Los cient¨ªficos al frente de la lucha europea contra el c¨¢ncer: ¡°Hay que quitar los coches de las ciudades¡±

El c¨¢ncer se suele gestar en silencio, sin pompas ni ruido. Basta que unas diminutas c¨¦lulas se desmadren, y empiecen a multiplicarse sin control, para hacer progresar una de las enfermedades m¨¢s devastadoras del planeta. Esta dolencia, que mata a 10 millones de personas cada a?o, se ha convertido ya en la primera causa de muerte en el mundo y su incidencia sigue creciendo. Europa, con menos del 10% de la poblaci¨®n mundial, registra la cuarta parte de todos los casos de c¨¢ncer en el mundo y la Comisi¨®n Europea se ha conjurado para neutralizarlo con un proyecto, la Misi¨®n C¨¢ncer, que prev¨¦ ¡°salvar m¨¢s de tres millones de vidas¡± hasta 2030.

El reto es ambicioso y hay miles de mentes trabajando en ello. Tres de ellas son el onc¨®logo Josep Tabernero, la investigadora Anna Bigas y el cient¨ªfico franc¨¦s Eric Solary, que coordinan el grupo de expertos designado por la Comisi¨®n para fijar las l¨ªneas estrat¨¦gicas en investigaci¨®n oncol¨®gica para esta d¨¦cada con el fin de mejorar la comprensi¨®n del c¨¢ncer. Hace unos d¨ªas se reunieron en Barcelona con varios centenares de especialistas europeos para empezar a aterrizar las prioridades. ¡°La idea de la misi¨®n sobre el c¨¢ncer es obtener un nuevo nivel de comprensi¨®n del c¨¢ncer. Es una enfermedad compleja, con muchos factores implicados, y la idea es alcanzar un nuevo nivel de entendimiento de los mecanismos de la enfermedad¡±, explica Solary, cient¨ªfico del Instituto Nacional de Investigaci¨®n en Salud y Medicina de Francia y coordinador de Understand Cancer (UnCan), una iniciativa europea destinada a avanzar en el conocimiento de la enfermedad.

Habr¨¢ que priorizar, advierte Tabernero, director del Vall d¡¯Hebron Institut d¡¯Oncologia (VHIO). El onc¨®logo admite que, si bien toda la investigaci¨®n oncol¨®gica es importante, tendr¨¢n que elegir aquellas ¨¢reas ¡°que tendr¨¢n m¨¢s impacto¡±. El onc¨®logo es poco optimista con lograr el reto que se propone Bruselas, pero se afanan en ello: ¡°Lo que la Misi¨®n C¨¢ncer tiene como objetivo ¡ªque no es conseguible, pero es bueno tener objetivos que te inspiren¡ª, es aumentar la supervivencia del c¨¢ncer al 70% en 2030 y reducir un 30% los tumores. En estos momentos, la supervivencia es del 58% en hombres y del 62% en mujeres; y, te¨®ricamente, el 45% de los tumores son evitables. Con estos n¨²meros, nos hemos focalizado en seis ¨¢reas para aumentar el conocimiento. Una es la prevenci¨®n: hay poca financiaci¨®n y hay que estudiar m¨¢s c¨®mo se puede prevenir el c¨¢ncer. En segundo lugar, el diagn¨®stico precoz, porque hay tumores que probablemente no se van a prevenir, pero si los diagnosticamos precozmente, como el c¨¢ncer de p¨¢ncreas, ganaremos en supervivencia¡±. Las otras ¨¢reas estrat¨¦gicas en las que focalizar esfuerzos son las resistencias a los tratamientos, los tumores en la infancia, el rol del envejecimiento en esta enfermedad y c¨®mo tratar a los supervivientes.

Uno de los planes del proyecto UnCan es afinar la hoja de ruta para crear un centro europeo de datos sobre c¨¢ncer con aportaciones de todos los pa¨ªses: la informaci¨®n biom¨¦dica se integrar¨¢ con otro tipo de datos, como observaciones geogr¨¢ficas o de estilo de vida, para ponerlos a disposici¨®n de la comunidad cient¨ªfica y avanzar en la comprensi¨®n de la enfermedad desde todas las aristas posibles. ¡°Probablemente no sepamos qu¨¦ vamos a encontrar, pero eso es la investigaci¨®n. Una de las grandes cuestiones es comprender c¨®mo el c¨¢ncer interact¨²a en todos los organismos, qu¨¦ es lo que permite que los tumores crezcan. Necesitas alg¨²n tipo de autorizaci¨®n del organismo para que el c¨¢ncer crezca en el cuerpo y esperamos, al recopilar muchos tipos de informaci¨®n, comprender c¨®mo el tumor est¨¢ creciendo e interactuando con su entorno¡±, apunta Solary.

El m¨¦dico franc¨¦s enfatiza la urgencia de descifrar m¨¢s en profundidad esta enfermedad. ¡°Los casos de c¨¢ncer van a aumentar un 20% en los pr¨®ximos 20 a?os por el envejecimiento de la poblaci¨®n y por la exposici¨®n a compuestos que ni siquiera se conocen o se entienden. Por tanto, es necesario comprender mejor los mecanismos por los cuales podemos prevenir o diagnosticar el c¨¢ncer¡±.

La colaboraci¨®n entre pa¨ªses ser¨¢ clave para mejorar este conocimiento del c¨¢ncer, apunta Bigas, directora cient¨ªfica del Centro de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red de C¨¢ncer (Ciberonc): ¡°Falta coordinaci¨®n, sobre todo, a nivel de estructuras supranacionales. Un equipo puede llegar hasta cierto punto y ser el mejor del mundo. Pero hay cosas que hay que abordarlas de forma multidisciplinar y desde diferentes grupos¡±, defiende.

Recursos escasos para prevenci¨®n

En prevenci¨®n, un ¨¢rea siempre carente de recursos e investigaci¨®n, seg¨²n Tabernero, hay mucho margen de maniobra. ¡°La incidencia de c¨¢ncer est¨¢ aumentando por el envejecimiento y porque cada vez nos exponemos m¨¢s a h¨¢bitos de vida nocivos. Hay que continuar trabajando en el d¨¦calogo de h¨¢bitos saludables [dejar de fumar, hacer ejercicio f¨ªsico y evitar comidas ultraprocesadas, entre otros], pero hay cosas que no son tan obvias y que se tienen que estudiar, como la influencia de los micropl¨¢sticos o el papel del microbioma. No lo sabemos todo¡±, advierte el onc¨®logo. El director del VHIO asegura que ¡°hay que quitar los coches de las ciudades¡±, por ejemplo, pero hay otras medidas que requieren m¨¢s investigaci¨®n para poder hacer recomendaciones: ¡°Para empezar a disminuir los contaminantes ambientales o denunciar la influencia de la comida preparada en el microbioma, lo primero que se requiere es conocimiento. No puedes legislar ni limitar lo que no conoces¡±.

El onc¨®logo fija la atenci¨®n tambi¨¦n en la mejora de las herramientas tecnol¨®gicas para facilitar la detecci¨®n precoz. Por ejemplo, la biopsia l¨ªquida, una t¨¦cnica que permite detectar, a trav¨¦s de un an¨¢lisis de sangre u otros l¨ªquidos del cuerpo, restos de ADN tumoral. ¡°La biopsia l¨ªquida nos va a ayudar mucho, pero todav¨ªa no la tenemos suficientemente avanzada para diagnosticar precozmente los tumores. Es un problema t¨¦cnico, pero saldr¨¢. Hay que avanzar m¨¢s¡±, se?ala. Leer solo el ADN, admite, no ser¨¢ suficiente, y habr¨¢ que integrar los conocimientos sobre el funcionamiento de las prote¨ªnas y sobre epigen¨¦tica (las sustancias qu¨ªmicas que rodean al ADN y pueden modificar su funci¨®n) para afinar las t¨¦cnicas de detecci¨®n. ¡°Mirar solo el ADN no aporta todo lo que quer¨ªamos porque muchos tumores, cuando son muy peque?os, no secretan suficiente ADN an¨®malo. Para tumores que no son f¨¢cilmente evitables y tienen pron¨®stico malo [como el de p¨¢ncreas, por ejemplo], la ¨²nica manera de mejorar ser¨¢ identificar poblaciones de riesgo y hacer un diagn¨®stico precoz con nuevas tecnolog¨ªas, como la biopsia l¨ªquida u otras¡±.

Entre la posibilidad de llegar a curar el c¨¢ncer o controlar la enfermedad como una dolencia cr¨®nica, Solary ve factibles ambas opciones. ¡°Probablemente, podremos curar parte de los tumores, especialmente los que diagnosticamos temprano¡±, se?ala. Pero en otros procesos oncol¨®gicos, m¨¢s asociados a la edad y que sufren pacientes mayores que no pueden tolerar tratamientos fuertes, quiz¨¢s ¡°sea mejor para su calidad de vida controlar la progresi¨®n de la enfermedad¡± sin aspirar a acabar con ella. Para mejorar en estas dos v¨ªas, en cualquier caso, se necesitar¨¢ m¨¢s investigaci¨®n, insisten los cient¨ªficos. ¡°Los c¨¢nceres que ya est¨¢n aqu¨ª son una urgencia. Pero tenemos que mirar hacia el futuro y lo que tenemos que hacer es ser capaces de prevenir y diagnosticar antes¡±, reflexiona Bigas.

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