El juez reactiva la euroorden contra Puigdemont

Ni Carles Puigdemont ni los otros seis l¨ªderes independentistas huidos de la justicia espa?ola se sentaron en el banquillo del Tribunal Supremo, pero la sentencia tendr¨¢ un efecto directo sobre todos ellos. El juez Pablo Llarena, el instructor de la causa que juzg¨® el proc¨¦s, ha reactivado ya la las ¨®rdenes internacional y europea de detenci¨®n contra Puigdemont por sedici¨®n y malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, seg¨²n ha comunicado este lunes el Supremo, aproximadamente cuatro horas despu¨¦s de que se conociera la sentencia. De momento la euroorden solo se emite para el exl¨ªder de la Generalitat; las del resto se estudiar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas.

Llarena retir¨® en julio de 2018 esa orden de arresto en el exterior despu¨¦s de que Alemania rechazara entregar al expresidente de la Generalitat por rebeli¨®n. Desde entonces el Supremo solo manten¨ªa activa contra los fugados una orden nacional de detenci¨®n, lo que implica que nada m¨¢s pod¨ªan ser arrestados en Espa?a.

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El Supremo ha atendido as¨ª la petici¨®n de la Fiscal¨ªa para extraditar al expresident. Las autoridades belgas confirmaron a media tarde que hab¨ªan recibido la orden de Llarena, que ahora deber¨¢ tramitar la Fiscal¨ªa de Bruselas. La intenci¨®n es que los tribunales de los pa¨ªses en los que est¨¢n los fugados se replanteen la entrega a partir de la sentencia, que ya recoge los hechos probados tras el juicio. Esto implicar¨¢, en principio, a la justicia de B¨¦lgica (donde est¨¢n Puigdemont y los exconsejeros Toni Com¨ªn, Meritxell Serret y Llu¨ªs Puig), la escocesa (por la exconsejera Clara Ponsat¨ª) y la suiza (por la exsecretaria general de ERC, Marta Rovira, y por Anna Gabriel, expresidenta del grupo parlamentario de la CUP).

Puigdemont ha comparecido esta tarde para valorar el alcance de la sentencia. En su discurso, ha llamado a los catalanes a movilizarse y ¡°hacer sentir¡± su voz contra la sentencia, que ha calificado como ¡°injusta¡± e ¡°inhumana¡±. El expresidente ha pedido ¡°convertir las elecciones del d¨ªa 10 [de noviembre] en una manifestaci¨®n masiva de rechazo y firmeza¡± contra la sentencia del Tribunal Supremo y a responder en las urnas ¡°con m¨¢s fuerza que nunca¡±. Puigdemont ha le¨ªdo este mensaje en la delegaci¨®n del Govern en Bruselas, junto a Com¨ªn, Serret y Puig.

El expresident ha cargado contra ¡°aquellos que animaban al di¨¢logo¡± y ahora permanecen ¡°en silencio¡±, contra el Rey y contra las instituciones europeas, a las que acus¨® de ¡°bailar al son que marca el Estado espa?ol¡± y de ¡°privar¡± a varios l¨ªderes encausados o fugados de tomar asiento en el Parlamento Europeo. Bruselas, precisamente, rechaz¨® este lunes valorar la sentencia del Supremo al considerar que se trata de un ¡°asunto interno¡± espa?ol que debe resolverse de acuerdo con el ordenamiento constitucional.

El Gobierno de Pedro S¨¢nchez, que quiere mostrar su firmeza en este momento, ha celebrado la reactivaci¨®n de la euroorden porque cree que es "oportuna y justa", seg¨²n fuentes de La Moncloa, y ha colaborado con la decisi¨®n en todo lo necesario a trav¨¦s de la Abogac¨ªa del Estado, informa Carlos E. Cu¨¦.

Pese a la solidez que otorga una sentencia emitida por el Supremo, la justicia espa?ola no tendr¨¢ f¨¢cil convencer a la belga de la pertinencia de extraditar a Puigdemont por el delito de sedici¨®n. Adem¨¢s de que es una figura que no tiene correspondencia clara casi en ning¨²n c¨®digo penal europeo, la estrategia del juez Llarena ya tropez¨® varias veces ¡ªen B¨¦lgica y en Alemania¡ª con las decisiones de tribunales que no ve¨ªan en el comportamiento del expresident la gravedad de los hechos que la justicia espa?ola relataba.

Dos intentos frustrados

El primer intento de lograr una extradici¨®n europea expr¨¦s lo inici¨® la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela en noviembre de 2017, pero qued¨® anulado un mes despu¨¦s. Al hacerse cargo el Supremo de todo el proc¨¦s, Llarena decidi¨® anular la orden emitida por la anterior instructora del caso. Ya entonces exist¨ªa el temor de que B¨¦lgica rechazase la entrega por este tipo penal, lo que habr¨ªa obligado a Espa?a a juzgar solo por malversaci¨®n. El ordenamiento penal belga incluye la rebeli¨®n, pero dentro de los delitos contra el orden p¨²blico y con una horquilla de penas que van de un mes a dos a?os, si lo comete una sola persona, a entre cinco y 10 a?os si concurren varias personas y lo hacen armadas.

El delito que no existe como tal es el de sedici¨®n. El c¨®digo belga lo cita como una conducta en el contexto de atentados o complots contra la monarqu¨ªa o ¡°la forma de Gobierno¡±. El texto enmarca este comportamiento en el cap¨ªtulo de delitos contra la seguridad interior del Estado y prev¨¦ penas de entre cinco y 15 a?os cuando se cometen atentados, pero sin contemplar sedici¨®n como delito. Cuando el objetivo de estos atentados y complots sea ¡°destruir o cambiar la forma del Gobierno o el orden de sucesi¨®n de la corona, o de hacer tomar las armas a los ciudadanos contra la autoridad real o las c¨¢maras legislativas, recibir¨¢ una pena de 20 a 30 a?os de detenci¨®n¡±. Resulta muy improbable que las autoridades belgas identifiquen la sedici¨®n que contempla el c¨®digo espa?ol con este delito.

Tras ese primer intento de 2017, unos meses despu¨¦s (a finales de marzo de 2018) el Supremo emiti¨® una segunda euroorden contra el expresident. El procedimiento se reactiv¨® apenas unos d¨ªas antes de que Puigdemont recalara en Alemania cuando viajaba desde Finlandia y transitaba en coche desde Dinamarca. La justicia espa?ola consider¨® apropiado tratar de frenar al exgobernante catal¨¢n en Alemania, un pa¨ªs que cuenta con un tipo similar al de rebeli¨®n ¡ªel de alta traici¨®n¡ª en su ordenamiento penal, con la esperanza de que sirviera para extraditar al exmandatario por todos los delitos de los que se le acusaba. El mazazo propinado por los jueces del Tribunal Supremo de Schleswig-Holstein, que solo reconocieron la malversaci¨®n, ceg¨® esa v¨ªa.

La sentencia del Supremo vuelve a lamentar la decisi¨®n de ese tribunal germano, que define como "expresi¨®n de lo que puede acabar con el principal instrumento de la cooperaci¨®n judicial para preservar los valores de la Uni¨®n".

El jarro de agua fr¨ªa que tambi¨¦n hab¨ªa supuesto la decisi¨®n de la justicia belga, que en el mes de mayo rechaz¨® por un defecto de forma las euro¨®rdenes contra el resto de pr¨®fugos refugiados en ese pa¨ªs, precipit¨® el final. Llarena decidi¨® retirar todas las ¨®rdenes de extradici¨®n hasta que existiese sentencia. Pese a la llegada de ese momento, el camino no ser¨¢ f¨¢cil.

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