De la flor cortada a la flor fumada
La Guardia Civil descubre una plantaci¨®n de m¨¢s de 1.000 plantas de cannabis oculta en una nave de preparaci¨®n de flores frescas
Su actividad en ¡®B¡¯ pasaba totalmente inadvertida en una de las decenas de naves que, a lo largo de la autov¨ªa A-480 a las afueras de Chipiona, se dedican a la floricultura. ¡°Se ve que le daba poco dinero la flor¡±, ironiza uno de los guardias civiles encargados del operativo desarrollado este martes y en el que ha podido estar presente EL PA?S. En uno de estos locales ¡ªque a¨²n conserva el cartel de una anterior empresa de transportes¡ª desarrollaba el detenido dos actividades, la legal como tapadera y la il¨ªcita. ¡°En una puerta se ha dedicado al comercio de flores mientras que, en la de al lado, ha reutilizado la nave para cultivar otro tipo de planta¡±, a?ade el mismo investigador.
El singular cultivo aguardaba a los agentes detr¨¢s de varios pal¨¦s repletos de cajas para montar. En lo que eran las antiguas oficinas de la nave, el sospechoso hab¨ªa creado una amplia plantaci¨®n de 1.053 macetas y con un destacado esfuerzo log¨ªstico. Un complejo cuadro el¨¦ctrico que tomaba la electricidad de un transformador cercano se encargaba de alimentar las l¨¢mparas necesarias para el cultivo y los aparatos de aire acondicionado, en este caso, potentes m¨¢quinas industriales. ¡°Es importante tanto por la inversi¨®n que ha hecho por montar esto como por la cantidad de plantas que tiene dentro¡±, explica el mismo agente.
Las m¨¢s de 1.000 macetas estaban distribuidas en dos zonas, en una la maduraci¨®n de las plantas era casi ¨®ptima, mientras que la otra a¨²n le faltaban ¡°unos cinco meses para estar listas¡±, seg¨²n a?ade otro investigador. En total, todo el cultivo de cannabis se podr¨ªa haber convertido en unos 60.000 gramos de marihuana que habr¨ªan alcanzado en el mercado un valor entre los 150.000 y los 180.000 euros, ¡°en funci¨®n de la ¨¦poca del a?o en el que hubiese conseguido venderla¡±, seg¨²n especifica el agente.
Es lo que, presumiblemente, el sospechoso consigui¨® con su primera plantaci¨®n, de la que a¨²n quedan rastros en la nave. De eso, los agentes deducen que el agricultor llevaba al menos cinco meses dedicado al cultivo de cannabis. Con todo, al saberse descubierto, el detenido no ha escatimado en facilidades a los agentes. ?l mismo ha sido el que, con una llamativa tranquilidad, ha explicado a los guardias civiles y al t¨¦cnico de Endesa c¨®mo defraudaba energ¨ªa. ¡°Est¨¢ as¨ª porque no tiene antecedentes y por estar considerada una droga blanda. Por no pueden caerle, en principio, m¨¢s de tres a?os de c¨¢rcel¡±, razona el guardia civil encargado del operativo.
Hace cinco meses que el Equipo ?guila, dependiente de la Comandancia de C¨¢diz, empez¨® a operar en la zona como unidad experimental para luchar contra las plantaciones de cannabis. Ellos son los que han conseguido desmantelar esta nave bas¨¢ndose en la informaci¨®n que rastrean las patrullas de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil. Tras acabar con este invernadero ilegal, este equipo cede el protagonismo a la Polic¨ªa Judicial, que se encargar¨¢ de descubrir qui¨¦n puede estar detr¨¢s de este agricultor metido a narcotraficante.
Desde hace meses, polic¨ªa y Guardia Civil de la costa noroeste de C¨¢diz ¡ªcercana a la desembocadura del r¨ªo Guadalquivir¡ª vienen detectando un incremento de plantaciones de marihuana ocultas en viviendas, naves o invernaderos. Muchos de los responsables de estos cultivos son meros peones pagados por traficantes locales con amplias trayectorias en el tr¨¢fico de hach¨ªs con el norte de ?frica. ¡°Hay narcos que diversifican o que cambian de negocio porque el cannabis tiene menos penalidad y m¨¢s seguridad laboral al no tener que depender del marroqu¨ª¡±, explica el agente. A su lado, M.A.B.B. aporta los ¨²ltimos detalles antes de marcharse detenido con total parsimonia. ¡°A nosotros no nos teme. M¨¢s miedo puede tener a las consecuencias con sus socios¡±, sentencia el responsable del operativo.
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