Un cord¨®n sanitario legal, pero pol¨¦mico
Los expertos discrepan sobre la conveniencia y la oportunidad de excluir a Vox de la Mesa del Congreso
Algunos pa¨ªses de Europa a¨ªslan a la ultraderecha. Otros no. Y en Espa?a el debate surge con m¨¢s fuerza que nunca, para angustia del Partido Popular. El cord¨®n sanitario que el PSOE y Unidas Podemos proponen contra Vox no genera consenso entre los pol¨ªticos, y tampoco entre los expertos. Los polit¨®logos consultados por EL PA?S se dividen entre quienes piensan que dejar que el partido de Santiago Abascal entre en la Mesa del Congreso equivale a blanquearlo y quienes consideran que excluirlo supone violar el esp¨ªritu constitucional, que proclama la libertad de ideas y el pluralismo pol¨ªtico. Todos coinciden en que el cord¨®n sanitario es legal; el debate es si resulta leg¨ªtimo.?
V¨ªctor Lapuente, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad de Gotemburgo, tiene dudas: ¡°Erigirse en guardi¨¢n moral y pensar que hay unos representantes de segunda y otros de primera no ayuda, sobre todo en un pa¨ªs con una gran crisis de representatividad¡±, dice. El art¨ªculo 29 del Reglamento del Congreso establece que todos los grupos ¡°gozan de los mismos derechos¡±, aunque para Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Albertos, investigador del CSIC, los propios usos y costumbres parlamentarios han flexibilizado su aplicaci¨®n: ¡°Los partidos lo han alterado por conveniencia pol¨ªtica. Es leg¨ªtimo excluir a Vox en la medida en que haya un consenso entre las dem¨¢s formaciones¡±.
El Reglamento del Congreso es muy claro: los nueve miembros de la Mesa, que es el ¨®rgano de gobierno de la C¨¢mara, se eligen a trav¨¦s de una votaci¨®n de los diputados, por lo que, si Vox no consigue que ninguno de sus candidatos est¨¦ entre los m¨¢s apoyados, se quedar¨¢ fuera. Y ah¨ª entra el juego pol¨ªtico. Normalmente, los grupos parlamentarios pactan entre ellos para que el reparto de la Mesa sea lo m¨¢s acorde posible con la correlaci¨®n de fuerzas en la C¨¢mara, pero en este caso todos?¡ªsalvo el Partido Popular y Ciudadanos¡ª?tratan de hacer c¨¢lculos para evitar que la extrema derecha, que suma 52 diputados, est¨¦ presente.?
Para Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, el verdadero objetivo pol¨ªtico del cord¨®n sanitario es el PP, que gobierna con el apoyo ultra en Madrid y Murcia: ¡°Sirve para poner en aprietos al socio de Vox¡±, opina. Sin embargo, Molina considera que el aislamiento ser¨ªa ¡°un regalo¡± para el partido de Santiago Abascal, que podr¨ªa presentarse ante los medios de comunicaci¨®n como v¨ªctima del establishment. Pablo Sim¨®n, de la Universidad Carlos III de Madrid, coincide: ¡°El combate contra las ideas de Vox debe realizarse por otras v¨ªas¡±.
La Mesa del Congreso califica, ordena y determina los debates, y distribuye los medios materiales y humanos con los que cuentan los grupos pol¨ªticos, por lo que es fundamental para asegurarse el control del d¨ªa a d¨ªa de la C¨¢mara. Pese a este papel relevante, el ¨®rgano no tiene una gran exposici¨®n medi¨¢tica. Para Fern¨¢ndez-Albertos, los beneficios del cord¨®n sanitario superan a los posibles riesgos: ¡°Excluir a Vox limita su capacidad de influir en la agenda, pero la Mesa no es tan llamativa como para que pueda capitalizar la exclusi¨®n¡±. La mayor¨ªa de expertos coincide en que no existe una f¨®rmula m¨¢gica para abordar la amenaza de la ultraderecha, ya que esta ha crecido tanto donde se la ha apartado (Francia o Alemania) como donde est¨¢ normalizada (Italia o Austria).
En Espa?a, la Constituci¨®n establece que los partidos expresan el ¡°pluralismo pol¨ªtico¡± y que el ejercicio de su actividad es ¡°libre¡± siempre que respeten las leyes. Para Molina, el cord¨®n sanitario a la formaci¨®n de Santiago Abascal supondr¨ªa olvidar estos principios ¡°sagrados¡±, y sentar¨ªa un peligroso precedente: ¡°Es como si el PP y Vox expulsasen a Podemos por no condenar la dictadura de Cuba¡±, apunta. Lapuente, que reside en un pa¨ªs ¡ªSuecia¡ª donde la extrema derecha lidera los sondeos, va m¨¢s all¨¢, y relaciona la exclusi¨®n de Vox con la libertad de expresi¨®n: ¡°Debemos ser tolerantes, todas las ideas se tienen que poder discutir¡±.
Pero tambi¨¦n puede entenderse al rev¨¦s. Ignacio S¨¢nchez-Cuenca, de la Universidad Carlos III, no cree que el cord¨®n sanitario ataque ning¨²n derecho, sino que sirve para que el Estado de derecho se proteja ante los ataques de quienes, a su juicio, quieren acabar con ¨¦l: ¡°Se manda la se?al de que quien pretenda romper las reglas del juego democr¨¢tico est¨¢ condenado a mantener una posici¨®n marginal en la pol¨ªtica¡±, sostiene. Y Sim¨®n a?ade: ¡°Integrar a la extrema derecha supone normalizarla¡±. A la espera de la decisi¨®n de los grupos parlamentarios, Vox ya es normal para el 15% de los espa?oles.
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