Probada con ¨¦xito una nueva opci¨®n para las pacientes con el c¨¢ncer de mama m¨¢s agresivo

Hace 40 a?os, de todas las mujeres diagnosticadas de c¨¢ncer de mama, alrededor del 70% permanec¨ªan al menos cinco a?os sin sufrir una reca¨ªda. Ahora, esa cifra se acerca al 90%. Ese progreso se ha logrado, entre otras cosas, gracias a la comprensi¨®n de la enorme diversidad de esta enfermedad. La quimioterapia ya desde los a?os 70 hab¨ªa demostrado su capacidad para mejorar las perspectivas de las pacientes cuando se aplicaba despu¨¦s de la cirug¨ªa. Se a?adieron los tratamientos hormonales y, m¨¢s adelante, las terapias dirigidas, eficaces frente a tumores que expresaban en exceso la prote¨ªna HER2, que han reducido paulatinamente el impacto del c¨¢ncer de mama. Sin embargo, hay un tipo de estos tumores del que se desconocen puntos d¨¦biles como los que han hecho posibles los avances anteriores. Los conocidos como triple negativo, porque sus c¨¦lulas no tienen receptores de estr¨®geno ni progesterona y producen poco HER2, a¨²n tienen escasas opciones terap¨¦uticas. Son alrededor del 15% de los tumores de mama, son m¨¢s comunes entre las menores de 40, mucho m¨¢s agresivos y con peor pron¨®stico.

Hoy, la revista New England Journal of Medicine publica los resultados de un estudio que ofrece una nueva opci¨®n terap¨¦utica a estas pacientes. El ensayo, en el que participaron 847 pacientes, ha mostrado que, cuando al tratamiento habitual de estos tumores, la quimioterapia, se le a?ade un f¨¢rmaco de inmunoterapia, pembrolizumab, la supervivencia media se incrementa en siete meses en pacientes con c¨¢ncer triple negativo avanzado: de los 16,1 meses a los 23. Siete meses m¨¢s de supervivencia global que los autores del estudio, liderados por Javier Cort¨¦s, director del IBCC (International Breast Cancer Center) de Barcelona, consideran un dato ¡°muy relevante¡±.

Los tratamientos experimentales se prueban en personas con peores perspectivas, pero ofrecer¨¢n m¨¢s beneficios con pacientes con tumores menos avanzados

Para lograr ese beneficio, los responsables del ensayo han identificado un marcador con utilidad terap¨¦utica. El PD-L1 es una prote¨ªna que utiliza nuestro organismo para identificar las c¨¦lulas sanas y evitar que nuestro propio sistema inmune, adem¨¢s de eliminar virus o bacterias nocivas, nos haga da?o. Esa funci¨®n protectora la aprovechan tambi¨¦n algunas c¨¦lulas tumorales, aut¨¦ntico reverso maligno de nuestro ser normal, para evitar ser detectadas y destruidas por nuestras defensas. Los tratamientos inmunoterap¨¦uticos, como el anticuerpo monoclonal pembrolizumab, empleado en este estudio, son capaces de quitar esa m¨¢scara al c¨¢ncer y exponerlo al sistema inmune. El 40% de las personas con tumores de mama triple negativo tienen niveles altos de este biomarcador y se podr¨¢n beneficiar del nuevo tratamiento.

Sara L¨®pez-Tarruella, onc¨®loga m¨¦dica del Hospital Gregorio Mara?¨®n y miembro del grupo Geicam de investigaci¨®n en c¨¢ncer de mama, considera que el resultado es importante, y ¡°no solo por el aumento global de supervivencia¡±. ¡°Entre 2000 y 2017, con este grupo de pacientes, solo se ha logrado una mejora de siete meses, y es muy poco. La inmunoterapia, que ha mostrado respuesta en muchos tumores, no lo ha hecho casi en c¨¢ncer de mama¡±, explica L¨®pez-Tarruella, que no ha participado en el estudio. ¡°Esto va a abrir la puerta a que la inmunoterapia se siga explorando para el c¨¢ncer de mama y eso es importante¡±, a?ade. Como todos los tratamientos experimentales, se ponen a prueba primero entre las personas con peores perspectivas, pero ofrecer¨¢n unos beneficios m¨¢s notables cuando se apliquen a pacientes con el tumor menor avanzado. ¡°Ah¨ª es donde se puede tener un mayor impacto y ya se est¨¢ haciendo¡±, remacha L¨®pez-Tarruella.

Javier Cort¨¦s recuerda que el aumento de supervivencia de siete meses registrado en el estudio ¡°es el mayor en la historia del c¨¢ncer de mama triple negativo metast¨¢sico¡±, aunque reconoce que es necesario ¡°seguir investigando para poder seguir mejorando la calidad de vida y la supervivencia de estas pacientes¡±. Adem¨¢s, destaca la importancia de tener un marcador como el PDL1 para seguir mejorando la clasificaci¨®n de unos tumores que hasta ahora contaban con pocas opciones. En el esfuerzo para ganar terreno al c¨¢ncer se combina la clasificaci¨®n de los tumores seg¨²n sus caracter¨ªsticas y las posibilidades que ofrecen distintos f¨¢rmacos, solos o combinados para frenarlos. Cort¨¦s apunta a que en el futuro ser¨¢ importante la combinaci¨®n de caballos de Troya con la inmunoterapia. Los primeros son medicamentos que combinan un f¨¢rmaco dirigido para llevar una quimioterapia hasta el tumor y liberar all¨ª la carga con m¨¢s intensidad y menos efectos secundarios. La inmunoterapia podr¨ªa adem¨¢s desenmascarar los tumores que se ocultan bajo la expresi¨®n de prote¨ªnas como la PDL1 e incrementar la eficacia de los otros f¨¢rmacos.

C¨¦sar Rodr¨ªguez, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), coincide en la importancia de los resultados. Por un lado, afirma que, ¡°aunque al p¨²blico los siete meses de supervivencia a?adidos le pueda parecer poco, los grandes avances en oncolog¨ªa se producen sumando siete meses aqu¨ª y siete meses all¨ª, hasta lograr a?os de supervivencia¡±. Rodr¨ªguez, que es onc¨®logo del Hospital Universitario de Salamanca, destaca tambi¨¦n la aportaci¨®n de este trabajo a la medicina de precisi¨®n. ¡°El estudio muestra que la gente con mayor expresi¨®n de PDL-1 [alrededor del 40%] se beneficia mucho, mientras que los que no tienen esa expresi¨®n apenas se benefician¡±, explica. ¡°Eso nos va a permitir dar el tratamiento a las pacientes que de verdad se van a beneficiar, y evitar dar un medicamento potencialmente t¨®xico y muy caro a las que no lo necesiten¡±, concluye.

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