Rompiendo el silencio del aborto espont¨¢neo: ¡°Me sent¨ª una fracasada, como si fuera mi culpa¡±
La p¨¦rdida de un beb¨¦ antes del parto sucede en alrededor del 20% de los embarazos. Las mujeres que lo viven tienden a culpabilizarse y multiplican por dos las posibilidades de sufrir depresi¨®n y ansiedad
El verano pasado, en una calurosa tarde de agosto, Susana Thakur, de 38 a?os, y Amaya (que prefiere no dar su apellido), de 39, bailaron, bebieron y celebraron en la boda de un amigo. Ninguna de las dos lo sab¨ªa entonces, pero ambas estaban embarazadas. Meses m¨¢s tarde, cuando sus respectivos m¨¦dicos les anunciaron, con un par de semanas de diferencia, que hab¨ªan sufrido un aborto, las dos echaron la vista atr¨¢s, a esa noche, y se preguntaron si quiz¨¢ hab¨ªan hecho algo mal: si ha...
El verano pasado, en una calurosa tarde de agosto, Susana Thakur, de 38 a?os, y Amaya (que prefiere no dar su apellido), de 39, bailaron, bebieron y celebraron en la boda de un amigo. Ninguna de las dos lo sab¨ªa entonces, pero ambas estaban embarazadas. Meses m¨¢s tarde, cuando sus respectivos m¨¦dicos les anunciaron, con un par de semanas de diferencia, que hab¨ªan sufrido un aborto, las dos echaron la vista atr¨¢s, a esa noche, y se preguntaron si quiz¨¢ hab¨ªan hecho algo mal: si hab¨ªan bebido una copa de m¨¢s, saltado demasiado fuerte. Igual fue aquel canap¨¦ de jam¨®n o el queso sin pasteurizar. Sab¨ªan que era una actitud masoquista, pero desconoc¨ªan hasta qu¨¦ punto era una actitud com¨²n.
Seg¨²n un estudio del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginec¨®logos, las mujeres que sufren un aborto espont¨¢neo tienden a culpabilizarse, lo que les hace sentirse aisladas y solas. Al sufrirlo, se multiplican por dos las posibilidades de sufrir depresi¨®n y ansiedad y por cuatro el riesgo de suicidio.
Despu¨¦s de buscar culpas en el pasado reciente, Amaya y Susana rebobinaron a¨²n m¨¢s atr¨¢s. Se cuestionaron toda su vida y se hundieron en la depresi¨®n. ¡°Pens¨¦ que ya era demasiado tarde, que no ten¨ªa que haber esperado tanto tiempo a quedarme embarazada¡±, explica Amaya, que no da su apellido por miedo a que le penalice en la b¨²squeda de empleo. ¡°Me sent¨ª una fracasada, como si fuera mi culpa¡±, apunta Susana. Estas dos madrile?as de clase media y vida media se conocen desde hace 15 a?os. Se consideran amigas. Pero no se contaron por lo que estaban pasando. Durante meses se vieron, se preguntaron ¡°?qu¨¦ tal?¡±, y se respondieron que ¡°bien, gracias, ?y t¨²?¡±. Sonrieron y hablaron de frusler¨ªas mientras estaban rotas por dentro.
Cada a?o se producen 23 millones de abortos espont¨¢neos en todo el mundo, lo que equivale a 44 p¨¦rdidas de embarazos cada minuto. Sucede constantemente y, sin embargo, parece que no suceda nunca. Entre el 15% y el 25% de los embarazos reconocidos cl¨ªnicamente acaban en p¨¦rdida. ¡°Cuando el m¨¦dico me coment¨® estos datos, me qued¨¦ de piedra¡±, explica Susana en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°No pens¨¦ que esto le pasara m¨¢s que a un 0,5%. Y, la verdad, jam¨¢s me plante¨¦ que me pudiera pasar a m¨ª¡±, reconoce.
Susana cre¨ªa que el aborto espont¨¢neo era una tr¨¢gica excepci¨®n. Cuando le sucedi¨® a ella se empez¨® a convertir en una posibilidad: una entre cuatro. A Amaya le sucedi¨® lo mismo. Al compartir su experiencia salieron a flote otras historias similares. Llevaban a?os sumergidas en su entorno social, como minas en un mar en calma. ¡°Es alucinante la cantidad de casos que hay a tu alrededor, la cantidad de gente que pasa por esto y no lo cuenta¡±, reflexiona con un t¨¦ en la mano y un trauma todav¨ªa reciente.
El del aborto espont¨¢neo es un club secreto al que nadie quiere pertenecer. Y solo al ingresar una se da cuenta de cu¨¢n grande es. ¡°Hay una especie de mandato social que te empuja a no contarlo¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica la psic¨®loga especializada en duelo perinatal Pilar G¨®mez-Ulla. ¡°Parte de la idea de que, si lo pierdes, mejor no haber montado mucho espect¨¢culo, mejor no haberlo dicho. Pero eso tambi¨¦n significa que, en ese caso, est¨¢s sola¡±, a?ade la experta.
El silencio en torno a los primeros meses de embarazo se ha codificado en las recomendaciones m¨¦dicas y la sabidur¨ªa popular. Toda mujer sabe que no deber¨¢ hablar de su embarazo abiertamente hasta que no pasen las primeras 12 semanas. Esto tiene un beneficio claro. Amaya explica que cuando supo de su aborto, tuvo que desandar un camino dif¨ªcil y penoso: ¡°Es muy duro, llamar a quien le hab¨ªas dado una buena noticia para decir que no, que es mala. Te sientes gilipollas y sabes que la otra persona va a sentir pena por ti e igual vais a estar hablando media hora de lo duro que es todo. Ah¨ª es cuando dices ¡®vale, entiendo perfectamente por qu¨¦ la gente no lo dice¡±.
Pero este no es el ¨²nico motivo que ayuda a mantener un silencio lleno de matices. Hablar del aborto es dif¨ªcil. Es duro. El final sangriento e inoportuno de un embarazo se sit¨²a en la intersecci¨®n de tres temas inc¨®modos: el sexo, la muerte y la regla. Esta incomodidad elimina la conversaci¨®n y fomenta el aislamiento de quien lo sufre, su estigmatizaci¨®n. Cubre con un velo de misterio un tema del que ya de partida se sabe muy poco.
Los m¨¦dicos suelen explicar, lo hicieron con Amaya y Susana, que el aborto sucede sin m¨¢s. Durante los primeros meses del embarazo, en la divisi¨®n y duplicaci¨®n cromos¨®mica, se pueden producir errores gen¨¦ticos, que a veces son incompatibles con la vida y provocan abortos espont¨¢neos. La mayor¨ªa de estos errores son aleatorios, de origen desconocido.
Al 71% de las mujeres que sufren un aborto no se les da un motivo, seg¨²n una encuesta realizada en 2019 por la ONG Tommy¡¯s. La mayor¨ªa salen de la consulta desorientadas, sin entender qu¨¦ ha pasado ni por qu¨¦ a ellas. Sin respuestas, muchas acaban navegando a la deriva en un mar de recomendaciones en foros y libros pseudocient¨ªficos que prometen f¨®rmulas para mejorar la calidad de los ¨®vulos. Acudiendo a las consultas de m¨¦dicos privados, nutricionistas y herbolarios. Hay pensadoras como Linda L. Layne, autora del ensayo Rompiendo el silencio: una agenda para un discurso feminista sobre la p¨¦rdida del embarazo (JSOTR, en ingl¨¦s), que defienden la necesidad de iniciar un debate p¨²blico y sincero del aborto como una forma de empoderamiento feminista.
Pero G¨®mez-Ulla opina que hay que matizar esta idea y no forzar a las mujeres a compartir siempre sus embarazos y sus abortos: ¡°Lo importante es fomentar un clima en el que pudi¨¦semos tomar estas decisiones m¨¢s libremente¡±. Y este clima se est¨¢ construyendo poco a poco. En 2009, ella misma sufri¨® un aborto en el primer trimestre de embarazo. Antes, hab¨ªa sufrido la muerte de dos beb¨¦s que nacieron prematuros. Desde entonces, admite, el cambio ha sido enorme: ¡°Enorme en cuanto a la atenci¨®n sanitaria, enorme en cuanto a la visibilidad que tiene el tema en medios de comunicaci¨®n, en pel¨ªculas, en series, en libros. Hay montones de mujeres compartiendo sus experiencias¡±. Pero a¨²n queda camino por recorrer.
Hablar de ello en la esfera p¨²blica tiene un reflejo en la privada. Seg¨²n un estudio de la Escuela de Salud P¨²blica de la Universidad de Boston, la conversaci¨®n en Twitter sobre el aborto espont¨¢neo ha aumentado en los ¨²ltimos a?os. El estudio analiz¨® la forma en la que las mujeres hablan del aborto espont¨¢neo en la red, buscando comunidad. Y descubri¨® que las revelaciones de famosas como Michelle Obama, compartiendo su propia historia personal, animaban a otras personas a hacer lo mismo. Y destac¨® el papel de las celebridades en este tema: ¡°La divulgaci¨®n de experiencias de aborto espont¨¢neo por parte de famosas llev¨® a que otras mujeres que hab¨ªan tenido experiencias similares las divulgaran¡±, explica por email Kadija Ferryman, una de las autoras del estudio. ¡°Por ejemplo, la revelaci¨®n del aborto espont¨¢neo de Michelle Obama gener¨® m¨¢s de 3.000 tuits¡±.
Los a?os de maternidad coinciden con los a?os en los que una est¨¢ intentando crecer como una loca, establecerse en el trabajo, luchar contra la precariedad, acceder a la vivienda¡Pilar G¨®mez-Ulla, psic¨®loga
Esto ayuda, seg¨²n G¨®mez-Ulla, a gestionar mejor el duelo. ¡°Este es un proceso que necesitas hacer en di¨¢logo¡±, explica. Si a tu alrededor no hay otro para dialogar, es un duelo que no se termina de elaborar. ¡°Y ese otro es, en primer lugar, tu pareja, tus amigos m¨¢s cercanos, tus compa?eros de trabajo¡ Pero tambi¨¦n es la sociedad en la que vives, el sistema pol¨ªtico y las leyes¡±. El pasado mes de marzo, la ley del aborto incluy¨® un permiso retribuido para las mujeres que sufran un aborto, sea este inducido o espont¨¢neo, sin establecer una horquilla temporal. Anteriormente, solo lo ten¨ªan quienes hubieran sufrido un aborto espont¨¢neo a partir de los 180 d¨ªas de gestaci¨®n.
Uno de los posibles motivos por los que se habla m¨¢s del tema es que, simplemente, sucede m¨¢s. El riesgo de aborto espont¨¢neo es del 12% para las mujeres de 20 a 29 a?os y aumenta con la edad hasta rozar el 65% en las mujeres de m¨¢s de 45 a?os. La maternidad en Espa?a se ha ido postergando hasta los 31,5 a?os de media para el primer embarazo. Es una cuesti¨®n de n¨²meros.
Esto hace que muchas mujeres tiendan a culparse cuando su embarazo se malogra, se?alando su edad como un factor clave. ¡°Este es un tema importante¡±, aborda la psic¨®loga. ¡°Porque yo pongo en duda que esta sea una decisi¨®n individual. Es una deriva colectiva. Hay una sociedad entera que est¨¢ configurada de una manera que ha hecho que la maternidad se vaya retrasando. Los a?os de maternidad coinciden con los a?os en los que una est¨¢ intentando crecer como una loca, establecerse en el trabajo, luchar contra la precariedad, acceder a la vivienda¡¡±.
¡°Un test de embarazo positivo, no significa necesariamente que vayas a tener un hijo¡±Susana, sufri¨® un aborto espont¨¢neo
Este an¨¢lisis coincide con lo que hace Susana, que solo en los ¨²ltimos a?os de la treintena ha encontrado la estabilidad econ¨®mica y sentimental para emprender este proyecto. Amaya no tiene ni lo uno ni lo otro, pero el reloj biol¨®gico, pasados los 35, funciona m¨¢s bien como una cuenta atr¨¢s. Ha sido ahora cuando ambas se han dado cuenta de las complicaciones que conlleva este proceso. ¡°Un test de embarazo positivo no significa necesariamente que vayas a tener un hijo¡±, explica Susana. ¡°No es solo la fotito de Instagram anunciando que est¨¢s embarazada, es un proceso largo que no siempre sale bien¡±, a?ade.
Asumirlo es dif¨ªcil, pero se lleva mejor en compa?¨ªa. Despu¨¦s de seis meses, Susana dio el primer paso. Le envi¨® un audio de WhatsApp a Amaya que desemboc¨® en una conversaci¨®n dura y sanadora. ¡°Creo que compartir tu experiencia ayuda, aunque sea traum¨¢tico y doloroso. Te hace darte cuenta de que no est¨¢s sola¡±, explica Susana. ¡°Yo al final decid¨ª hablarlo abiertamente, incluso con gente que en su momento no supo de mi embarazo. Porque pienso que mi historia puede ayudar a otras mujeres si les pasa lo mismo¡± asegura. Y a?ade: ¡°Que si hablamos m¨¢s abiertamente de los temas dolorosos, si nos lo decimos unas mujeres a otras, va a haber mucho m¨¢s apoyo. Se va a normalizar m¨¢s¡±.
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