Udo Kier: ¡°A partir de ahora, solo har¨¦ papeles protagonistas. Nada de vampiros¡±
El actor alem¨¢n repasa una larga carrera junto a directores como Gus van Sant, Lars von Trier o Fassbinder y celebra su primer personaje principal a los 77 a?os
![Udo Kier, el pasado 2 de enero, en el festival de Palm Springs, en California.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CZXVYESDZJFJBODCQ3CPFGKVI4.jpeg?auth=ff20f0907cb120bfe61de789765c64a53000d12e1025f64bf57cade58998ec1f&width=414)
Una biograf¨ªa que empieza con las palabras ¡°exc¨¦ntrico como persona y en sus personajes¡± dice mucho. En las distancias cortas, Udo Kier supera las expectativas. Amigo de Andy Warhol, David Hockney o Keith Haring, la casa de Palm Springs (antigua biblioteca modernista construida en 1965) de este actor alem¨¢n al borde de los 77 a?os es un extenso museo de arte moderno por el que se pasean su tortuga gigante Han Solo y su perra enana Liza Minnelli. La filmograf¨ªa que le ha llevado hasta all¨ª es igual de pintoresca, una larga sucesi¨®n de m¨¢s de 200 t¨ªtulos de culto plagada de personajes secundarios que en manos de otro habr¨ªan pasado desapercibidos, pero que interpretados por este provocador con ojos de husky siberiano son referencia de una era cultural y de un tipo de cine. Ese que en diferentes d¨¦cadas sacudi¨® el clasicismo del s¨¦ptimo arte. Paul Morrissey, Dario Argento, Gus van Sant, Lars von Trier y, por supuesto, Rainer Werner Fassbinder fueron sus maestros y Kier, su actor fetiche.
Ahora Todd Stephens ha contado con ¨¦l en Swan Song para hacer algo que Kier nunca hizo en Estados Unidos: un papel protag¨®nico. La pel¨ªcula todav¨ªa no tiene distribuci¨®n garantizada en Espa?a. ¡°La gran diferencia es la tecnolog¨ªa. Ahora todo es v¨ªdeo, digital, demasiado t¨¦cnico. Las actrices se agrupan alrededor del monitor mordi¨¦ndose las u?as y pidiendo una nueva toma porque no se gustan. Yo soy m¨¢s ¡®vieja escuela¡¯. De ver los dailies [el material filmado durante la jornada de rodaje que se muestra a los miembros del equipo] al d¨ªa siguiente, trabajando con Fassbinder sin monitor y buscando en el cuarto oscuro la tira de pel¨ªcula que quer¨ªa sustituir por otra en el montaje¡±, recuerda.
Han cambiado m¨¢s cosas y de ah¨ª su inter¨¦s por el personaje de Swan Song, un pintoresco peluquero al que sacan de su retiro en una residencia de ancianos para que devuelva a sus a?os de gloria a una antigua clienta que acaba de fallecer. ¡°Las l¨¢grimas que ves son de verdad, pensando en los amigos que murieron de sida. Ahora, con una pastilla, es indetectable¡±, se emociona pensando en los avances de la comunidad LGTBIQ+, a la que pertenece con orgullo.
Todo lo que sale de sus labios suena a leyenda. O a cuento. Pero as¨ª es su biograf¨ªa. Naci¨® en Colonia, hijo de madre soltera y ¨²nica superviviente (junto con su hijo reci¨¦n nacido) de un bombardeo aliado que acab¨® con las paredes de la sala de maternidad en la que acababa de dar a luz. Fue vegetariano forzoso ¡ª¡±porque mi madre solo pod¨ªa darme sopas, sopas y sopas¡±¡ª. As¨ª hasta los 17 a?os, cuando se fue a Inglaterra. ¡°No porque quisiera ser actor. Lo que quer¨ªa era trabajar en una compa?¨ªa tipo Bayer y viajar por el mundo¡±, relata.
Ah¨ª le convencieron para dedicarse a la interpretaci¨®n, ¡°cuando los peri¨®dicos hablaban de la nueva ola del cine¡±, y le gust¨® la atenci¨®n. Tambi¨¦n por entonces conoci¨® a un joven Fassbinder, de 15 a?os, en un bar de camioneros y su amistad se convirti¨® en colaboraci¨®n y camarader¨ªa, ¡°que no affaire, como se ha insinuado¡±, recalca sobre el cineasta con quien trabaj¨® en m¨²ltiples proyectos como Berlin Alexanderplatz. ¡°Soy un hombre afortunado. Todos los directores me han encontrado. Nunca le ped¨ª trabajo a nadie porque imag¨ªnate si le digo a David Lynch: ¡®Me gustar¨ªa trabajar contigo¡¯. Seguro que me responde: ¡®?Y qui¨¦n no?¡±, se r¨ªe.
Kier no recuerda los guiones de las pel¨ªculas que ha hecho, pero se acuerda claramente de los momentos que le llevaron al ¡°s¨ª¡±. Por ejemplo, de cuando Van Sant, al que conoci¨® en el Festival de Berl¨ªn, le ofreci¨® trabajar en Mi Idaho privado. ¡°Pens¨¦ que los directores deben de sentirse muy solos en los festivales y por eso ofrecen papeles¡±, se vuelve a re¨ªr. De Alexander Payne recuerda la torre de at¨²n con aguacate que se comieron juntos cuando le conoci¨® para Una vida a lo grande. Y de John Carpenter rememora la leche que estaba poniendo en su caf¨¦, en Musso & Frank, cuando le ofreci¨® para Cigarette Burns (El fin del mundo en 35mm). ¡°Charlas amigables. Hay tantos actores que solo hablan de s¨ª mismos. Como yo ahora. Pero estoy haciendo una entrevista¡±, a?ade sin intentar hacer de ello una disculpa. Con Morrisey coincidi¨® en un avi¨®n de Roma a M¨²nich. ¡°Como estos americanos siempre quieren conversaci¨®n, me pregunt¨® a qu¨¦ me dedicaba y cuando contest¨¦ que actor me dijo que era el director de Andy Warhol y se apunt¨® mi tel¨¦fono en el pasaporte¡±, destaca de un momento que le llev¨® a interpretar Carne para Frankenstein y Sangre para Dr¨¢cula, producidas por Warhol.
De cervezas con Lars von Trier
La relaci¨®n con Von Trier tambi¨¦n se fragu¨® en un festival, pero en este caso fue Kier quien inici¨® la b¨²squeda. Acababa de ver El elemento del crimen y decidi¨® que ten¨ªa que conocerle: ¡°Esperaba alguien como Kubrick o Fassbinder, bien vestido pero gru?¨®n, y me encontr¨¦ con un estudiante con el que me fui de cervezas¡±. As¨ª han seguido trabajando m¨¢s de 30 a?os. De hecho, siguen porque acaba de concluir la continuaci¨®n de su trabajo en la serie El reino. Padrino de su hija mayor, de Von Trier aprendi¨® su m¨¢xima en la interpretaci¨®n. ¡°Nos lo dijo a todos, a Lauren Bacall, a Ben Gazzara, a James Caan, a Nicole Kidman. ¡®No actu¨¦is¡¯. Y no sabe lo dif¨ªcil que es no actuar cuando est¨¢s actuando¡±.
Kier estaba contento convertido en un ¡°hombre del desierto¡±, alguien que no necesita trabajar para vivir, rodeado del arte que acumula/colecciona y que tambi¨¦n incluye obras de Matisse, Giacometti, Jeff Koons o Robert Mapplethorpe, entre otros muchos. ¡°Como actor, siempre envidio a los artistas pl¨¢sticos¡±, refunfu?a. Y si no fuera actor, ser¨ªa jardinero, plantando las semillas que obligatoriamente le traen sus amigos para su jard¨ªn.
La buena acogida de Swan Song le ha despertado el gusanillo. ¡°A partir de ahora, solo protag¨®nicos. Nada de vampiros. Quiz¨¢s interpretar a William Burroughs, con su sombrero y sus gafas hablando delante de su casa de las gambas que pesc¨® en el lago¡±, describe de una escena que vivi¨® junto al escritor. O quiz¨¢s acabe sus d¨ªas boca abajo en la piscina, como Joe Gillis en El crep¨²sculo de los dioses. ¡°Cuando alguien diga que estoy aguantando la respiraci¨®n, otro le responder¨¢: ¡®No, est¨¢ muerto¡±.
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