Desinfectante con aroma cofrade
La empresa sevillana creadora de un gel hidroalcoh¨®lico con olor a incienso recibe pedidos de toda Espa?a en apenas 24 horas
Antonio Mendoza (Sevilla, 46 a?os) es la quinta generaci¨®n de campaneros de la iglesia colegial del Divino Salvador, el ¨²nico templo de Sevilla en el que las campanas se ta?en a¨²n a mano. Su vida profesional, que comenz¨® junto a su padre a los 14 a?os, ha transcurrido siempre en suelo sagrado y esa especial vinculaci¨®n con todo lo que necesita una parroquia para seguir siendo lugar de culto le ha llevado a crear un gel hidroalcoh¨®lico con olor a incienso que ha causado sensaci¨®n en el mundo cofrade.
¡°Lanzamos el producto el jueves por la ma?ana y en menos de 24 horas nos han llegado pedidos de toda Andaluc¨ªa, de Madrid, Zaragoza, Valladolid¡ La noticia ha corrido como la p¨®lvora y nos est¨¢n llamando de toda Espa?a. De momento, solo de particulares nos han pedido m¨¢s de 200 garrafas de cinco litros y todav¨ªa no nos ha llegado el producto¡±, comenta Antonio Mendoza camino de la nave de Cantillana (Sevilla) sede del grupo Campa, un conglomerado de 11 empresas creado por Mendoza que da servicios a las iglesias.
¡°Durante el confinamiento entr¨¦ en contacto con un fabricante de gel hidroalcoh¨®lico desinfectante de Valencia y le propuse la idea de hacer un gel con aroma a incienso y otro a azahar. Ellos lo estudiaron y les pareci¨® una buena idea; as¨ª que se han sumado al grupo Campa. De momento, han sacado el de incienso y ya nos va a llegar un cami¨®n. El de azahar, un olor que define totalmente a Sevilla, tambi¨¦n lo har¨¢n m¨¢s adelante. No va a oler como el incienso quem¨¢ndose, pero da un aroma agradable. A partir de las tres de la tarde del jueves, toda la f¨¢brica est¨¢ produciendo solo gel de incienso para abastecernos¡±, comenta orgulloso Mendoza que, adem¨¢s de campanero, es t¨¦cnico de sonido, especialista en trabajos verticales e inform¨¢tico.
¡°No paran de llamarnos. Tenemos pedidos de numerosas iglesias, hermandades, bares y tiendas cofrades y tambi¨¦n algunas empresas que lo han encargado para regalarlo a sus trabajadores. Esto del coronavirus ha llegado para quedarse por un tiempo, as¨ª que el gel se convertir¨¢ en algo cotidiano e imprescindible, puesto que es obligatorio que est¨¦ en todos los establecimientos¡±, explica el empresario sevillano que ha integrado en el grupo Campa a todos los profesionales necesarios para el mantenimiento de las iglesias: imagineros, restauradores, carpinteros, electricistas, campaneros, fabricantes de vestimenta lit¨²rgica, t¨¦cnicos de iluminaci¨®n art¨ªstica, de sonido, de trabajos verticales¡
El tatarabuelo de Antonio Mendoza ya era campanero del Salvador, un edificio barroco de finales del siglo XVII levantado, en parte, por el arquitecto Leonardo de Figueroa sobre la Mezquita Mayor de Sevilla. Su padre, tambi¨¦n Antonio Mendoza, 67 a?os, es actualmente el campanero titular de la iglesia colegial, adem¨¢s de sacrist¨¢n. ¡°Y no tiene intenci¨®n de jubilarse¡±.
¡°Existe un documento que dice que un tal Antonio Mendoza, campanero de Sevilla, puso las campanas de varias iglesias de la provincia de Gipuzkoa en 1853. Ese fue mi tatarabuelo. A mi abuelo, tambi¨¦n Antonio, le llamaban el Hombre mosca porque se sub¨ªa a donde hiciera falta para poner una campana, sin arneses ni cuerda ni nada. Y yo, cuando mi padre se jubile, continuar¨¦ subiendo a la torre del Salvador¡±, comenta el campanero, quien recuerda que todos los templos sevillanos han electrificado sus campanas, incluso la catedral, de forma que nadie tiene que subir a la torre para tocarlas.
¡°Ahora en el Salvador solo se tocan para llamar a misa, porque a la gente en la ciudad le molestan las campanas. En los pueblos s¨ª se conservan los distintos toques: el ¨¢ngelus, la se?al de difuntos seg¨²n se trate de un hombre, una mujer o un ni?o, las ¨¢nimas, las l¨¢grimas de San Pedro. Aunque ya casi nadie sabe distinguirlos. Es un oficio que se est¨¢ perdiendo¡±, concluye Mendoza, as¨ª que no sabemos si habr¨¢ sexta generaci¨®n de la familia en el Salvador.
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