?Se habla demasiado de salud mental?
Algunos expertos se cuestionan si las intervenciones psicol¨®gicas a gran escala est¨¢n realmente ayudando a las generaciones m¨¢s j¨®venes. Otros sostienen que ese planteamiento es pol¨¦mico y que todav¨ªa no hay datos suficientes para valorarlo
La salud mental en Espa?a empeora cada d¨ªa. Cada vez hay m¨¢s suicidios, m¨¢s casos de depresi¨®n, y la ansiedad afecta al 6,7% de poblaci¨®n, m¨¢s de 3 millones de personas. A esta crisis se le han atribuido numerosas causas: redes sociales, la covid-19, crisis clim¨¢tica, crisis econ¨®mica, cambios en la estructura familia. Pero, ?y si parte del problema es que, precisamente, se est¨¢ hablando demasiado de salud mental?
Ahora mismo, en Espa?a, acuden al psic¨®logo m¨¢s de 12 millones de personas ¡ªun 26,2 % de la poblaci¨®n¡ª, seg¨²n el informe de Mutua Madrile?a del a?o pasado. Esta cifra es sustancialmente superior al 5,4 % de espa?oles que acud¨ªan a consulta hace cinco a?os. Adem¨¢s, el consumo de ansiol¨ªticos ha aumentado un 18,9%, lo que supone un incremento del 13 % en los ¨²ltimos cinco a?os, seg¨²n datos del Ministerio de Salud. Esta situaci¨®n tambi¨¦n se da en gran parte del resto del mundo. En 2004, un 13% de los estadounidenses recib¨ªan tratamiento de salud mental, en 2021, el porcentaje hab¨ªa subido hasta casi el 22%.
Los expertos y los medios de comunicaci¨®n llevan tiempo pregunt¨¢ndose por qu¨¦ los problemas de salud mental aumentan, a pesar de que cada vez es m¨¢s frecuente ir al psic¨®logo, se recetan m¨¢s medicamentos y existe una mayor sensibilizaci¨®n: desde la instauraci¨®n de un D¨ªa Mundial de la Salud Mental hasta figuras p¨²blicas como el pr¨ªncipe Harry, la deportista Simone Biles o la cantante Selena G¨®mez compartiendo p¨²blicamente sus luchas, para avanzar en la desestigmatizaci¨®n.
¡°Sobreinterpretar¡± s¨ªntomas
A principios de mayo, The New York Times pon¨ªa sobre la mesa la siguiente hip¨®tesis: ?y si la terapia psicol¨®gica y las campa?as de concienciaci¨®n, especialmente aquellas dirigidas a los adolescentes, est¨¢n, parad¨®jicamente, agravando el problema de la salud mental? El art¨ªculo admite que algunas campa?as de concienciaci¨®n ayudan a los adolescentes a identificar trastornos que necesitan tratamiento con urgencia, pero advierte de que, en otros, este tipo de acciones puede llevar a ¡°sobreinterpretar los s¨ªntomas¡±, y ¡°verse a s¨ª mismos como m¨¢s problem¨¢ticos de lo que son¡±. Es decir, j¨®venes que, al conocer m¨¢s sobre los s¨ªntomas de trastornos mentales a trav¨¦s de campa?as, empiezan a pensar que sus experiencias comunes de estr¨¦s, tristeza o ansiedad son indicativas de un problema mayor.
?De d¨®nde sale esta hip¨®tesis? Principalmente de un art¨ªculo publicado el a?o pasado por dos psic¨®logos de la Universidad de Oxford: Lucy Foulkes y Jack Andrews. EL PA?S ha contactado con Andrews, quien aclara que el art¨ªculo no presenta hallazgos concretos, sino que es una pieza te¨®rica que plantea la ¡°hip¨®tesis de la inflaci¨®n de la prevalencia¡±. ¡°Por un lado, sabemos que los esfuerzos de concienciaci¨®n han llevado a un reconocimiento m¨¢s preciso de los s¨ªntomas de salud mental que anteriormente no se reconoc¨ªan o no se informaban. Este aumento en la precisi¨®n es un resultado positivo, ya que permite que m¨¢s personas busquen la ayuda que necesitan¡±, explica por correo.
?Cu¨¢l es la parte negativa? ¡°Cuando estos esfuerzos llevan a algunas personas a interpretar formas leves y transitorias de angustia como problemas de salud mental graves que requieren tratamiento¡±, afirma. Es decir, la sobreinterpretaci¨®n. Andrews subraya la necesidad de emprender m¨¢s investigaciones para probar esta teor¨ªa, aunque asegura que ahora mismo ya hay pruebas suficientes como para pensar que en muchas escuelas de varios pa¨ªses del mundo se est¨¢n llevando a cabo tratamientos sin base cient¨ªfica. ¡°Varios ensayos a gran escala en escuelas han hallado efectos iatrog¨¦nicos (negativos o no intencionados) al aplicar intervenciones basadas en la atenci¨®n plena, la Terapia Cognitivo-Conductual y la Terapia Dial¨¦ctico-Conductual¡±.
No es la primera vez que alguien defiende esta tesis. Este a?o, la periodista Abigail Shrier ha publicado un libro titulado Bad Therapy: Why the Kids Aren¡¯t Growing Up (Mala terapia: ?Por qu¨¦ los ni?os no est¨¢n creciendo?). En este ensayo se plantea si la generaci¨®n Z (nacidos desde mediados o finales de la d¨¦cada de 1990) padece m¨¢s problemas mentales que las generaciones anteriores, precisamente por culpa de una pedagog¨ªa que ha puesto un ¨¦nfasis significativo en sus sentimientos y bienestar emocional, y en pr¨¢cticas de crianza centradas en la validaci¨®n emocional y el apoyo psicol¨®gico. ¡°?C¨®mo es posible que ni?os criados con delicadeza hayan llegado a creer que han sufrido traumas infantiles incapacitantes? ?C¨®mo unos ni?os que han recibido mucha m¨¢s psicoterapia que cualquier otra generaci¨®n se han sumido en un pozo sin fondo de desesperaci¨®n?¡±, se pregunta en el libro.
Ana, una artista madrile?a de 26 a?os, asegura que, por su experiencia, el aumento en la sensibilizaci¨®n y el ¨¦nfasis en la salud mental s¨ª pueden llevar a una sobreinterpretaci¨®n de los s¨ªntomas y a una autoabsorci¨®n excesiva en los problemas emocionales. Se define a s¨ª misma como una persona con ¡°una salud mental delicada de base¡±, ¡°con una adicci¨®n cr¨®nica a la vida online¡±, ¡°el tipo de persona que, con 15 a?os, pod¨ªa encerrarse una semana en su cuarto escuchando a Lana del Rey¡±.
Ha ido a terapia psicol¨®gica en tres momentos distintos de su vida. La ¨²ltima hace algo m¨¢s de un a?o. Le ayud¨® a resolver un conflicto amoroso, ¡°si es que se puede llamar as¨ª al proceso de salir de una relaci¨®n t¨®xica¡±. Dej¨® de ir antes de que le hubiesen dado el alta. El motivo era que se sent¨ªa ¡°saturada de s¨ª misma¡±, no pod¨ªa dejar de pensar en c¨®mo se encontraba en cada momento, en si le conven¨ªa o no hacer cualquier cosa. ¡°A eso se uni¨® que casi todas mis amigas empezaron a ir al psic¨®logo, y nos pas¨¢bamos horas hablando de nuestros sentimientos, como en bucle. Casi se volvi¨® imposible disfrutar de la vida¡±, afirma.
Planteamiento pol¨¦mico
La tesis defendida por todos estos autores tiene una dimensi¨®n innegablemente pol¨¦mica. La visibilizaci¨®n de los problemas de salud mental se considera un avance significativo en la conquista de derechos sociales, ¡°un derecho humano fundamental¡±, seg¨²n la OMS. Adem¨¢s, esta tesis presenta algunos puntos d¨¦biles. ¡°Por un lado, se podr¨ªa argumentar que confunde correlaci¨®n con causalidad¡±, defiende el psic¨®logo especializado en terapia infantil Manuel Pozuelo. ¡°El hecho de que m¨¢s personas est¨¦n buscando tratamiento y que haya m¨¢s informes de problemas de salud mental no necesariamente implica que la visibilizaci¨®n sea la causa del aumento en estos problemas, M¨¢s bien, podr¨ªa indicar una mayor disposici¨®n a reconocer y tratar estos problemas, lo cual es un avance positivo¡±.
El experto se?ala que actualmente en Espa?a solo hay seis psic¨®logos por cada 100.000 habitantes en el Sistema Nacional de Salud, tres veces menos que la media europea, una situaci¨®n que se repite en gran parte del mundo. Pozuelo argumenta que, ante la falta de recursos adecuados para abordar los problemas de salud mental de manera efectiva, las campa?as de prevenci¨®n pueden resultar cruciales. ¡°La detecci¨®n temprana y el tratamiento de los problemas de salud mental son esenciales. Retrasar o minimizar estos problemas bajo el argumento de que podr¨ªan ser ¡®sobreinterpretaciones¡¯ podr¨ªa llevar a consecuencias m¨¢s graves a largo plazo. La visibilizaci¨®n permite que las personas identifiquen y aborden estos problemas antes de que se agraven¡±, defiende.
En resumen, hay una posici¨®n que defiende que el enfoque excesivo en uno mismo y la autopercepci¨®n como pacientes de enfermedades mentales contribuye al aumento de los problemas de salud mental; y otra que argumenta que la mayor sensibilizaci¨®n y tratamiento son avances positivos, ya que permiten que m¨¢s personas reconozcan y aborden sus problemas antes de que se agraven. El fil¨®sofo S?ren Kierkegaard no estar¨ªa particularmente de acuerdo con ninguna de las dos posturas. En su libro El concepto de la angustia, defiende la idea de que este sentimiento es una parte esencial de la condici¨®n humana y puede ser vista como una se?al de potencial crecimiento y autodescubrimiento. Como ¨¦l mismo escribi¨®: ¡°La angustia es la realidad de la libertad como posibilidad frente a la posibilidad¡±.
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