Mariano Ferrer, el director de ¡®Egin¡¯ cesado por un editorial contra ETA
Su independencia y su pacifismo chocaron con el sector 'abertzale' radical del diario
Al final del franquismo y en los primeros a?os de la Transici¨®n, en una Gipuzkoa sacudida por la incertidumbre pol¨ªtica y por la violencia, un periodista se convirti¨® en referente de la opini¨®n vasca desde las ondas. Fue Mariano Ferrer, subdirector de Radio Popular de San Sebasti¨¢n, que el domingo falleci¨® en la capital donostiarra a los 79 a?os.
Ferrer, jesuita, que abandonar¨ªa la compa?¨ªa religiosa a finales de los a?os setenta, estudi¨® Periodismo y Filosof¨ªa en Madrid y Chicago. Al regresar a San Sebasti¨¢n en 1971 se puso al frente del informativo matinal de Radio Popular cuando se empezaba a vislumbrar el final del r¨¦gimen franquista. Empe?ado en romper el cerco de la censura, empez¨® por utilizar la prensa extranjera para informar sobre Espa?a y pronto destac¨® por su independencia ins¨®lita en sus comentarios pol¨ªticos diarios, lo que le concedi¨® una enorme audiencia y popularidad. En la etapa transcurrida entre el fallecimiento de Franco y las primeras elecciones democr¨¢ticas fue indiscutiblemente el periodista de referencia en Gipuzkoa.
El prestigio de Ferrer anim¨® al Consejo de Administraci¨®n del diario Egin ¡ªinicialmente de composici¨®n plural y progresista¡ª a elegirlo como director en su salida a la calle en septiembre de 1977. Su independencia period¨ªstica y su pacifismo enseguida chocaron con el sector abertzale radical del diario. Muy pocos recuerdan que en noviembre de 1977 el diario Egin public¨® un editorial, el ¨²nico en su historia, que conden¨® un atentado de ETA. Se titulaba ¡°Como lo sentimos, lo decimos¡±. La rama militar de la banda terrorista hab¨ªa asesinado en Pamplona a Joaqu¨ªn Imaz, comandante de la Polic¨ªa Armada, pocos d¨ªas despu¨¦s de que la amnist¨ªa excarcelara a todos los presos de ETA. El autor de aquel editorial de Egin fue su director, Mariano Ferrer, lo que le vali¨® la animadversi¨®n del abertzalismo radical del Consejo de Administraci¨®n, que, cada vez m¨¢s fuerte, forz¨® su dimisi¨®n pocas semanas despu¨¦s.
Ferrer fue el primer periodista sacrificado en el diario Egin. En el espacio de un a?o le sigui¨® otro director ¡ªun tercero falleci¨® en un accidente de tr¨¢fico¡ª y la mayor¨ªa de la Redacci¨®n inicial, al hacerse Herri Batasuna, definitivamente, con el control del diario. Es este un episodio muy olvidado que marc¨® al periodismo vasco y tuvo importantes consecuencias pol¨ªticas en Euskadi.
Ferrer, tras su dimisi¨®n en Egin, volvi¨® a dirigir el informativo matinal de Radio Popular de San Sebasti¨¢n, donde sigui¨® defendiendo su independencia period¨ªstica. Cr¨ªtico con el terrorismo etarra, pero tambi¨¦n con la guerra sucia del Batall¨®n Vasco Espa?ol y de los GAL, as¨ª como con los abusos policiales de la ¨¦poca (torturas, represi¨®n desproporcionada, etc¨¦tera).
En los a?os noventa compagin¨® su actividad period¨ªstica con su compromiso con Elkarri, una organizaci¨®n pacifista cuya pretensi¨®n era terminar con la violencia por la v¨ªa del di¨¢logo. El salto adelante de ETA al apostar por la ¡°socializaci¨®n del sufrimiento¡± y la limpieza ¨¦tnica ¡ªasesinatos de civiles como pol¨ªticos, intelectuales, periodistas¡ª a finales de los noventa cerr¨® el camino a Elkarri. Ferrer mantuvo su l¨ªnea cr¨ªtica con el terrorismo etarra y sus reticencias hacia el Gobierno central, quedando en tierra de nadie cuando se produjeron las grandes movilizaciones en Euskadi contra ETA, tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco, a finales de los noventa y los primeros a?os 2.000, promovidas por el Foro de Ermua y ?Basta Ya!
Hacia 2005 de jubil¨® de Radio Popular de San Sebasti¨¢n, pero mantuvo su presencia, muy respetada, en medios informativos y en foros acad¨¦micos vascos. Muy celoso de su independencia y receloso del poder, fue un periodista culto, original y honesto, que huy¨® de los clich¨¦s y de las adscripciones partidistas, lo que le supuso ser diana de unos y otros.
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