El Supremo ordena investigar a cinco sargentos por acoso laboral y a un capit¨¢n que desoy¨® a la v¨ªctima
La sargento S¨¢nchez era objeto de mofa delante de la tropa: "Jodida enana", "minion", "gandula" y "lesbiana"
A la sargento S¨¢nchez no le ha resultado f¨¢cil su vida militar en Canarias. Algunos de sus colegas, de igual rango, la han dado de lado, desautorizado y, adem¨¢s, llevan a?os mof¨¢ndose de ella incluso delante de la tropa. "Jodida enana", "minion", "gandula", "lesbiana". Entre quienes supuestamente la vejaban tambi¨¦n hab¨ªa una sargento, Mar¨ªa F., quien dijo de ella que era "un hombre frustrado en cuerpo de mujer".?
Un tribunal decidi¨® dar carpetazo a la denuncia de la v¨ªctima al entender que eran cosas que pasan en la vida cotidiana de los cuarteles
S¨¢nchez acudi¨® agobiada al capit¨¢n del acuartelamiento, situado en Canarias, pero este desoy¨® sus quejas. Aleg¨® que no quer¨ªa problemas personales en su cuartel. "No es un problema personal, ocurre delante de la tropa", le replic¨® ella. No hizo caso. Ante la desidia, la sargento denunci¨® el acoso ante la justicia militar. Pero el Tribunal Militar Territorial Quinto de Canarias decidi¨® en 2018 dar carpetazo a la denuncia al entender que los hechos eran cosas que pasan en la vida cotidiana de los cuarteles.
El fiscal discrep¨® del archivo y present¨® un recurso ante la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo, que ha revocado el archivo y ordena ampliar la investigaci¨®n y que un tribunal diferente del que dio carpetazo al asunto siente en el banquillo por acoso (mobbing) e injurias a los cinco? sargentos del Ej¨¦rcito de Tierra de Canarias implicados. Se trata de cuatro hombres y una mujer, quienes supuestamente hicieron la vida imposible a la sargento S¨¢nchez. El Supremo tambi¨¦n pide al tribunal castrense que investigue la inacci¨®n del capit¨¢n del cuartel en este asunto.
El auto del Supremo, que firma la magistrada Clara Mart¨ªnez de Careaga, entiende que hay indicios de una infracci¨®n penal. Y refuta el criterio del tribunal territorial, que sostuvo que las ¡°disputas, discrepancias y contiendas¡± sucedidas ¡°forman parte del devenir diario de la vida de todo acuartelamiento¡±. El fiscal tipifica los hechos en su recurso como ¡°acoso laboral y/o profesional en cuanto entra?an", aclara, "una situaci¨®n hostil sistem¨¢tica y prolongada en el tiempo que socava la propia estima de la v¨ªctima, la denigra y da?a su integridad moral¡±.
Seg¨²n el sumario de la causa, la sargento S¨¢nchez padeci¨® durante a?os un sinvivir al ver c¨®mo sus colegas cuestionaban sus ¨®rdenes y la injuriaban delante de suboficiales y de la tropa. Ella era ¡°la jefa de la dependencia de armamento¡±. Uno de los hechos denunciados es el siguiente: durante un ejercicio militar, S¨¢nchez orden¨® a una soldado que "no se olvidara de llevar el material para la limpieza de los fusiles de asalto¡±. Sin embargo, el sargento Ernesto A. L., que estaba all¨ª, empez¨® a cuestionar p¨²blicamente su orden. ¡°No te metas en las ¨®rdenes que yo estoy dando¡±, le coment¨® S¨¢nchez. ¡°T¨² est¨¢s loca¡±, le espet¨® Ernesto A. L., delante de varios soldados, al tiempo que ¡°giraba su dedo ¨ªndice de la mano derecha en su sien¡±.
Dos soldados se acercaron a la sargento S¨¢nchez dici¨¦ndole que ¡°era un verg¨¹enza¡± como les trataban y el ¡°mobbing y acoso" que les hac¨ªan
Otro episodio acaeci¨® durante un ejercicio de tiro que dirig¨ªa S¨¢nchez ¡°en presencia del teniente Garza¡±, se?ala el Supremo.? El sargento Ernesto A. L. irrumpi¨® en el ejercicio sin llevar los ¡°obligatorios chaleco antibalas y el casco".? Y a ¨¦l se uni¨® el tambi¨¦n el sargento Pablo R. Y se pusieron ellos a dirigir el ejercicio. S¨¢nchez retrocedi¨® y se call¨®, pero le coment¨® al teniente que m¨¢s tarde ¡°querr¨ªa hablar con ¨¦l sobre lo sucedido¡±. Era habitual en el sargento Ernesto A. L., adem¨¢s, cuando estaba en la cantina, dirigirse o hablar sobre S¨¢nchez con apelativos como ¡°lesbiana y gandula¡±.
Otra escena en la que intervinieron los sargentos Ernesto A. L. y Pablo R. coincidi¨® con el d¨ªa en que entr¨® en vigor el nuevo uniforme pixelado para la tropa del mando de Canarias. Ambos, seg¨²n el sumario, empezaron a re¨ªrse de varios suboficiales, con la tropa ya formada, a la vez que entonaban la canci¨®n C¨®mprate un amigo. Dos soldados se acercaron a la sargento S¨¢nchez dici¨¦ndole que ¡°era un verg¨¹enza¡± como les trataban y el ¡°mobbing y acoso" que sufr¨ªan.
El Supremo tambi¨¦n ordena investigar al sargento Aar¨®n N. Este cre¨® un grupo de WhatsApp y colg¨® en ¨¦l una foto de S¨¢nchez en la que ella ¡°aparec¨ªa junto a un minion con la finalidad de generar comentarios hilarantes sobre ella¡±, que no fue incluida en el citado grupo. Ese d¨ªa S¨¢nchez habl¨® con el capit¨¢n, jefe del cuartel. El capit¨¢n le dijo que no redactar¨ªa ning¨²n parte sobre lo ocurrido porque, le avanz¨®, ¡°no quer¨ªa problemas personales en el cuartel¡±. ¡°No es un problema personal, muchas de estas cosas ocurren delante de la tropa¡±, le replic¨® S¨¢nchez. Sin ¨¦xito.
La v¨ªctima denunci¨® sus vicisitudes ante el capit¨¢n del cuartel, pero este rehus¨® intervenir
El sargento Aar¨®n N. tambi¨¦n se refiri¨® a ella, estando la tropa formada, como ¡°la m¨¢s enana¡± de la formaci¨®n. Hasta el punto de que varios suboficiales, que tambi¨¦n estaban en formaci¨®n, comentaron en voz baja: "?Qu¨¦ cabr¨®n!". Otro d¨ªa, este mismo sargento aludi¨® a S¨¢nchez como ¡°jodida enana¡±. Y todo porque esta le reproch¨® que no le entregase el fusil para guardarlo debidamente ¡°enrollado en la cinta¡± preceptiva. La insult¨® delante de otros soldados y suboficiales que a su vez esperaban para? entregar sus armas.
Cambio de jueces
El Supremo tambi¨¦n ordena que se investigue a la sargento Mar¨ªa F., quien delante de una cabo, en el acuartelamiento de Los Rodeos, Tenerife, habl¨® de S¨¢nchez en estos t¨¦rminos: ¡°Por ah¨ª viene la chihuahua...¡±. Otras veces la llam¨® ¡°minion¡±, ¡°hombre frustrado en cuerpo de mujer", ¡°lesbiana, gandula y comechichis¡±.
El tribunal castrense entendi¨® que estos hechos no eran delictivos. El Supremo le corrige y le ordena que contin¨²e investigando a los cinco sargentos y que los siente en el banquillo. Y se?ala que no se puede obviar la actitud del ¡°capit¨¢n, jefe de la Bia Mistral, al serle denunciados¡± los hechos por parte de ¡°la sargento S¨¢nchez¡±. El Supremo entiende que el tribunal castrense debe enviar la actuaci¨®n del capit¨¢n al fiscal castrense para que este califique su conducta. Y que el juicio lo celebren jueces diferentes de los que han archivado este caso.
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