La entrada irregular de inmigrantes a Espa?a cae un 39% en lo que va de a?o

El joven Bara Nourdin, de Burkina Faso, pas¨® cuatro meses intentado entrar en Espa?a. Quiso saltar la valla de Melilla en enero. Fracas¨® hasta cuatro veces. A la quinta, a finales de abril, lo logr¨®. ¡°Todo lo malo que sucede en Marruecos no sucede aqu¨ª: tengo un lugar para dormir, estudio y espero a todos mis hermanos, que est¨¢n en Nador y est¨¢n sufriendo para entrar¡±, dice. La de Nourdin no es una historia aislada: llegar a Espa?a es ahora m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s arriesgado y m¨¢s caro. Marruecos ha cerrado el grifo: el ¨²ltimo dato de entradas de irregulares (hasta el pasado martes) se eleva a 18.018, una ca¨ªda del 39% en lo que va de a?o respecto al mismo periodo de 2018.

La peripecia de Nourdin, que consigui¨® dar el salto a Europa al quinto intento, es relativamente afortunada: los funcionarios de la agencia europea de fronteras (Frontex) tienen documentados casos de migrantes que lo intentan hasta siete veces. Marruecos, respaldado por la UE, ha desplegado sus fuerzas de seguridad para contener la presi¨®n migratoria hacia Europa. Y ese esfuerzo est¨¢ dando resultados: m¨¢s, incluso, de lo esperado por las autoridades espa?olas.

Con esa ca¨ªda que roza ya el 40%, el Gobierno espa?ol se encamina paulatinamente hacia el ambicioso objetivo de reducir un 50% las entradas irregulares en 2019. Atr¨¢s quedan las 65.000 llegadas del a?o pasado cuando la ruta del Mediterr¨¢neo occidental era la principal puerta de Europa de la inmigraci¨®n irregular. Marruecos, adem¨¢s, arranc¨® 2019 sin entusiasmo. Pero los n¨²meros mejoraron desde febrero, coincidiendo con la visita de Felipe VI a Rabat. Hoy es Grecia quien asume el mayor n¨²mero de entradas por el Mediterr¨¢neo (28.200) y pide ayuda a Turqu¨ªa y a la UE para encontrar soluciones ante el alza de desembarcos en sus costas.

El papel de Marruecos ha sido clave para que Espa?a reduzca las entradas y pueda presentarse en Bruselas como el socio que mejor se defiende en la frontera sur de Europa. La presi¨®n del club comunitario, algunos de cuyos miembros no vieron con buenos ojos el gesto de acoger el Aquarius hace un a?o, ha ido in crescendo. Par¨ªs ve en el Estrecho un trampol¨ªn para que los migrantes lleguen a su territorio: un estudio reciente de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) revel¨® que poco m¨¢s de la mitad de los reci¨¦n llegados pretende quedarse en Espa?a; Francia es el segundo pa¨ªs de preferencia. Y el Ministerio del Interior franc¨¦s no ha dejado presionar a Madrid en el Consejo Europeo, seg¨²n las fuentes consultadas.

La clave de esas ca¨ªdas, en fin, es la colaboraci¨®n marroqu¨ª. Rabat ha reactivado acuerdos con Espa?a que se daban por muertos, como el que est¨¢ permitiendo devolver r¨¢pidamente a los subsaharianos que saltan las vallas de Ceuta y Melilla ¡ªa veces en caliente, a pesar de las promesas de Pedro S¨¢nchez¡ª. Las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes tambi¨¦n han intensificado las redadas, los traslados forzosos al sur del pa¨ªs y las deportaciones. Sus estad¨ªsticas, que la UE considera poco fiables, subrayan que Rabat ha abortado 42.000 intentos de entradas irregulares. La inmensa mayor¨ªa, m¨¢s del 80%, de subsaharianos.

Nuevas din¨¢micas

Marruecos se ha involucrado tambi¨¦n en la v¨ªa mar¨ªtima, que antes ignoraba: todas las operaciones que antes asum¨ªa Salvamento Mar¨ªtimo en la zona de rescate de responsabilidad marroqu¨ª ¡ªun tercio de las casi 50.000 personas en 2018¡ª se dejan ahora en manos de la Marina Real, que devuelve a los n¨¢ufragos al punto de embarque. Fuentes oficiales del Gobierno marroqu¨ª aseguran a EL PA?S que entre la Marina y la Gendarmer¨ªa han rescatado a 8.000 personas en el mar. Los que ejercen de guardacostas en Marruecos, sin embargo, carecen de medios adecuados y de experiencia en el salvamento de pateras.

Como en el ajedrez, cada vez que una ficha se mueve en el tablero migratorio el resto de jugadores se recoloca. Las nuevas din¨¢micas han abierto nuevas rutas. M¨¢s largas y peligrosas: ¡°Los migrantes tienden cada vez m¨¢s a partir de la costa occidental de Marruecos, cerca de las ciudades de Kenitra, Rabat, Skhirat y Casablanca. Esto provoca m¨¢s accidentes, as¨ª como enga?os por parte de las redes de migraci¨®n clandestinas¡±, advierte un informe interno de Bruselas al que ha tenido acceso este diario. La vigilancia de la Marina Real, adem¨¢s, lleva a los migrantes a no pedir auxilio hasta que entran en aguas de responsabilidad espa?olas lo que les obliga a pasar m¨¢s tiempo en el mar. ¡°Ha habido muertes directamente relacionados con esa nueva pol¨ªtica¡±, denuncia la activista Helena Maleno. Las mafias, en lugar de cobrar por el embarque, cobran ahora por superar aguas de responsabilidad marroqu¨ª, aunque esto suponga varios intentos. Hasta mediados de agosto, 208 personas murieron o desaparecieron en su traves¨ªa hacia Espa?a: una de cada 100 personas que lo intentan, seg¨²n la OIM.

El Ejecutivo en funciones de S¨¢nchez ha presionado en Bruselas para presentar a los marroqu¨ªes como socios estrat¨¦gicos. Espa?a, que inaugur¨® en Europa los modelos de cooperaci¨®n con pa¨ªses africanos, ha conseguido que la UE extienda a Marruecos un cheque de 140 millones de euros para compensar sus esfuerzos en la frontera. Parte del dinero se emplear¨¢ en comprar material y formar a las fuerzas de seguridad y los guardacostas. Hay tambi¨¦n contrapartidas menos visibles, como el apoyo diplom¨¢tico de Espa?a a Marruecos en la UE y la ONU. ¡°El flujo migratorio es cada vez mayor por el aumento de la desigualdad en las dos orillas del Mediterr¨¢neo¡±, defiende Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Candela, de la asociaci¨®n de abogados de extranjer¨ªa. ¡°Si no se pone el foco en las causas estamos tirando a la basura el dinero que gastamos en control de fronteras¡±, advierte.

S¨¢nchez ha sumado a esos 140 millones europeos otros 30 millones de los Presupuestos. Y mantiene la presi¨®n para que la UE conceda una partida anual a Rabat. Bruselas estudia esa petici¨®n, similar a la de los acuerdos con Turqu¨ªa y Libia, claves para taponar las rutas al otro lado del Mediterr¨¢neo.

Marruecos no es Libia ¡ªun pa¨ªs en guerra civil y sin visos de estabilizarse¡ª ni alberga los 3,5 millones de sirios que se refugiaron en Turqu¨ªa huyendo de la guerra, pero mantiene una controvertida pol¨ªtica migratoria: el rey Mohamed VI present¨® en 2013 un plan con un enfoque m¨¢s humanitario que facilit¨® la regularizaci¨®n de 50.000 migrantes irregulares, solicitantes de asilo y refugiados, pero sigue recibiendo denuncias de organizaciones humanitarias. "Es importante reconocer los pasos positivos, pero el maltrato a los migrantes contin¨²a", afirma la investigadora Anna Jacobs en un art¨ªculo publicado por el Morroccan Institute for Policy Analysis. "Los aspectos positivos de la pol¨ªtica de migraci¨®n de Marruecos han sido eclipsados por las medidas represivas del Gobierno contra los migrantes subsaharianos en varios per¨ªodos desde 2014", abunda.

Tr¨¢fico de personas

La crisis migratoria es b¨¢sicamente una crisis pol¨ªtica que pone de manifiesto las contradicciones de la UE y que ha enfrentado a los Estados miembros. Pero tambi¨¦n es en parte una lucha contra las redes de tr¨¢fico de personas: el contrabando de migrantes, seg¨²n mantiene la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, ¡°es la empresa criminal de m¨¢s r¨¢pido crecimiento en el mundo¡±. El director de Migraci¨®n marroqu¨ª, Khalid Zerouali, asegur¨® en mayo que Rabat ha acabado con 50 redes de tr¨¢fico de personas. Pero ese f¨¦rreo control no ha ido acompa?ado de la apertura de v¨ªas para migrar legalmente, y los traficantes convierten la dificultad en beneficios. ¡°Esas redes tienen una gran capacidad de movilidad o reorganizaci¨®n¡±, avisa Bruselas. ¡°Incluso cuando los migrantes marroqu¨ªes organizan el viaje a Espa?a por s¨ª solos¡±, recogen las autoridades europeas, ¡°pagan a los contrabandistas por informaci¨®n sobre el momento y el lugar de partida m¨¢s adecuados¡±.

Con informaci¨®n de Laura J. Varo