La batalla de Mi?o por escapar de la tumba inmobiliaria

¡°?Hay que dejar las vacas y vivir del turismo! ?Hay que modernizarse!¡±, le espet¨® un constructor a Santiago Gonz¨¢lez Criado durante una reuni¨®n celebrada hace casi 20 a?os para levantar en su pueblo de 6.000 habitantes una macrourbanizaci¨®n de 1.200 viviendas, campo de golf, puerto deportivo y centro comercial. Este vecino de Mi?o (A Coru?a), que fue expropiado, recuerda con tristeza aquel delirio inmobiliario apadrinado por el gobierno local del PP en el pueblo de veraneo de su fundador, Manuel Fraga. La deuda del Ayuntamiento de Mi?o por la operaci¨®n se eleva hoy todav¨ªa a 22 millones de euros y el pago de las cuotas de los pr¨¦stamos se traga cada a?o 2,3 de los 6 millones de presupuesto municipal.

La ruina lleg¨® a Mi?o porque el gobierno local nunca le exigi¨® a la promotora, la entonces todopoderosa Fadesa, el aval de 30 millones que recog¨ªa el contrato para garantizar el pago de las expropiaciones. Un alud de sentencias judiciales ha dictaminado tras un largo pleito que los 200 vecinos a los que se oblig¨® a entregar sus terrenos para construir el complejo deben cobrar el cu¨¢druple de lo que se les abon¨® en su d¨ªa ¡ª26 euros por metro cuadrado en vez de seis¡ª, los intereses desde que se ocuparon sus fincas y, seg¨²n una resoluci¨®n del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia del pasado julio, un 3,5% de ¡°inter¨¦s sobre los intereses¡± por la demora en cobrar. Y como Fadesa se hundi¨® en 2008 en la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia de Espa?a, dos a?os despu¨¦s de que el multimillonario coru?¨¦s Manuel Jove se la vendiera al madrile?o Fernando Mart¨ªn, quien debe responder es el Ayuntamiento.

¡°Lo m¨¢s triste es que el gobierno local siempre se situ¨® del lado de la inmobiliaria en las demandas contra los vecinos expropiados, gente muy humilde que pas¨® miedo y que tuvo que contratar abogados para defenderse de un gigante como Fadesa. Hablaban mal de nosotros, dec¨ªan que ¨¦ramos los culpables del desastre¡±, lamenta Gonz¨¢lez Criado, portavoz de la asociaci¨®n de expropiados. Pleiteando contra sus propios vecinos, el Ayuntamiento se gast¨® cerca de un mill¨®n de euros en abogados, procuradores y costas.

Tras las pasadas municipales, es la primera vez que el PP no est¨¢ presente en el gobierno de Mi?o, presidido desde 2002 por Deogracias Romeu, ya fallecido, Juan Maceiras y Ricardo S¨¢nchez. El socialista Manuel V¨¢zquez Faraldo, que vivi¨® el proceso desde la oposici¨®n con un discurso muy cr¨ªtico con el proyecto, se hizo con el bast¨®n de mando en junio. Desde entonces, este economista est¨¢ inmerso en la b¨²squeda de una salida a la bancarrota ¡°sin dejar de pagar la deuda¡±. ¡°Es de justicia que los expropiados cobren porque no son los culpables, pero necesitamos espaciar los pagos para que las arcas municipales no se resientan¡±, cuenta desde su despacho de la alcald¨ªa en el que fue recibido por un busto de Fraga, que verane¨® toda la vida en su chal¨¦ de la parroquia de Perbes, donde est¨¢ enterrado.

V¨¢zquez Faraldo ha decidido poner fin al litigio con los expropiados para no engordar m¨¢s la factura, negociar la reducci¨®n de las cuotas del cr¨¦dito del Ministerio de Hacienda que est¨¢ pagando el Ayuntamiento y suscribir otro pr¨¦stamo ministerial del Fondo de Impulso Econ¨®mico para abonarles a los vecinos los intereses. ¡°El PP ha estado presente en todos los gobiernos que intervinieron en el proceso y siempre actu¨® como abogado de la inmobiliaria¡±, censura el regidor socialista. Cuando Fadesa entr¨® en concurso de acreedores se descubri¨® que el expediente administrativo de la operaci¨®n urban¨ªstica ni siquiera estaba en el Ayuntamiento, sino en la sede de la empresa en A Coru?a, ilustra V¨¢zquez Faraldo.

El convenio con Fadesa lo firm¨® el gobierno del PP en 2002 sin pasar siquiera por el pleno. El borrador del plan urban¨ªstico de Mi?o estableci¨® la compra como forma para que la promotora se hiciera con el mill¨®n y medio de metros cuadrados de suelo r¨²stico que necesitaba. Pero surgieron dificultades. La empresa, pagando solo tres euros por metro cuadrado, se hizo con un 30% del pol¨ªgono, insuficiente para poder actuar como agente urbanizador. As¨ª que el gobierno local cambi¨® sus previsiones y ¡°de forma sorpresiva¡±, relata el actual alcalde, introdujo en el documento definitivo la expropiaci¨®n forzosa.

Eran los tiempos en los que los pol¨ªticos iban de la mano de los constructores. En octubre de 2003, en plena tramitaci¨®n de la macrourbanizaci¨®n de Mi?o y con los expropiados ya protestando y acudiendo a los tribunales, el due?o de Fadesa, Manuel Jove, compareci¨® para presentar una asociaci¨®n de promotoras inmobiliarias flanqueado por Fraga y su entonces vicepresidente, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que gestionaba el urbanismo gallego. Y el presidente de la Xunta le hizo una promesa: una normativa para liberar m¨¢s suelo edificable en Galicia que el Gobierno aut¨®nomo ya ultimaba. Todo, subray¨®, en nombre del ¡°progreso¡±.

Mientras el Ayuntamiento se despe?aba hacia la bancarrota, la macrourbanizaci¨®n denominada primero Costa An¨¢cara y rebautizada despu¨¦s como Costa Mi?o se qued¨® a medias, con menos de 600 viviendas, sin puerto deportivo ni centro comercial y con problemas de inundaciones. Algunas construcciones inacabadas se est¨¢n ahora retomando. El portavoz de los afectados lamenta que ¡°una tercera parte de los expropiados han fallecido sin recibir la satisfacci¨®n de que su lucha fue reconocida por los tribunales¡±. Y el nuevo alcalde, que ¡°nadie en todos estos a?os tuviera la capacidad o las narices para meterle mano a este embrollo y pararlo¡±.