Interior detecta un alto n¨²mero de ciberbulos electorales, similar al del 28-A y el ¡®proc¨¦s¡¯

Las campa?as de desinformaci¨®n en Internet y las redes sociales han vuelto a hacer acto de presencia esta campa?a electoral con una intensidad similar a como ya lo hicieron en los comicios del pasado 28 de abril o tras conocerse la sentencia del proc¨¦s que conden¨® a los l¨ªderes independentistas catalanes. Desde que el Ministerio del Interior puso en marcha el pasado 14 de octubre un protocolo espec¨ªfico para combatir durante la campa?a electoral las llamadas fake news y proteger el sistema inform¨¢tico de recuento de votos de un ciberataque, los expertos de las fuerzas de seguridad han detectado "numerosos ciberincidentes", todos ellos de baja peligrosidad, seg¨²n detallan fuentes policiales.

"No se ha detectado un incremento significativo respecto a otras convocatorias electorales, ni tampoco respecto a los d¨ªas de los graves incidentes en Catalu?a", recalcan estas fuentes, que han declinado confirmar si entre esos incidentes de desinformaci¨®n descubiertos se encuentra la campa?a en Facebook presuntamente impulsada desde el entorno del PP para instar a la abstenci¨®n a los potenciales votantes de PSOE, Unidas Podemos, M¨¢s Pa¨ªs y Ciudadanos. Fuentes gubernamentales se escudan en la seguridad para no ofrecer informaci¨®n. ¡°El Gobierno tiene como m¨¢xima prioridad la limpieza de las elecciones, mientras que la lucha contra la desinformaci¨®n es de m¨¢s largo alcance¡±, a?aden.

El nuevo plan de ciberseguridad puesto en marcha aparece recogido en la instrucci¨®n interna del ministerio que dise?a todo el operativo de seguridad de las elecciones y que fue firmada por la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Mar¨ªa Botella, el mismo 14 de octubre, d¨ªa en que se public¨® la sentencia del proc¨¦s. Este documento, al que ha tenido acceso EL PA?S,?es similar al que se elabor¨® para las anteriores elecciones generales de abril y el que se utiliz¨® para las auton¨®micas, municipales y europeas de mayo, sobre todo en lo referido a las medidas para hacer frente a los riesgos m¨¢s tradicionales, entre ellos un posible atentado yihadista o los derivados de lo que el texto denomina ¡°conflictividad social¡±.

Sin embargo, s¨ª recoge algunas novedades en el apartado de las medidas de ciberseguridad y, m¨¢s en concreto, en la lucha contra los bulos, que, seg¨²n confirman fuentes del departamento de Fernando Grande-Marlaska, ¡°buscan reforzar¡± el dispositivo tras la experiencia de los anteriores comicios. As¨ª, el protocolo hace especial hincapi¨¦ en las medidas aplicables cuando ¡°se detecte, tras un primer an¨¢lisis, la existencia de una posible campa?a de desinformaci¨®n o de un incidente de fake news que pudiera contribuir a cambiar el sentido del voto o perjudicar a alguno de los actores involucrados en la campa?a electoral¡±.

En ese caso, los expertos del Centro Nacional de Protecci¨®n de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC), dependiente de Interior, deben informar al Departamento de Seguridad Nacional (DSN), englobado en la estructura de Presidencia, ¡°seg¨²n lo estipulado en el Procedimiento de lucha contra la desinformaci¨®n¡±. En el protocolo de abril no hab¨ªa ninguna referencia a este ¨®rgano de La Moncloa. Ahora, adem¨¢s, cualquier ¡°informaci¨®n relevante con posible afecci¨®n al proceso electoral¡± debe ser elevada ¡°a la mayor brevedad para su oportuna valoraci¨®n y para la toma de decisiones correspondientes¡±. En el anterior dispositivo, solo se contemplaba esta medida para ¡°las amenazas m¨¢s significativas¡±.

Los cambios se han incluido tras detectarse durante el proceso electoral de abril numerosos ciberincidentes, aunque ninguno catalogado como grave. Interior no quiso entonces facilitar el n¨²mero exacto de estos episodios. En aquella ocasi¨®n, el departamento de Grande-Marlaska activ¨® a un centenar de agentes junto a expertos de otros organismos de ciberseguridad para rastrear redes sociales e Internet con el fin de prevenir ataques y neutralizarlos. El m¨¢s grave, la ca¨ªda de una web oficial, fue r¨¢pidamente contrarrestado.

Tampoco las numerosas fake news detectadas fueron catalogadas como relevantes para que hubiera que desmentirlas o solicitar su borrado a las empresas tecnol¨®gicas que gestionan las redes sociales. Tampoco se detect¨® ninguna campa?a masiva apoyada por las llamadas granjas de bots (usuarios falsos) con origen en el extranjero como s¨ª ha pasado en procesos electorales de otros pa¨ªses.

Entre las falsas noticias difundidas durante la campa?a electoral del 28-A figur¨® una referida a la supuesta implicaci¨®n de Pedro S¨¢nchez cuando era concejal en el Ayuntamiento de Madrid en la crisis de Bankia, una historia vieja y desmentida en su d¨ªa que resucita peri¨®dicamente. Tambi¨¦n aparecieron noticias falsas sobre la situaci¨®n en Catalu?a y el entonces reci¨¦n iniciado juicio del proc¨¦s, muchas simples manipulaciones. Una de ellas recog¨ªa la supuesta preocupaci¨®n europea por el respeto a los derechos humanos en Hungr¨ªa y se sustituy¨® el nombre de este pa¨ªs por el de Espa?a.

La mayor¨ªa de esas historias pasaron inadvertidas para la mayor¨ªa de los ciudadanos. Ahora, la situaci¨®n es similar. "Hay movimiento [de fake news], pero no m¨¢s del habitual", destacan las fuentes policiales consultadas. Los agentes vigilan tanto fuentes abiertas ¡ªredes sociales, servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea, fotos, blogs y webs¡ª como la llamada Internet profunda o Deep Web.