Uber apuesta por las bicis compartidas y los patines el¨¦ctricos

Va a ser que la revoluci¨®n de la movilidad urbana que nos prometen los apologetas de las smart cities va en serio. As¨ª lo creen al menos Uber y su gran competidora Lyft. El gigante empresarial fundado por Travis Kalanick compr¨® en abril la startup de bicicletas el¨¦ctricas Jump por unos 200 millones de d¨®lares. Lyft, desconocida en Europa pero que opera en unas 300 ciudades de EE UU y Canad¨¢, recogi¨® el guante y se hizo a principios de este mes por 250 millones con Motivate, la mayor empresa de bicicletas compartidas de Norteam¨¦rica.

No son los ¨²nicos movimientos de estas dos grandes compa?¨ªas en movilidad verde. La primera acaba de entrar en una ronda de financiaci¨®n de 335 millones de d¨®lares abierta por Lime, una startup de patines el¨¦ctricos compartidos. Estos aparatos, la ¨²ltima moda en San Francisco, prometen ir conquistando poco a poco el centro de las ciudades como ya lo est¨¢n haciendo las bicis sin amarre (dockless) de Ofo o Mobike.

Lyft tambi¨¦n est¨¢ en plenos tr¨¢mites para obtener permisos para operar en la ciudad californiana con estos peque?os veh¨ªculos el¨¦ctricos, que triunfan en los llamados trayectos de ¨²ltima milla (el tramo final de los desplazamientos). La ¨²nica firma capaz de mantener el pulso con la de Kalanick est¨¢ llegando tambi¨¦n a acuerdos con varias ciudades estadounidenses para integrar en su app la oferta p¨²blica de transporte.

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• Del transporte a la movilidad

Los ide¨®logos de la movilidad inteligente, una de las grandes apuestas de las smart cities, sostienen que alg¨²n d¨ªa el trayecto tipo en las grandes ciudades podr¨ªa ser algo parecido a esto: ir en coche a la estaci¨®n, coger el metro o el tren y, a la salida, una bicicleta para llegar hasta la oficina. Este esquema ya es posible gracias a los servicios municipales de bicicletas y, m¨¢s recientemente, a las bicicletas compartidas asi¨¢ticas. Las empresas de movilidad compartida hace tiempo que presionan a los ayuntamientos de las grandes ciudades para que sus servicios encuentren encaje en esta f¨®rmula. Pueden ayudar, aseguran, a cumplir el objetivo de reducir el tr¨¢fico urbano.

La obsesi¨®n de Uber ha sido siempre lograr que salga a cuenta dejar el coche en el garaje. La premisa sobre la que se edific¨® su imperio es que a la gente le da igual ir al trabajo en su veh¨ªculo o en el de un tercero: lo que interesa es llegar a de la forma m¨¢s r¨¢pida, c¨®moda y barata posible. Parece que la compa?¨ªa est¨¢ lista para a?adir una postilla a su lema: te llevamos a donde quieras por los medios que t¨² elijas.

Uber copi¨® de Lyft la idea de que cada conductor pusiera su coche. Ahora se fija en Didi Chuxing¡±

Uber ya no se conforma con ser un servicio de coches con conductor: ahora quiere ser una empresa de movilidad en sentido amplio. Incluso ofrece en algunas poblaciones de EE UU la opci¨®n de alquilar el coche a particulares. Su objetivo, como el de Lyft, es aglutinar en una sola app toda la oferta relevante de transporte. ?Por qu¨¦ no hacer parte del trayecto en coche y, al acercarse al centro, seguir en patinete el¨¦ctrico? ?Por qu¨¦ no ir en bici en aquellos desplazamientos que resulte m¨¢s c¨®modo? Reunir toda esa oferta en una misma aplicaci¨®n puede hacer que los consumidores acaben asociando movilidad en su conjunto a una sola marca.

• Ideas no originales

Conviene recordar que Uber empez¨® como un servicio de transporte de lujo. La visi¨®n de Travis Kalanick y Garrett Camp era algo as¨ª como democratizar las limusinas. El gran salto adelante de la compa?¨ªa se produjo cuando decidieron incluir en la aplicaci¨®n opciones mucho m¨¢s econ¨®micas. Y, m¨¢s importante todav¨ªa, cambiaron radicalmente su modelo: pasaron de tener en propiedad la flota que conduc¨ªan los conductores por hacer que fueran estos ¨²ltimos quienes pusieran su propio coche (UberX, lo que en Espa?a se lanz¨® como Uber Pop). Eso dispar¨® la oferta de veh¨ªculos disponibles y a la vez hizo m¨¢s efectivo el servicio para los usuarios.

La f¨®rmula maestra que tanto ¨¦xito les dar¨ªa no fue una idea original de Kalanick: la copiaron de Lyft, su gran competidor en EE UU. Tal y como recuerda Brad Stone en su libro Lo que viene (Deusto, 2017), dedicado a los or¨ªgenes de Uber y Airbnb, los dos mayores gigantes de la econom¨ªa de plataformas ni siquiera inventaron los negocios en los que triunfaron. Si ya hab¨ªa ubers antes de Uber y airbnbs antes de Airbnb, ?c¨®mo lograron imponerse a sus competidores? La tesis de Stone es que, en tanto que ambas nacieron en San Francisco, tuvieron mucho acceso a la comunidad tecnol¨®gica y al capital riesgo. ¡°Exponer tus ideas a la gente adecuada te puede permitir levantar mucho dinero, y cuando se trata de crecer r¨¢pido y expandirse por el mundo para contar con la ventaja de ser el primer en llegar, el acceso al capital puede marcar la diferencia¡±, explica este periodista de Bloomberg News.

En el caso de Uber, resulta que los fundadores ya eran emprendedores experimentados. Hab¨ªan puesto en marcha negocios anteriormente, por lo que sab¨ªan lo que hab¨ªa que hacer. Y no se les cayeron los anillos cuando hubo que decidir darle una vuelta al negocio con UberX, algo que suele costar a muchos empresarios primerizos.

• Inspiraci¨®n asi¨¢tica

Tampoco han sido ahora originales al apostar por convertirse en una app de movilidad en may¨²sculas. Esta vez no se han copiado de Lyft, sino de Didi Chuxing, el equivalente local de Uber en China, gran dominador del mercado en el gigante asi¨¢tico. La firma gestiona cada d¨ªa millones de trayectos en coches con conductor, compartidos o de alquiler, buses, minibuses y bicicletas.

Ese es el modelo hacia el que parecen avanzar Uber y Lyft: todas las opciones al alcance de una app. Una idea inspirada en una empresa china.