La b¨²squeda del pesquero ¡®R¨²a Mar¡¯ acaba sin ¨¦xito tras rastrear el Estrecho durante un mes

Un mes y tres d¨ªas de b¨²squeda; 10.300 kil¨®metros cuadrados en la superficie del mar, otros 546 submarinos; 375 horas de navegaci¨®n de los buques Salvamento y m¨¢s de 275 efectivos entre rescatistas, guardias civiles y militares de la Armada. Pero no ha podido ser, la b¨²squeda del pesquero R¨²a Mar ha concluido sin ¨¦xito despu¨¦s de que se hundiera en aguas del Estrecho de Gibraltar el pasado 23 de enero. De los seis marineros que navegaban en su interior, solo han aparecido los cad¨¢veres de dos, el patr¨®n y el guardi¨¢n, mientras que el resto contin¨²an desaparecidos. Cuando el palangrero naufrag¨®, estaba siendo investigado junto a otras embarcaciones por un posible delito de tr¨¢fico de drogas.

¡°La realidad es que no lo hemos encontrado. Eso no quiere decir que no est¨¦ en el fondo¡±, ha reconocido con tono apesadumbrado Jos¨¦ Pacheco, subdelegado del Gobierno en C¨¢diz, en el transcurso de una rueda de prensa en el puerto de Algeciras en la que se ha querido realizar un balance final de las labores de b¨²squeda. Los trabajos comenzaron unas horas despu¨¦s de que, en la madrugada del pasado 23 de enero la radiobaliza del palangrero de Algeciras ¨Caunque faenaba desde Barbate por operatividad¨C comenzara a emitir se?ales a 28 millas del cabo Espartel, en aguas cercanas a Marruecos. El dispositivo se activ¨® por presi¨®n al entrar en contacto con el agua. Lo mismo ocurri¨® con las c¨¢psulas de las balsas salvavidas, liberadas tambi¨¦n del pesquero y que aparecieron tres d¨ªas despu¨¦s.

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Los dos ¨²nicos cad¨¢veres localizados en este tiempo han sido los del patr¨®n, Javier Maza, y el de un marinero y guardi¨¢n del barco, ?scar Maquera. Ambos fueron encontrados cerca de la costa gaditana, en el radio de dispersi¨®n que las autoridades hab¨ªan marcado para la aparici¨®n de posibles restos del naufragio. Los hallazgos llevaron a Salvamento Mar¨ªtimo, la Armada Espa?ola y la Guardia Civil ¨Cinstituciones implicadas en la b¨²squeda¨C a ampliar el radio de b¨²squeda en la costa, pero no llegaron a aparecer nuevos cuerpos de los otros cuatro marineros desaparecidos que tambi¨¦n navegaban en el ¡®R¨²a Mar¡¯ en el el momento del previsible hundimiento. Sin el barco, tampoco se podr¨¢ determinar las causas exactas del naufragio y la hip¨®tesis que se baraja ¡°casi al 100%¡± es la del hundimiento provocado por un golpe de mar.

Las labores de b¨²squeda han atravesado altos y bajos. Un afloramiento de fuel llev¨® a los rescatistas a creer haber encontrado la se?al exacta del barco hundido, aunque finalmente se acab¨® descartando. En este tiempo de trabajos en el mar, el operativo se ha tenido que suspender hasta en dos ocasiones por culpa de temporales en el Estrecho. Pese a que en las pesquisas han participado potentes equipos como un sonar y un robot, las importantes profundidades del ¨¢rea del siniestro han hecho imposible su localizaci¨®n. ¡°La realidad es muy compleja. La sonda se lleg¨® a averiar y el robot estuvo en peligro. Puede que est¨¦ abajo porque est¨¦ en una sima¡±, ha a?adido Pacheco.

Representantes de todas las instituciones implicadas en la b¨²squeda se han reunido en la tarde de este jueves con los familiares de los desaparecidos para comunicarles el fin de los trabajos. ¡°La familia lo ha encajado bastante bien y sobre todo le ha quedado claro que se ha hecho todo lo habido y por haber. El resultado desgraciadamente ha sido negativo¡±, ha abundado el subdelegado del Gobierno. A lo largo de este mes, trabajadores del Instituto Social de la Marina se han reunido con los allegados para, entre otras cuestiones, orientarles sobre las pensiones de viudedad y orfandad que se derivan del naufragio y que ser¨¢n gestionadas por la mutua del barco.

Al R¨²a Mar le sobrevino la tragedia cuando estaba inmerso en una investigaci¨®n de la Audiencia Nacional por un posible delito de tr¨¢fico de drogas. Hac¨ªa unos cinco meses que la Polic¨ªa Nacional estaba realizando pinchazos telef¨®nicos y seguimientos para intentar confirmar si el palangrero y otras embarcaciones de la zona participaban de una red que introduc¨ªa hach¨ªs aprovechando su actividad pesquera en el Estrecho. En el momento del siniestro, las pesquisas a¨²n estaban en fase inicial y ahora est¨¢ por ver el seguimiento que esta investigaci¨®n puede tener tras confirmarse que no ha sido posible localizar la embarcaci¨®n.