?Salvar¨¢ ¡®blockchain¡¯ a los profesionales del porno?
Semianonimato, privacidad y, sobre todo, adi¨®s a los intermediarios. Si internet cambi¨® para siempre el consumo de porno, ¡®blockchain¡¯ puede revolucionar c¨®mo y cu¨¢nto cobran sus profesionales.
Es un negocio legal, pero sus trabajadores est¨¢n constantemente amenazados por la posibilidad de que Paypal, Visa o Mastercard bloqueen su dinero o decidan, unilateralmente, por qu¨¦ tipo de trabajo no pueden cobrar. Y es un negocio millonario -una investigadora estadounidense calcul¨® en 2014 que mov¨ªa 97.000 millones de d¨®lares-, pero, con esas condiciones financieras, los que lo protagonizan terminan resign¨¢ndose a abonar grandes comisiones a intermediarios o a cobrar de forma muy poco convencional. Por ejemplo, con bonos de Amazon.
Lo podemos llamar porno o entretenimiento para adultos. Es lo mismo: contenidos er¨®ticos de diferente intensidad para mayores de edad, ya sean pel¨ªculas hasta clips de diez minutos o webcams donde los performers, como les gusta llamarse en el sector, act¨²an para alguien al otro lado del ordenador. No es un trabajo f¨¢cil: mucha competencia global, pr¨¢cticamente ninguna representaci¨®n sindical, una corta y solitaria carrera laboral y esas dificultades mencionadas para cobrar por tu trabajo. Esas condiciones podr¨ªan explicar en parte la sucesi¨®n de muertes de varias estrellas del porno, un fen¨®meno casual que ha puesto el foco en lo que pocos quieren ver del negocio.
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En esta industria digital, los trabajadores de carne y hueso son, salvo excepciones, los que peor lo tienen. La tecnolog¨ªa poco puede hacer respecto a c¨®mo se trabaja, pero s¨ª en c¨®mo se cobra. Y si se trata de desintermediar y evitar censuras, nada mejor, hablemos de porno o de cualquier tipo de contenido digital, que blockchain y su aplicaci¨®n de momento m¨¢s conocida, las criptomonedas.
Un vistazo a Coinmarketcap -que recopila la cotizaci¨®n de m¨¢s de 1.500 criptomonedas- permite comprobar que ya est¨¢n en marcha varias monedas digitales para contenidos para adultos, como Titcoin o Sexcoin, pero su valor es irrisorio. Adem¨¢s, hay otras en pleno lanzamiento de su ICO, como Eroiy, creada sobre la plataforma de blockchain asi¨¢tica NEM. Pero probablemente el proyecto m¨¢s interesante sea el de Spankchain, que cuenta entre sus promotores con la estrella del porno Janice Griffith.
Ni bitcoin ni monedas convencionales: Monero
Spank significa entre otras cosas azote, y es un t¨¦rmino habitual en el mundo del porno y el sexo. La ¡®cadena de azotes¡¯ promete mejorar los pagos de los ¡®performers¡¯ gracias a sus contratos inteligentes sobre la plataforma de ethereum, y en su white paper (algo as¨ª como la presentaci¨®n oficial del proyecto) presume de sus tokens, sus sistemas de identificaci¨®n de edad, sus APIs, de su capacidad de a?adir publicidad a los contenidos¡ y, para el usuario, del anonimato. Se acab¨® lo de dar nombre, una tarjeta de cr¨¦dito, contrase?a, email¡ cada vez que se consumen contenidos para adultos. Con la clave privada Pepe P¨¦rez deja de ser Pepe P¨¦rez para convertirse en acdE2612f6af, y ya no paga en euros, sino en ethers, la criptomoneda de la ethereum.
Amarna Miller?-nombre art¨ªstico- es una licenciada de Bellas Artes de 27 a?os exactriz porno que ahora dirige pel¨ªculas para adultos, si bien su fama procede fundamentalmente de su labor de activista en defensa del ¡°porno ¨¦tico¡±, es decir, con seguridad laboral y un marco legal. Cuenta por email desde Los ?ngeles, epicentro de la industria y donde vive, que ¡°cualquier iniciativa que elimine intermediarios a la hora de recibir pagos es positiva y potencialmente empoderadora¡±.
Y las monedas digitales tienen ventajas menos obvias que el simple hecho de cobrar sin sobresaltos: ¡°?Cambios de divisas!¡±, escribe. ¡°Hay pocos pa¨ªses que concentren la suficiente cantidad de productoras como para no tener que viajar constantemente para poder llegar a fin de mes. Esto significa que cuando ruedas en Londres te pagan en libras. Te vas a EEUU y acabas con un mont¨®n de d¨®lares. Todo ese dinero ha de ser transformado en euros con la consecuente comisi¨®n. Si recibes el pago en criptomonedas, ?voil¨¢!¡±.
Alex Casas, experto en usos de la?cadena de bloques?para la acci¨®n social, apunta a otra ventaja de las criptomonedas y la cadena de bloques en el mundo del porno: se ajustan como un guante a los micropagos -desde una propina a apenas dos minutos de consumo-, que en el caso de Spankchain se van acumulando para facilitar las transacciones, ¡°como cuando vas pidiendo cervezas en un bar y solo pagas al final¡±, seg¨²n explican.
Para Casas, es sorprendente que?blockchain no tenga todav¨ªa un gran protagonismo en el mundo del porno, y no solo por las funcionalidades de la tecnolog¨ªa. El porno fue clave primero en el despegue de la industria del video y, despu¨¦s y sobre todo, en la popularizaci¨®n de internet: fueron muchos m¨¢s los que metieron un m¨®dem en su casa para ver sexo que para consultar la Enciclopedia Brit¨¢nica. Desde entonces, consumir porno tiene mucho m¨¢s que ver con el semi-anonimato y la tecnolog¨ªa; blockchain puede ser una nueva vuelta de tuerca que en este caso no deje de lado a los que est¨¢n delante de la c¨¢mara.
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