Nostalgia de unidad y odio al ¡°colonizador¡±
Barcelona vuelve a echarse a la calle en tres marchas con objetivos distintos: de condenar la ¡°ocupaci¨®n¡± a pedir di¨¢logo
El fin de semana de elija usted su propia manifestaci¨®n en Barcelona ¡ªuna independentista, otra no, y una tercera que pide di¨¢logo¡ª y luego ya calculamos qui¨¦n la tiene m¨¢s grande, empez¨® a mediod¨ªa con la m¨¢s flojita. Apenas un centenar de personas acudieron a la llamada de Parlem/ Hablemos ¡ª¡°lo puedes poner tambi¨¦n al rev¨¦s¡±, dice con una sonrisa su portavoz, Alan Barroso, atento a no desequilibrarse¡ª. De 22 a?os, camisa blanca, color de la protesta que daba a la cita un aire de primera comuni¨®n.
Hab¨ªa un ambiente civil encomiable, pero claramente perdedor en este momento. No est¨¢ bien visto no tomar partido. Pero es sintom¨¢tico de la efervescencia social: esto es un grupo de amigos que hace dos a?os hizo una convocatoria por redes sociales, sali¨® bien, y ahora hacen otra, por sentir que hacen algo. Aunque 5.000 seguidores en Twitter es una cosa y esto, otra. ¡°Somos personas normales¡±, repite Barroso, signifique lo que signifique eso, y sin adscripci¨®n pol¨ªtica. ¡°Estamos cansados de la polarizaci¨®n y pedimos di¨¢logo, comprensi¨®n y empat¨ªa¡±.
Una se?ora mayor le dice que avisen de las convocatorias no solo por Instagram, que no usa, porque por ejemplo en La Vanguardia o en la tele no ha salido. Barroso estudia un m¨¢ster en Madrid y ha pasado la noche en un autob¨²s. Ocho horas, ha llegado a las 7.30. Para pagarle el viaje, pusieron dos euros cada uno entre los 40 del chat de amigos que est¨¢ detr¨¢s de esto. Se desconoce el futuro de esta plataforma. Ni ¨¦l lo sabe.
Por la tarde fue ya masiva la movilizaci¨®n independentista, dentro de la tradici¨®n. Autobuses de fuera, cincuentones con mochilas, gente de todo tipo y edad. Lo m¨¢s significativo es c¨®mo desde la sentencia se ha ido disparando el tono abiertamente agresivo, sin retorno: ¡°?Fuera las fuerzas de ocupaci¨®n!¡±. O como dice una pintada: ¡°Fuera colonizadores¡±. Esto hace unos meses eran aullidos de chavales que exageraban, ahora lo clama todo el mundo, ya convencidos de vivir oprimid¨ªsimos y sin libertad, pese a la magn¨ªfica manifestaci¨®n.
Y otro grito frecuente: ¡°Prensa espa?ola manipuladora¡±. El periodista dice a una mujer que perdone, que es uno de esos periodistas de Madrid y que le diga lo que opina que no piensa manipularlo. ¡°Pues mira, pon que somos miles, medio mill¨®n por lo menos, toda la calle Marina llena hasta el final, y que esta sentencia ha sido injusta, que los presos pol¨ªticos, porque eso es lo que son, tienen que ponerlos en libertad, esas condenas, ni a los asesinos, y que nos sentimos injustamente tratados, todos los catalanes, tambi¨¦n los que no son independentistas, y que ya basta con la represi¨®n policial, dar palizas a los chicos. Y que no nos rendiremos nunca¡±. Dice que mirar¨¢ al d¨ªa siguiente a ver si sale todo bien. Se llama Mercedes Rovira, de Barcelona.
Gritos de unidad
Medio mill¨®n en la calle, o 47% en las urnas, para estas personas siempre ser¨¢ el pueblo catal¨¢n al completo. Igual que cantan que las calles ser¨¢n siempre suyas, como dec¨ªa Fraga de ministro franquista o los guerrilleros de Cristo Rey. De ah¨ª para arriba citan el 80% de catalanes que, seg¨²n encuestas, querr¨ªan un refer¨¦ndum. Al hacerles notar que quiz¨¢ en la manifestaci¨®n hay muchos no independentistas, pero que en las elecciones siguen votando a otros partidos, se bloquea la conversaci¨®n.
Por eso sin duda el grito m¨¢s repetido al paso de la cabecera de la protesta, llena de pol¨ªticos, era: ¡°?Unitat!¡±. En los comentarios se percib¨ªa un hartazgo difuso hacia una clase pol¨ªtica catalana que se tolera porque no queda m¨¢s remedio y no est¨¢ el horno para bollos. Pero la unidad ahora tambi¨¦n es callarse eso y tirar para adelante.
Al terminar, los mayores se fueron a casa o a cenar, pero miles de j¨®venes se acercaron a Via Laietana, frente la Jefatura de la Polic¨ªa Nacional, sin pasar por la casilla de salida. No es que aparecieran otros nuevos a armarla. Al caer la noche ya empezaron los huevazos y la tensi¨®n. Ma?ana na¨ªf, tarde festiva y noche de tortas, un d¨ªa m¨¢s en Barcelona.
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