La amenaza de nuevas elecciones lastra el inicio de los debates del Congreso
Esta semana se retoman los plenos y las sesiones de control al Gobierno
Desde esta semana, el Congreso se dispone a trabajar por fin de una manera regular, con plenos legislativos y de control al Gobierno, pero en un modo de espera. La amenaza de fracaso porque no se logre la investidura presidencial y la fecha l¨ªmite del 23 de septiembre para convocar otras elecciones pesan sobre la organizaci¨®n de todos los partidos y tambi¨¦n sobre la presidenta de la C¨¢mara baja. Meritxell Batet se defiende de las acusaciones de obstrucci¨®n y de favorecer al Ejecutivo que le lanza la oposici¨®n, pide pese al actual bloqueo de la investidura m¨¢s ¡°normalidad¡± y espera que la legislatura sea completa.
La XIII Legislatura no est¨¢ siguiendo los patrones normales de funcionamiento de las Cortes porque se le han cruzado en el camino muchos factores inusuales. Las dos C¨¢maras se disolvieron el 5 de marzo para la convocatoria de las elecciones del 28-A y la ¨²ltima sesi¨®n de control al anterior Ejecutivo se celebr¨® el 27 de febrero. A¨²n no ha habido otra. La primera est¨¢ programada para el mi¨¦rcoles. El Legislativo arrastra la sensaci¨®n de que apenas ha registrado actividad. La labor hasta ahora de la C¨¢mara y de la propia presidenta ha sido escasa, pero en gran parte por el panorama pol¨ªtico con el que ha debido lidiar.
El Congreso ha vivido un a?o con un Gobierno en precario saliendo al paso con iniciativas pactadas con sus socios de la moci¨®n de censura que ech¨® a Mariano Rajoy (Podemos y partidos nacionalistas) por la v¨ªa excepcional de 35 decretos leyes. Pero en la mirada m¨¢s larga hay un pa¨ªs y un Ejecutivo sin Presupuestos nuevos y con un reguero de periodos parlamentarios inh¨¢biles por las recurrentes convocatorias electorales.
La oposici¨®n de derechas, por primera vez con tres partidos disput¨¢ndose la tribuna, promete poca colaboraci¨®n y mucha dureza. PP, Ciudadanos y Vox no tienen visos de poder trabajar juntos, pero s¨ª de buscar un clima correoso. La semana pasada, tras la Junta de Portavoces, las tres formaciones desgranaron cr¨ªticas contra el Gobierno y tambi¨¦n contra Batet, a la que tildan de su guardameta en el Congreso.
Nuevo ¡°rodillo¡±
¡°En este tiempo no se ha hecho nada, y la presidenta ha estado parada haciendo trabajar al Legislativo al dictado de Pedro S¨¢nchez¡±, opina Miguel Guti¨¦rrez, secretario del grupo parlamentario de Ciudadanos. PP, Vox y Cs tambi¨¦n han acusado a Batet de no convocarles para cuestiones log¨ªsticas como el reparto de esca?os: ¡°El rodillo que le achacaban a Rajoy ahora lo aplican ellos¡±.
Algunas quejas se sustentan poco tiempo. Como la arremetida de Vox porque no suspendiera una visita de una delegaci¨®n iran¨ª que no quer¨ªa contacto f¨ªsico con las mujeres pol¨ªticas cuando esa competencia no era suya ni tuvo conocimiento de ese incidente. Cayetana ?lvarez de Toledo, la portavoz del PP, responsabiliz¨® a Batet de no permitir la calificaci¨®n obligada para incluir esta semana una proposici¨®n de su partido que pone la lupa sobre hasta 90 posibles juramentos irregulares de diputados nacionalistas en la constituci¨®n de las Cortes. El problema es que para ser calificada requer¨ªa la unanimidad de todos los partidos, no solo de Batet.
El tono de muchos ataques es poco institucional y eso encrespa a Batet, pese a que hasta portavoces del PP y Cs consultados admiten que en las citas de la Mesa es ¡°m¨¢s flexible y natural¡± que su antecesora, la popular Ana Pastor, que dominaba m¨¢s la funci¨®n del cargo por experiencia. Para suplir esa carencia se f¨ªa m¨¢s, hasta ahora, de los criterios expertos del letrado general de la C¨¢mara.
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