1.821 p¨¢ginas que entierran 37 a?os
La conmoci¨®n que vive el socialismo andaluz es similar a la que experiment¨® al perder el poder el a?o pasado
Las 1.821 p¨¢ginas de la sentencia del caso ERE entierran, como si fueran cemento, los casi 37 a?os de gobierno del PSOE en Andaluc¨ªa. Cuando quedan justo dos semanas para que se cumpla un a?o de las elecciones que lo desalojaron del poder, el socialismo andaluz ha sufrido un golpe equiparable y del que tardar¨¢ en recuperarse. Y esto es porque la Audiencia de Sevilla no solo ha condenado a la que fue c¨²pula de la Junta durante casi cinco lustros, con los expresidentes Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n a la cabeza, sino tambi¨¦n una forma de gobernar para conseguir la paz social en una comunidad azotada por el paro.
Los magistrados han avalado de principio a fin la tesis que mantuvo la juez Mercedes Alaya acerca de que el fondo de los ERE era completamente ilegal y que fue puesto en marcha con el fin ¨²ltimo de esquivar los controles de la Intervenci¨®n de la Junta y repartir el dinero de forma discrecional entre empresas y personas afines. ¡°La necesidad pol¨ªtica de dar una respuesta r¨¢pida a los grandes conflictos sociolaborales llev¨® a los responsables de la Junta de Andaluc¨ªa a establecer un sistema ¨¢gil, si bien tal agilidad se consigui¨® eliminando los mecanismos de control legalmente establecidos¡±, sostienen los jueces.
Con esta frase, el tribunal pone en cuesti¨®n la pol¨ªtica de concertaci¨®n que puso en marcha Chaves en Andaluc¨ªa tras las crisis industriales de los noventa, una l¨ªnea de acuerdo con empresarios y sindicatos que luego continu¨® Gri?¨¢n y que fue durante a?os bandera del PSOE andaluz. Y avala la teor¨ªa de quienes sostienen que los socialistas tejieron en Andaluc¨ªa una red clientelar que les ayud¨® a ganar una elecci¨®n tras otra gracias a que usaron dinero p¨²blico para acallar la conflictividad social.
La Audiencia zanja as¨ª una pol¨¦mica que empez¨® casi desde el origen de la instrucci¨®n del caso ERE. A lo largo de este tiempo, los principales acusados han reconocido que se produjeron irregularidades con el dinero ¡ªlos conocidos como intrusos, la rapi?a de las comisiones, la arbitrariedad en las ayudas...¡ª, pero defendieron siempre la legalidad del fondo, que tuvo una dotaci¨®n presupuestaria de 680 millones de euros entre 2000 y 2009.
La Audiencia sostiene, por el contrario, que el fondo es ilegal de ra¨ªz y que los rectores de la Junta de Andaluc¨ªa idearon un complejo sistema para burlar cualquier control interno y parlamentario. Para ello utilizaron una herramienta, las transferencias de financiaci¨®n, que efectivamente agilizaba los pagos a las empresas pero sacrificaba la supervisi¨®n del dinero p¨²blico. Los jueces van m¨¢s all¨¢ y sostienen que, en la pr¨¢ctica, los dirigentes condenados falsearon a?o tras a?o el Presupuesto de la comunidad hasta conseguir que fuera una partida completamente opaca y ajena a cualquier escrutinio. ¡°La indebida presupuestaci¨®n de las transferencias de financiaci¨®n en los anteproyectos de presupuestos elaborados por la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda, aprobados por el Consejo de Gobierno, fue lo que permiti¨® que se prescindiera total y absolutamente del procedimiento administrativo en la concesi¨®n y pago de las subvenciones. As¨ª como que los fondos se pudieran destinar a fines ajenos al inter¨¦s p¨²blico¡±, dice la sentencia.
El margen que tienen ahora los condenados para defender la legalidad del fondo de los ERE es el recurso al Tribunal Supremo, pero los antecedentes no les favorecen. Durante el tiempo que la causa fue investigada en el alto tribunal por la condici¨®n de aforados de Chaves y Gri?¨¢n, el instructor, Alberto Jorge Barreiro, sostuvo que la c¨²pula de la Junta utiliz¨® un procedimiento ¡°claramente ilegal¡± para conceder las ayudas sociolaborales a empresas en crisis y mantuvo que ambos prevaricaron con la implantaci¨®n y mantenimiento del sistema.
S¨ª descart¨® el juez Barreiro, y ser¨¢ sin duda una de las principales bazas que emplear¨¢ Gri?¨¢n en su recurso, que los exdirigentes socialistas cometiesen malversaci¨®n. El magistrado apunt¨® entonces que ninguno hab¨ªa intervenido directamente en la entrega de las ayudas ni supo que el dinero se hab¨ªa empleado para el lucro il¨ªcito de terceras personas.
Los socialistas se han apresurado a subrayar que la sentencia deja claro que ninguno de sus hist¨®ricos dirigentes en Andaluc¨ªa se enriqueci¨® y que en ese texto no hay ning¨²n indicio de que el PSOE recibiera financiaci¨®n ilegal, dos argumentos que resultan aplastados por la dureza de una sentencia que la mayor¨ªa no esperaba.
La conmoci¨®n que est¨¢ viviendo el socialismo andaluz es similar a la que experiment¨® el 2 de diciembre del a?o pasado, cuando la suma de PP, Ciudadanos y Vox le ape¨® de su principal e hist¨®rico basti¨®n de poder territorial tras la decisi¨®n de Susana D¨ªaz de adelantar las elecciones.
Ambos factores (p¨¦rdida del Gobierno y condena a la exc¨²pula de la Junta) dejan en una situaci¨®n muy compleja a una federaci¨®n que ha sido la columna vertebral del PSOE en las ¨²ltimas d¨¦cadas y que desde hace mucho tiempo solo vive momentos de zozobra. Chaves y Gri?¨¢n fueron presidentes federales no solo porque ganaran elecciones sino por la autoridad que se les reconoc¨ªa internamente.
En estos momentos, la tregua entre Pedro S¨¢nchez y Susana D¨ªaz, tras la cruenta batalla que ambos libraron por el control del PSOE, est¨¢ pendiente de que Espa?a salga del bloqueo pol¨ªtico. Pero la batalla por el control definitivo del socialismo andaluz sigue ah¨ª. Pendiente.
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