Chaves y Gri?¨¢n, un juicio con dos caras
Los expresidentes andaluces han vivido de manera muy diferente el proceso que los sent¨® en el banquillo
Manuel Chaves (74 a?os) y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n (73) compartieron durante muchos lustros una singladura pol¨ªtica. La relaci¨®n continu¨® cuando el segundo relev¨® al primero al frente de la Junta de Andaluc¨ªa en la primavera de 2009. Las sucesiones, en los partidos, no son din¨¢sticas, porque cuando parece que todo est¨¢ bajo control, al m¨¢s m¨ªnimo movimiento saltan resortes que se supon¨ªan firmemente anclados. Y en esa sucesi¨®n, al principio mod¨¦lica, los muelles fallaron, entre otros motivos, por la forma de reaccionar desde el Gobierno y el PSOE de Andaluc¨ªa ante el caso ERE.
La vieja guardia de Chaves cre¨ªa que la estrategia del ¡°caiga quien caiga¡± puesta en marcha por el equipo de Gri?¨¢n orillaba el motivo principal por el que se pusieron en marcha los ERE, el de pagar las prejubilaciones de trabajadores de empresas en crisis. De hecho, muchas de las 6.000 personas beneficiadas siguen cobrando de la Junta.
Los a?os de amistad entre los dos presidentes del Gobierno andaluz, presidentes federales del PSOE y secretarios generales del PSOE de Andaluc¨ªa, quedaron atr¨¢s, aunque el respeto mutuo se mantiene intacto.
Durante las 152 sesiones que dur¨® el juicio de los ERE, Chaves y Gri?¨¢n se sentaron juntos. El hombro derecho de uno rozaba el izquierdo de otro. Fue un a?o compartiendo banquillo de los acusados, junto a seis exconsejeros y 13 ex altos cargos de sus Gobiernos. Pero el estado de ¨¢nimo no era el mismo. Para Chaves, que fue ministro de Trabajo con Felipe Gonz¨¢lez (1986-1990), presidente de la Junta durante 19 a?os (1990-2009) y vicepresidente tercero y ministro de Pol¨ªtica Territorial con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (2009-2011), el fiscal ped¨ªa una pena de inhabilitaci¨®n. Tambi¨¦n para Gri?¨¢n, pero sobre este adem¨¢s pesaba la petici¨®n de condena de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n de seis a?os de c¨¢rcel por malversaci¨®n continuada por su etapa como consejero andaluz de Econom¨ªa y Hacienda (2004-2009).
Esa calificaci¨®n es la que hizo que ambos vivieran de manera muy diferente todo el proceso judicial. Desde que finaliz¨® el juicio, no volvieron a verse, salvo en el funeral de su amigo Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Se han intercambiado muy pocos mensajes y llamadas por tel¨¦fono. Chaves felicit¨® v¨ªa WhatsApp a Gri?¨¢n por un art¨ªculo publicado en EL PA?S el pasado 4 de octubre firmado tambi¨¦n por Marcos Pe?a. Y d¨ªas atr¨¢s hablaron sobre la comparecencia, a 72 horas de las elecciones del 10-N, en la comisi¨®n parlamentaria que investiga, entre otros asuntos, el uso de tarjetas de la Junta de Andaluc¨ªa en prost¨ªbulos. Poco m¨¢s.
Chaves ha mantenido su agenda de contactos y sus salidas frecuentes con amigos, a cenar y al cine. Ha asistido a conferencias, a presentaciones de libros y a actos p¨²blicos. Y por tel¨¦fono se manten¨ªa informado de primera mano de la pol¨ªtica. ¡°Ha procurado no quitarse de en medio¡±, se?ala un amigo. Una vez conocida la sentencia, Chaves tiene planeado salir a la palestra. Quiere reivindicar la gesti¨®n de los casi 37 a?os de mandatos socialistas en Andaluc¨ªa y crear un grupo de trabajo con antiguos dirigentes del partido que ayuden a repensar al socialismo andaluz. Una de sus preocupaciones pol¨ªticas en este tiempo ha sido lo que ¨¦l considera ¡°la p¨¦rdida de centralidad¡± del PSOE de Andaluc¨ªa, por el que antes pasaban todas las decisiones que afectaban al PSOE en su conjunto; sobre todo, respecto a la cuesti¨®n catalana. Nunca entendi¨® que el PSOE de Susana D¨ªaz rompiera el tradicional modelo de relaci¨®n con el PSOE federal.
Gri?¨¢n lo ha vivido hacia dentro. Responde a las llamadas de los amigos, pero ¨¦l no llama si no le llaman. Ha salido muy poco de su ¨¢mbito geogr¨¢fico de seguridad ubicado en el municipio del Aljarafe sevillano donde reside. Gente cercana a ¨¦l afirma que el expresidente andaluz, en el tiempo de espera, ha rehuido hablar del proceso judicial: ¡°?l es un hombre de honor y no entiende c¨®mo se ha roto su trayectoria de ¨¦xito de servidor p¨²blico como la gente de su generaci¨®n pol¨ªtica, incluso patrimonialmente¡±, indica uno de ellos. Gri?¨¢n y Chaves viven de su pensi¨®n y en ning¨²n folio del sumario se les imputa enriquecimiento il¨ªcito. Tampoco financiaci¨®n ilegal del PSOE. El hijo mayor de Gri?¨¢n, Manuel, escribi¨® en Facebook: ¡°Muy pocos podr¨¢n decir que han dado mayores pruebas de integridad que mi padre, aunque ¨¦l nunca las cuente¡±. Gri?¨¢n, que es inspector de trabajo, fue consejero andaluz de Salud (1990-1992), ministro de Sanidad (1992-1993), ministro de Trabajo (1993-1996), consejero de Econom¨ªa y Hacienda (2004-2009) y presidente de la Junta (2009-2013).
Antes, durante y despu¨¦s del juicio analiz¨® todo el procedimiento. Se lo sabe de memoria. Y sigue sin comprender por qu¨¦ la Fiscal¨ªa considera la transferencia de financiaci¨®n ¡ªel sistema seguido para pagar los ERE¡ª una suerte de gatera secreta por la que se defraudaba dinero p¨²blico a espuertas. ¡°El cr¨¦dito no delinque nunca¡±, dijo Gri?¨¢n en el juicio, insinuando que el problema era la gesti¨®n del gasto en la Consejer¨ªa de Empleo. Tras declarar en el Tribunal Supremo en abril de 2015 por este caso, cuyo instructor lo exculp¨® de malversaci¨®n, el expresidente andaluz sostuvo que ¡°no hubo un gran plan [para defraudar], pero s¨ª hubo un gran fraude¡± y admiti¨® que ¡°alguno de los controles pudo fallar¡±.
Dos meses despu¨¦s de esa declaraci¨®n, Gri?¨¢n dimiti¨® como senador. Tambi¨¦n Chaves renunci¨® a su acta de diputado al Congreso. Lo hicieron antes de la apertura del juicio oral en la Audiencia de Sevilla, como marca el c¨®digo ¨¦tico del PSOE, y ante el apremio p¨²blico de Susana D¨ªaz, a quien Ciudadanos le exigi¨® la dimisi¨®n de ambos para votar su investidura en 2015. ¡°Pepe, Susana nos ha matado. Es como si nos hubiera clavado un pu?al¡±, le dijo entonces Chaves a Gri?¨¢n, seg¨²n recoge el periodista andaluz Manuel P¨¦rez Alc¨¢zar en su libro Delfines y tiburones sobre las sucesiones en el PSOE andaluz.
A¨²n les queda recorrer juntos, aunque por separado, la apelaci¨®n ante el Tribunal Supremo y solicitar de nuevo sus carn¨¦s de militantes del PSOE si son finalmente exculpados.
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