Uno de los autores de la masacre de Hipercor sale de prisi¨®n tras 26 a?os
Rafael Caride Sim¨®n abandona la c¨¢rcel de Martutene en libertad, expulsado de ETA y sin homenajes despu¨¦s de sumarse a la ¡®v¨ªa Nanclares¡¯
¡°Vengo a firmar los papeles y ya no vuelvo m¨¢s¡±. Rafael Caride Sim¨®n (Vigo, 1945), el responsable de colocar el coche bomba en los s¨®tanos del Hipercor de Barcelona que caus¨® 21 muertos y 45 heridos en 1987, ya es un hombre libre. A las 11.20 de este domingo ha cruzado por ¨²ltima vez el paso de cebra que separa la garita de la c¨¢rcel guipuzcoana de Martutene de la carretera que le conduce a una nueva vida.
¡°No voy a hablar¡±, dej¨® caer al ser reconocido. Lleg¨® en un coche con tres conocidos a las 10.40, y se march¨® 40 minutos despu¨¦s en el mismo Peugeot 508 con una amplia sonrisa. Ya solo dorm¨ªa en la prisi¨®n y este domingo, ni eso, en aplicaci¨®n de un segundo grado especial (del art¨ªculo 100.2) que le permit¨ªa salir para trabajar durante el d¨ªa. Salvo sus amigos, que no se bajaron del coche ni para dejarle ni para recogerle, nadie le esperaba. Ni una pancarta, ni para bien ni para mal, ni una pintada en Hondarribia, la localidad en la que consta su ¨²ltimo domicilio, ni un grito, pese a que los recibimientos a los presos de ETA arrecian en las calles vascas con el respaldo de la izquierda abertzale.
Y eso que Caride Sim¨®n no ha sido un preso cualquiera. Fue uno de los autores de la mayor masacre de la banda, condenado a cerca de 800 a?os, y todav¨ªa en 2003, durante el juicio en la Audiencia Nacional, fue expulsado de la jaula acristalada dentro de la que compareci¨® por increpar a los jueces que no cre¨ªa en su autoridad ni jurisdicci¨®n y asegurar que los autores del atentado no estaban sentados en el banquillo. Entonces, para quienes hoy todav¨ªa reciben a los etarras excarcelados como justicieros, Lutxo (uno de sus alias) era un h¨¦roe. Este domingo, para todos ellos, sali¨® en libertad un villano. El exetarra rompi¨® con la banda y se acerc¨® a las v¨ªctimas como una treintena de exterroristas que se sumaron a la conocida como v¨ªa Nanclares de reinserci¨®n.
Despu¨¦s de 19 a?os en c¨¢rceles espa?olas y otros siete en francesas por varios delitos relacionados con el terrorismo y su pertenencia a ETA, ya no tendr¨¢ que volver a pernoctar entre rejas. Desde 2017 disfrutaba de un segundo grado especial debido a su reflexi¨®n interna, desde la defensa de ETA y de los asesinatos como un medio para conseguir fines pol¨ªticos hasta la renuncia de la lucha armada y la asunci¨®n de sus responsabilidades, tambi¨¦n con las v¨ªctimas que gener¨®.
Con un pantal¨®n vaquero y una camisa color burdeos, Caride tiene la misma imagen que cuando fue extraditado a Espa?a por las autoridades francesas. Est¨¢ m¨¢s delgado y, desde que en 2017 comenz¨® a salir de la c¨¢rcel, colabora con la reinserci¨®n de colectivos desfavorecidos. Lutxo, de origen gallego y exjefe del comando Barcelona cuando organiz¨® el atentado, reorient¨® su vida en una d¨¦cada. Siete a?os despu¨¦s del juicio, en 2010, fue uno de los ochos presos firmantes de una carta -con Carmen Guisasola, Joseba Urrusolo Sistiaga, Kepa Pikabea, Andoni Alza, Koldo Carrasco, Fernando de Luis Astarloa y Josu Garc¨ªa, en representaci¨®n de unos 30 o 40- en la que planteaban al resto, por vez primera, el "reconocimiento-reparaci¨®n de los da?os causados" a las v¨ªctimas del terrorismo.
Para entonces ya estaban en Nanclares y dentro de lo que se conoci¨® como la v¨ªa Nanclares. En octubre de ese a?o ETA le ech¨® de su colectivo de presos. A partir de ah¨ª comenz¨® a participar en encuentros con v¨ªctimas, hasta llegar a reunirse con dos. Quer¨ªa verse con v¨ªctimas de sus acciones, gente afectada por la bomba incendiaria de Hipercor que acab¨® con la vida de 21 personas, muchas de ellas con quemaduras horribles debido a la cantidad de combustible que pusieron junto al explosivo para hacerla m¨¢s letal. En noviembre de 2011, se reuni¨® cara a cara con una de ellas, Rosa, que no quiso facilitar sus apellidos y que sufri¨® el atentado. En junio de 2012, se reuni¨® cara a cara con Roberto Manrique, de la asociaci¨®n de v¨ªctimas de Catalu?a. Las dos v¨ªctimas creyeron las palabras de arrepentimiento de Caride y la empat¨ªa que mostr¨® en los encuentros con el dolor de ambos.
La entrada de Rafael Caride en ETA fue a trav¨¦s de la lucha sindical. Entr¨® muy joven a trabajar en Factor¨ªas Vulcano, en Vigo, fue miembro del comit¨¦ de empresa y milit¨® en el Partido Comunista de Espa?a y en Comisiones Obreras. Fue despedido de Vulcano a ra¨ªz de las huelgas de 1972. Trabaj¨® despu¨¦s en Pescanova. Estaba casado y ten¨ªa dos hijas, pero se separ¨® y, tras unirse sentimentalmente a otra mujer, tambi¨¦n casada y con un hijo, abandon¨® a su esposa y se march¨® a Euskadi.
Con la puesta de Caride Sim¨®n en libertad, de los m¨¢s de 30 presos que se acogieron a esa v¨ªa de reinserci¨®n, entre ellos hist¨®ricos exdirigentes de la banda como Jos¨¦ Luis Urrusolo Sistiaga, Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Carmen Guisasola, Juan Manuel Soares Gamboa o Idoia L¨®pez Ria?o La Tigresa, ya solo quedan tres en prisi¨®n: Kepa Pikabea, Ibon Etxezarreta y Luis Mar¨ªa Carrasco. Los tres siguen cumpliendo condena, pero disfrutan de permisos de salida regulares,?como Caride, y solo acuden a dormir al centro penitenciario.
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