Emprender por obligaci¨®n, la alternativa de las mujeres que quieren conciliar

El problema de la conciliaci¨®n es de todos: padres, madres, mujeres y hombres. Pero, una vez m¨¢s, es la madre trabajadora la que lo sufre m¨¢s agudamente. "Mis padres no pod¨ªan hacerse cargo de mi segundo hijo y me vi obligada a acogerme a una reducci¨®n de jornada. Desde entonces los proyectos m¨¢s grandes recaen en mis compa?eros y siento miedo por no saber cu¨¢nto m¨¢s voy a durar en mi puesto. Las pocas mujeres que consiguen llegar a mi cargo, cuando son madres, tarde o temprano, terminan renunciando". Son las palabras de una de las pocas mujeres que ocupan el cargo de directora creativa en nuestro pa¨ªs. Las jornadas maratonianas a las que se deben enfrentar en este sector (muchas veces ven c¨®mo las agujas del reloj llegan a marcar las once de la noche, e incluso las tres de la ma?ana) hacen incompatible este trabajo con la maternidad.

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Pero no es la ¨²nica profesi¨®n en la que la falta de conciliaci¨®n provoca discriminaci¨®n. La realidad es que el 58% de las 24.000 mujeres encuestadas por Malasmadres ha renunciado a su carrera profesional al formar una familia, frente al 6% de sus parejas hombres. Y el problema va m¨¢s all¨¢, ya que el 51% ha tenido que soportar situaciones negativas en su vida laboral despu¨¦s de dar a luz.

• Emprender por necesidad

Ante este escenario, muchas mujeres encuentran salida en el emprendimiento. Un observatorio realizado a 700 mujeres emprendedoras por la comunidad Extraordinaria afirma que el 82% da el salto a este mundo por conciliar o por alinear su estilo de vida profesional con el personal. "Si la mayor¨ªa de los hombres decide hacerlo por sentirse realizados y crecer personal y profesionalmente, es triste ver c¨®mo las mujeres lo hacen por necesidad", se lamenta Gemma Fillol, fundadora y directora creativa de la comunidad.

Este es el caso de Flor Terberck. Esta profesora e investigadora de estad¨ªstica se vio sin su puesto de trabajo nada m¨¢s dar a luz, al perder la subvenci¨®n p¨²blica que lo sosten¨ªa. Tras darse cuenta de que encontrar un nuevo empleo era tarea imposible, por ser madre, comenz¨® con su primer proyecto: Peque Tablet. "Yo no decid¨ª emprender, me vi obligada y hacerlo con un beb¨¦ no es la mejor de las situaciones. Requiere much¨ªsimo esfuerzo, inestabilidad... La parte positiva es que te da flexibilidad. Yo soy la due?a de mi tiempo", afirma Terbeck.

Fracasar en el intento es algo habitual entre emprendedores, por eso muchas mujeres deciden adelantarse y lanzarse antes de que la necesidad sea inminente. Es el caso de Eva Est¨¦vez. Ella ten¨ªa el trabajo de sus sue?os: era estilista en el mundo del cine y la televisi¨®n pero quer¨ªa ser madre. Y, una vez m¨¢s, por la falta de conciliaci¨®n de esta profesi¨®n, sab¨ªa que no podr¨ªa hacerlo si segu¨ªa en ella. Por eso, antes de ser madre, decidi¨® fundar Encuire. "Emprender requiere mucho sacrificio. Sinceramente si hubiese tenido a mi hija en ese momento no s¨¦ si lo habr¨ªa conseguido", afirma. Ahora ella tampoco se puede imaginar c¨®mo consiguen compaginar su vida laboral y familiar las madres trabajadoras por cuenta ajena. "?Qu¨¦ pasa si tu hija se pone enferma y no encuentras con qui¨¦n dejarla? Yo si una ma?ana tengo que quedarme en casa por necesidad, trabajo por la noche. Siento que tengo el poder de la s¨²per organizaci¨®n. Esa es la clave de por qu¨¦ muchas mujeres emprendemos", explica.

• Leyes y educaci¨®n

Pero, ?qu¨¦ se puede hacer? Laura Baena, fundadora de Malasmadres, da algunas claves.

1. Educaci¨®n: Hay que trabajar por cambiar los roles y derribar la sociedad patriarcal en la que nos encontramos. En este aspecto, Carmen Polo, directora de recursos humanos de AXA, aporta una informaci¨®n alarmante: las generaciones m¨¢s j¨®venes de mujeres muestran una estructura mental cada vez m¨¢s sometida a los hombres en los procesos de selecci¨®n de la compa?¨ªa.
2. Luchar por la corresponsabilidad en los hogares. "El cuidado de los hijos es femenino. Las tareas del hogar son femeninas. Las mujeres hemos salido a trabajar fuera de casa, pero el hombre no ha entrado a trabajar en casa", dice Baena. Y sus palabras las demuestra uno de sus ¨²ltimos informes en el que se desvel¨® que en el 72% de los casos era la mujer la que estaba pendiente de los requerimientos de los colegios o guarder¨ªas; en el 67%, de los asuntos m¨¦dicos; y en el 66%, de la puesta de lavadoras.
3. Aprobaci¨®n de leyes que sean palanca del cambio social, como una red de guarder¨ªas gratuita, la puesta en marcha de horarios flexibles de entrada y salida o la normativa anunciada una y otra vez por el Gobierno de la limitaci¨®n de la jornada laboral hasta las seis de la tarde.
4. Permisos igualitarios e intransferibles de maternidad y paternidad. "Si queremos que un contrato de una mujer y un hombre valga lo mismo no hay otra soluci¨®n", sentencia Baena.

• La empresa puede

Pero, mientras estas iniciativas se ponen en marcha, las empresas pueden ya trabajar por la conciliaci¨®n y por la igualdad, muestra de ello son AXA e Ikea. Ambas intentan, con diferentes acciones, que sus empleados, ya sean mujeres u hombres, tengan las mismas oportunidades y animan con programas de asesoramiento a que ellas acepten puestos de responsabilidad.

En el ¨²ltimo convenio colectivo de AXA, se reconoce el derecho de los empleados a no responder llamadas ni correos profesionales fuera de su horario de trabajo, salvo causas de fuerza mayor. Una medida que se suma a otros derechos como el horario flexible entre las nueve y las seis y cuarto de la tarde, la posibilidad de trabajar desde casa (actualmente m¨¢s del 50% de su plantilla est¨¢ dotada de los recursos necesarios para poder hacerlo) y no acudir al centro de trabajo si tu hijo ha ca¨ªdo enfermo. Otro de sus recursos estrella es la ampliaci¨®n de dos semanas, tanto para padres como para madres, del periodo de lactancia.

Al ser una empresa de distribuci¨®n, Ikea tiene esta tarea m¨¢s complicada pero en relaci¨®n a sus cargos m¨¢s altos no tiene problemas. Sus directores de tienda cuentan con horarios flexibles entre las cuatro de la ma?ana y las once y media de la noche, entre otros apoyos.