones, a los que ha agradecido su profesionalidad y lealtad. "Es el triunfo de la normalidad", ha concluido el general Varela, quien ha ejercido de padrino en la ceremonia.