La ¡®peligrosa¡¯ decisi¨®n de vender peras de Lleida

El desconocido se meti¨® en el almac¨¦n trasero y al fondo vio a la frutera lav¨¢ndose las manos en la pileta del ba?o. "Vente para afuera", le exigi¨® el intruso, y ella, extra?ada, sali¨®. "No te voy a comprar nada porque vendes fruta de Lleida", le reproch¨® se?alando una caja de peras Champion, "retira esa mercanc¨ªa". "?Para eso me molestas cuando estoy en el aseo, para hablarme de Catalu?a?", le pregunt¨® inc¨®moda la mujer. El cliente, "de unos 70 a?os, alto, de pelo blanco, bien conservado, bien vestido, modernito", recuerda la frutera Sandra Castro, estaba enfurecido y empez¨® a hacerle "cortes de manga delante mismo de la cara". Ella sac¨® el m¨®vil para retratar al energ¨²meno, y ¨¦l enloqueci¨® todav¨ªa m¨¢s. Le peg¨® un par de pu?etazos que le hicieron sangre y le arranc¨® el aparato de las manos. Para entonces ya hab¨ªan salido afuera y avanzado varios portales por la c¨¦ntrica calle coru?esa Marqu¨¦s de Pontejos.

La vendedora quer¨ªa recuperar su tel¨¦fono, pero el supuesto agresor la atenaz¨® por un brazo para inmovilizarla. Se negaba a devolverle el smartphone. "Por favor, que alguien llame a la polic¨ªa, este hombre me est¨¢ pegando", grit¨® varias veces la v¨ªctima sin que nadie hiciese nada por socorrerla a pesar de que "era martes a las dos de la tarde, hac¨ªa sol y hab¨ªa gente". Solo "un chico que pasaba" se acerc¨® para ayudarla y consigui¨® que el violento soltase el m¨®vil. El individuo negaba haberla golpeado: "es mentira", voceaba. Pero la sangre que ella ten¨ªa en la cara no dejaba apenas lugar a dudas.

Una semana despu¨¦s del suceso, cuando la polic¨ªa nacional ya ha identificado al presunto consumidor anticatalanista gracias a las fotos que quedaron registradas en el m¨®vil de Sandra Castro (que ha participado en una rueda de reconocimiento), se puede comprobar que el hombre ha fallado estrepitosamente en su prop¨®sito: el modesto local de Frutas Sandra se ha convertido en lugar de peregrinaci¨®n de clientes nunca antes vistos, la fruta leridana est¨¢ de moda y se agota, y un r¨ªo de solidaridad que nace en Catalu?a desemboca a diario en la peque?a fruter¨ªa coru?esa en forma de mensajes en la red, cartas y presentes. Basta una m¨ªnima b¨²squeda en Internet para descubrir que la tienda luce cinco estrellas gracias a los votos (tambi¨¦n de gente que nunca ha pisado A Coru?a) y acumula miles de comentarios frente a la media docena que cosechan otras fruter¨ªas; negocios imprescindibles, pero escasamente virales.

Los compradores entran en el local de Sandra Castro pidiendo "peras de Lleida", y luego descubren que la frutera que estos d¨ªas sale en las teles tambi¨¦n despacha ciruelas de la misma provincia. "Yo lo que vendo es fruta de temporada. En cada ¨¦poca quiero la que est¨¢ mejor. Y resulta que ahora mismo la pera Champion de Lleida est¨¢ en su momento", defiende esta aut¨®noma de 45 a?os que trabaja sola, sin m¨¢s compa?¨ªa que su m¨®vil para protegerse. "?Nos vamos a volver locos con los or¨ªgenes de la mercanc¨ªa?", se pregunta. "Me ha quedado bastante miedo y rabia en el cuerpo, pero si renuncio a vender la mejor fruta cierro mi negocio. Mis caquis son de Valencia... ?si hubiese problemas en Valencia tendr¨ªa que dejar de venderlos? ?Pues no!".

La nariz de la frutera todav¨ªa delata el golpe que la hizo sangrar, y cuenta que a¨²n tiene dolorido el brazo, que estuvo hinchado varios d¨ªas. "Pero lo que m¨¢s me duele", asegura, "es que nadie me ayudase hasta que lo hizo aquel chico que ahora me encantar¨ªa conocer". Despu¨¦s de que pas¨® todo, andando sobre sus pasos hasta la fruter¨ªa, le "entr¨® la llorera": "estaba tan nerviosa que no se me ven¨ªa a la cabeza el tel¨¦fono de la polic¨ªa. Tuvo que marcarme el 091 una de las chicas de la peluquer¨ªa" de al lado, rememora.

Por la tarde, con el parte m¨¦dico de lesiones en la mano, Castro fue a formalizar su denuncia. Desde entonces, su padre jubilado la acompa?a a ratos en la tienda, pero apenas est¨¢ sola porque no paran de entrar personas, y c¨¢maras, y ya se le ha acabado la loter¨ªa de Navidad que ten¨ªa a la venta. Por Frutas Sandra tambi¨¦n pasan los repartidores de flores, porque ya le han llegado varios ramos an¨®nimos encargados desde Catalu?a, adem¨¢s de cajas de fruta selecta que ella no ha pedido. Anteayer arrib¨® a la tienda un lote y ayer recibi¨® "nueve planchetas con peras, ciruelas y manzanas" con el sello Lleida Fruits. "Al menos dos variedades de las manzanas no las conoc¨ªa", admite maravillada, "flip¨¦ con la calidad". Junto al regalo exquisito ven¨ªa una nota: "Hemos recibido noticias por distintos medios de que has defendido la comercializaci¨®n de nuestra fruta".

Pero el primero en honrar a la frutera fue un hombre llamado Ram¨®n. Le mand¨® una garrafa de aceite de oliva leridano acompa?ada de una carta. "He le¨ªdo lo que te ha pasado. Soy de Lleida y te agradezco que defiendas nuestro producto de gente desaprensiva. ?Bravo por tenerlos bien puestos!".