?Ser¨¢ este el declive de los ¡®manitas¡¯?
Ikea compra Task Rabbit, una ¡®startup¡¯ de recados y arreglos a domicilio
Todas las startups de nuevo cu?o se defin¨ªan hace tres a?os ante periodistas e inversores como ¡°el Uber de¡¡±, en una analog¨ªa que quer¨ªa remarcar su utilidad. Era el auge de la econom¨ªa bajo demanda. Proliferaron los servicios a domicilio o de trabajo. Se vend¨ªa tiempo libre a cambio de dinero. Desde hacer la colada con solo dejar una bolsa sucia en la puerta a pasear el perro o hacer la compra en los supermercados m¨¢s selectos. Incluso se cre¨® una aplicaci¨®n para alquilar a un chef para sorprender a los invitados a cenar. En San Francisco se extendi¨® una broma: ¡°El pr¨®ximo servicio va a ser una madre que te haga la cama¡±.
En los ¨²ltimos dos a?os se han rebajado las expectativas y frenado la inversi¨®n en muchas de estas aplicaciones de rentabilidad dudosa. Sigue muy viva la pelea por la entrega de comida a domicilio, con promociones agresivas de Amazon Restaurants, Uber Eats, Munchery y Yelp para fidelizar a los restaurantes y hacerse en exclusiva con el reparto de los m¨¢s queridos por esta caprichosa ciudad donde la pizza de br¨®coli es se?a de identidad. Estados Unidos, el pa¨ªs donde los garajes parecen una ferreter¨ªa a la ¨²ltima, donde se arreglan los coches viejos como afici¨®n dominguera o se levantan casas en el ¨¢rbol para deleite de la prole, empieza a dedicar su tiempo de ocio a otro tipo de experiencias. El consumo expr¨¦s, la ausencia de recambios en gran parte de la electr¨®nica de consumo, con componentes en bloque y pensados para un uso desechable, han cambiado los h¨¢bitos.
Cuando Best Buy, la gran tienda de inform¨¢tica de Estados Unidos, lanz¨® su Geek Squad, se reflej¨® el primer s¨ªntoma. Por una cantidad adicional, un t¨¦cnico pod¨ªa ir a casa o la oficina para instalar la impresora, limpiar el ordenador de virus o crear una red inal¨¢mbrica para el hogar. Un profesional supl¨ªa al amigo inform¨¢tico, para ofrecer un servicio que, te¨®ricamente, el usuario tendr¨ªa que saber ejecutar siguiendo las instrucciones. ?Les suena de algo?
- La carrera por los manitas
Amazon, siempre un paso por delante pero con caminos alternativos, lo ha encarado de manera distinta. Con Amazon Home Services ofrece a un manitas para que monte los muebles del jard¨ªn, instale la alarma de humo, arregle la pantalla del iPhone o limpie la moqueta. El cat¨¢logo no deja de crecer. Todos los encargos tienen la correspondiente cr¨ªtica y valoraci¨®n, con hasta cinco estrellas. Los de Seattle quieren que en lugar de ir a P¨¢ginas Amarillas o Google en b¨²squeda de un fontanero, se entre en su tienda. O mejor a¨²n, que se digan las palabras m¨¢gicas: ¡°Alexa, quiero un fontanero¡±.
Los estadounidenses, cuyos garajes siempre se han asemejado a una tienda de bricolaje, empiezan a dedicar su ocio a otras cosas¡±
?Que estos oficios ya exist¨ªan? Claro, pero Amazon los centraliza, se embolsa una comisi¨®n y los lleva de la mano al cliente que lo necesita. Si alguien acaba de comprar una estanter¨ªa seguramente puede desear que se la monten. Con un conocimiento del usuario tan profundo como el suyo, saben si el comprador es un estudiante o un jubilado montando su segunda residencia. Por sus gustos tambi¨¦n puede entender cu¨¢les son sus aficiones y sugerir el especialista m¨¢s adecuado.
Ikea quiere mantener su hegemon¨ªa en el mundo de los muebles de temporada. Y no solo desea que sea m¨¢s f¨¢cil transportar y montar sus productos, sino que aspira a que no requieran ning¨²n tipo de esfuerzo, aunque sea a costa de sacrificar el precio del que hasta ahora presum¨ªan. Ikea acaba de comprar una startup dedicada a las chapuzas, arreglos y recados. Task Rabbit naci¨® hace nueve a?os. Se hizo muy popular gracias a un icono (un conejo corriendo) que ocupaba la primera pantalla de los millennials. Serv¨ªa tanto para encargar una pizza, un entrenador personal por horas o una persona que hiciera fila para entrar en un concierto. El precio estimado, a falta de cifra oficial, es de 50 millones de d¨®lares. Tanto el CEO, Stacy Brown-Philpot, como el equipo, de 60 personas, seguir¨¢n en sus puestos. Se trata de un acqui-hire, como se denomina en el argot a las compras que se ejecutan para absorber el talento de la startup. Se llevan consigo la agenda de 60.000 chapuzas que se ofrecen en la plataforma. En el cortejo estaban tambi¨¦n Google, donde trabaj¨® el fundador, Yelp e IAC.
- El acuerdo con Task Rabbit
Este verano, Ikea y Task Rabbit firmaron un primer acuerdo para ensamblar los muebles tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Ikea, en los ¨²ltimos a?os, ha dado un viraje hacia la tecnolog¨ªa. Con ventas de m¨¢s de 36.000 millones de d¨®lares anuales, una plantilla de 183.000 empleados y 389 tiendas, ha comenzado a poner su mirada en el transporte el¨¦ctrico y la infraestructura. Al mismo tiempo, ha sido un socio muy cercano de Apple. Los de Cupertino se han tomado su tiempo hasta dar el paso al frente con la realidad aumentada. Rara vez Apple llega primero a algo, pero suele llegar mejor. En esta ocasi¨®n lo han hecho con una app que permite proyectar c¨®mo quedar¨ªan los muebles del fabricante sueco en el sal¨®n, la cocina o el jard¨ªn con solo usar el m¨®vil. La colaboraci¨®n entre ambas ha dado uno de esas aplicaciones que adem¨¢s de cumplir con la funci¨®n anunciada, sirve de pasatiempo por su buena ejecuci¨®n.
En Espa?a experimentan con ShopperMotion, una startup local pasada por la incubadora de TechStars que permite reconocer el recorrido de los clientes en su superficie comercial.
El gran damnificado de esta ola ha sido Handy, su competidor. Tras quedarse sin una inyecci¨®n adicional de capital riesgo, busca reubicarse cuando el l¨ªder del mercado ya tiene un hermano mayor que le surta de clientes y soporte financiero, as¨ª como una red para llevar a cabo su expansi¨®n internacional como una marca de la casa matriz.
Puede que en un futuro los robots nos quiten el trabajo. Hasta que esto suceda, los grandes del comercio buscan la manera de vender m¨¢s y, de paso, llevarse una comisi¨®n de los servicios que provean otros humanos. Esta tendencia deja claro que los americanos de hoy ya no son esos aficionados al bricolaje. El hazlo t¨² mismo se ha esfumado con el sue?o americano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.