Gibraltar se pone la venda antes de la herida del divorcio

Cuando a un gibraltare?o se le pregunta por la insidiosa cuesti¨®n de la soberan¨ªa, suele responder con una precisi¨®n: ¡°Nosotros somos brit¨¢nicos, no ingleses¡±. Desde junio de 2016, la fecha del refer¨¦ndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Uni¨®n Europea, acostumbran a a?adir una coletilla m¨¢s: ¡°La mayor¨ªa votamos por permanecer en la UE¡±. Aunque eso ya importa poco a apenas dos meses de un probable Brexit sin acuerdo. El Pe?¨®n se asoma al abismo con m¨¢s dudas que certezas y m¨¢s resignaci¨®n que ganas, pero con la sensaci¨®n de haber hecho los deberes. O al menos, de haberlo intentado.

¡°Londres y Bruselas est¨¢n jugando una partida de p¨®quer y para m¨ª, apostar la casa con las vidas de las personas no es para lo que me eligieron los votantes¡±, tercia el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, sentado en un sof¨¢ junto a una bandera de la UE que pronto tendr¨¢ que arriar de su despacho de Convent Place. Ni el socialista gibraltare?o ni sus 34.500 vecinos conocen siquiera las cartas de esta timba, aunque previsiblemente sufrir¨¢n sus consecuencias en el tr¨¢nsito de personas y veh¨ªculos en la frontera, en el abastecimiento a las empresas o en las condiciones de los empleados transfronterizos.

Son demasiados interrogantes como para dirigir la compa?¨ªa Anglo-Hispano, una empresa con 300 empleados dedicada a la importaci¨®n de bebidas alcoh¨®licas y a la hosteler¨ªa, sin evidente ¡°preocupaci¨®n¡±, asegura su m¨¢ximo responsable, John Isola. ¡°Nuestra frontera est¨¢ fuera de la zona Schengen y de la uni¨®n aduanera europea. Nada deber¨ªa cambiar el 31 de octubre pero, como se sabe, cuando quieren, usan esta frontera para fastidiar¡±, razona el empresario con escepticismo. A Isola le preocupan las importaciones de productos perecederos una vez se consume la salida. Gibraltar no tiene puesto de inspecci¨®n fronterizo; el m¨¢s cercano est¨¢ en el puerto de Algeciras, pero ahora la buena voluntad hace que los camiones con v¨ªveres no tengan que ir hasta all¨ª. Tambi¨¦n inquieta al gibraltare?o que un Brexit salvaje provoque una ca¨ªda de turistas. ¡°Eso tendr¨ªa efectos en lo que compramos, en lo que vendemos y en el empleo que generamos¡±, reconoce el empresario de la colonia, que si fuese un pa¨ªs tendr¨¢ la tercera renta per c¨¢pita m¨¢s alta del mundo.

Al final, la mayor¨ªa de los quebraderos de cabeza de Gibraltar y su entorno inmediato est¨¢n en la frontera. Cada d¨ªa, registra una media de paso de 28.500 personas. La verja ha sido objeto en varias ocasiones de tensi¨®n pol¨ªtica con Espa?a. Con el 31 de octubre en ciernes, a Loren Peri¨¢?ez, presidente del Grupo Transfronterizo y empresario de la L¨ªnea de la Concepci¨®n, le quita el sue?o c¨®mo pueden verse afectados los 15.000 empleados transfronterizos que la cruzan cada d¨ªa ¡ªde ellos, m¨¢s de 9.000 espa?oles¡ª, seg¨²n estimaciones del Gobierno gibraltare?o.¡°La L¨ªnea pasar¨¢ a ser frontera exterior de la UE y si se revisa la documentaci¨®n en todas las salidas de veh¨ªculos, podemos tener retenciones de horas¡±, vaticina Peri¨¢?ez. A su correo llegan numerosas dudas de los trabajadores, preocupados por si conservar¨¢n la retribuci¨®n por desempleo a la que tienen ahora derecho en Espa?a o si se les pedir¨¢ visado para pasar la frontera y trabajar. Son inquietudes que se suman a la constante bajada de la libra respecto al euro, que ya ha hecho mella a los empleados en Gibraltar. ¡°Supone perder un 25% de su sueldo al cambio con el euro¡±, apunta el empresario espa?ol.

Buena parte de estas dudas quedaron resueltas en los memorandos entre Espa?a y Reino Unido que se firmaron en noviembre de 2018, pero que no tendr¨¢n validez en un Brexit sin acuerdo, seg¨²n la interpretaci¨®n de Gibraltar. Tambi¨¦n las aborda el real decreto ley aprobado por Espa?a para una posible salida a las bravas. El Gobierno de la colonia dispone de sus propios planes de contingencia y ha asumido en sus leyes todos los derechos ciudadanos adquiridos en estos a?os de permanencia en la UE.

Voluntad de entendimiento

Con todo, Picardo no niega que, en las relaciones post-Brexit entre Espa?a y Gibraltar habr¨¢ un alto componente de voluntad. ¡°Son cuestiones m¨¢s de actitudes y relaciones humanas. Estamos por un marco legal, pero mientras eso ocurre, porque la agenda es muy apretada, intentamos pensar que el 31 de octubre perdure el esp¨ªritu positivo¡±, conf¨ªa el ministro principal. Y advierte de lo que pasar¨ªa en el extremo contrario: ¡°Si queremos crear un gran problema, esta es la oportunidad perfecta. Si queremos trabajar de buena fe, ya hemos asentado lo que hace falta¡±.

El pasado junio, Gibraltar y La L¨ªnea celebraron el 50? aniversario del inesperado cierre de la verja, una medida del r¨¦gimen franquista que rompi¨® familias en dos y empobreci¨® a la comarca. Los gibraltare?os presumen del estoicismo que forjaron en aquellos 13 a?os de incomunicaci¨®n. Que se lo digan al joyero Antonio Mart¨ªnez que, sentado en un banco de Main Street, tercia despreocupado: ¡°Franco ya se fue. El sentido com¨²n est¨¢ en la cabeza de ambos lados¡±. En dos meses se sabr¨¢ si acierta. Por si acaso, Picardo prefiere no mojarse. ¡°Nadie sabe cu¨¢l va a ser el resultado de los pr¨®ximos d¨ªas. Creo que van a ser de v¨¦rtigo¡±, aventura.