Un estudio sugiere que el auge de las resistencias a los antibi¨®ticos est¨¢ ligado a la contaminaci¨®n
La investigaci¨®n proyecta que se podr¨ªan prevenir el 23% de las muertes asociadas a este fen¨®meno si se cumplen las pautas de calidad del aire de la OMS
El auge de microbios resistentes a los antibi¨®ticos ha puesto en jaque al mundo: las superbacterias ya matan m¨¢s que el sida, la malaria y algunos c¨¢nceres. Y la perspectiva a corto y medio plazo es poco halag¨¹e?a. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) considera este fen¨®meno ¡°una de las mayores amenazas para la salud mundial¡± y se?ala al uso indebido y excesivo de antibi¨®ticos como un acelerador de estas resistencias. El consumo poco apropiado de estos f¨¢rmacos est¨¢ en el punto de mira, pero no es la ¨²nica causa en estudio. Una nueva investigaci¨®n, publicada este lunes en The Lancet Planetary Health, tambi¨¦n ha encontrado una correlaci¨®n entre las resistencias a los antibi¨®ticos y la contaminaci¨®n: a m¨¢s poluci¨®n del aire, m¨¢s resistencias.
Pero los autores admiten que sus hallazgos son solo una asociaci¨®n, no se puede establecer causalidad y tampoco est¨¢n claros los mecanismos exactos que expliquen esta relaci¨®n. Los investigadores defienden, eso s¨ª, que reducir los niveles de contaminaci¨®n del aire podr¨ªa ayudar a reducir la resistencia a los antibi¨®ticos y proyectan que, si se cumplen las pautas de calidad del aire de la OMS, para 2050 se podr¨ªan reducir un 17% estas resistencias.
Los seres humanos est¨¢n expuestos a superbacterias a trav¨¦s de los alimentos o por contacto directo con fuentes infecciosas, como los animales. Tambi¨¦n por el agua, el suelo o el aire. ¡°Por ejemplo, las bacterias resistentes en los hospitales o en la ganader¨ªa podr¨ªan transmitirse a las instalaciones de tratamiento de agua o a los ecosistemas, e incluso emitirse desde estos entornos a la atm¨®sfera y quedar expuestos a los humanos a trav¨¦s de la inhalaci¨®n¡±, ejemplifican los autores en el art¨ªculo.
Sobre el aire, que es un vector de diseminaci¨®n de estas resistencias, los investigadores ponen el foco en este estudio en uno de los principales contaminantes, que son las part¨ªculas finas PM2,5: ¡°Se ha demostrado que contienen diversas bacterias resistentes y genes de resistencia a los antibi¨®ticos, que se transfieren entre ambientes y los humanos los inhalan directamente causando lesiones en las v¨ªas respiratorias e infecciones¡±, justifican.
Sobre esta premisa, analizaron los datos disponibles de 116 pa¨ªses entre el 2000 y el 2018 ¡ªse analizaron nueve pat¨®genos y 43 f¨¢rmacos¡ª y encontraron que los niveles de contaminaci¨®n del aire se correlacionan con una mayor resistencia antibi¨®tica. Por ejemplo, un incremento del 1% de PM2,5 se asoci¨® con un aumento del 1,49% de las resistencias de la bacteria Klebsiella pneumoniae a las carbapenemas, que son un tipo de antibi¨®tico de amplio espectro. ¡°A nivel mundial, un aumento del 10% en el PM2,5 anual podr¨ªa provocar un aumento del 1,1% en la resistencia agregada a los antibi¨®ticos y 43.654 muertes prematuras atribuibles a la resistencia a los antibi¨®ticos¡±, exponen en el art¨ªculo. La investigaci¨®n concluy¨® que la resistencia a los antibi¨®ticos derivada de las part¨ªculas finas PM2,5 caus¨® alrededor de 480.000 muertes prematuras en 2018 en todo el mundo.
¡°El mecanismo principal es que la alta concentraci¨®n de PM2,5 transporta m¨¢s bacterias y genes resistentes a los antibi¨®ticos¡±Zhenchao Zhou, Universidad de Zhejiang
Los autores tambi¨¦n encontraron diferencias por regiones. ?frica y Asia son las zonas donde el aumento de PM2,5 podr¨ªa provocar el mayor aumento de resistencias antibi¨®ticas: en Arabia Saud¨ª, por ejemplo, los investigadores calculan que un incremento del 10% en PM2,5 implicar¨ªa un ascenso del 3% en las resistencias bacterianas.
Los investigadores creen que reducir la contaminaci¨®n del aire puede tener una doble ventaja, ya que tambi¨¦n puede evitar los efectos nocivos de la mala calidad del aire. El estudio model¨® varios escenarios futuros seg¨²n la fluctuaci¨®n de varias variables, como la calidad del aire, el gasto en salud o el uso de antibi¨®ticos. Y concluy¨® que, si no se hace nada en las pr¨®ximas d¨¦cadas (hasta 2050), la resistencia a los antibi¨®ticos aumentar¨¢ un 17% y las muertes atribuibles a esta causa crecer¨¢n m¨¢s de un 56% a nivel mundial ¡ªy, especialmente, en el ?frica Subsahariana¡ª. Si se logra, en cambio, controlar las PM2,5 a 5 ¦Ìg/m? ¡ªel umbral que recomienda la OMS¡ª, la resistencia global a los antibi¨®ticos podr¨ªa reducirse un 16,8% y prevenir un 23,4 % de las muertes atribuibles a este fen¨®meno en 2050.
El mecanismo no est¨¢ claro
Los investigadores admiten limitaciones en su investigaci¨®n. Empezando por los datos, pues algunos pa¨ªses no proporcionaron toda la informaci¨®n necesaria y esas carencias pueden influir en los resultados finales. Tambi¨¦n exponen que puede haber otros factores que est¨¦n induciendo esta resistencia a los antibi¨®ticos: ¡°Se deben introducir factores sociales, econ¨®micos y ambientales adicionales para evaluar integralmente la asociaci¨®n con la resistencia a los antibi¨®ticos, como la ingesta de alimentos, el uso de antibi¨®ticos veterinarios, la exposici¨®n a otros contaminantes, los eventos ambientales extremos, los h¨¢bitos y las costumbres¡±; recoge el art¨ªculo.
La otra gran cuesti¨®n pendiente, asumen, es que ¡°el mecanismo subyacente de los contaminantes del aire que afectan la resistencia a los antibi¨®ticos a¨²n no est¨¢ claro y a¨²n se necesita m¨¢s evidencia m¨¦dica para verificar este hecho¡±. Zhenchao Zhou, investigador de la Facultad de Ciencias Ambientales y de Recursos de la Universidad de Zhejiang (China) y primer autor del estudio, asume las limitaciones y, en una respuesta por correo electr¨®nico, concreta: ¡°Todos sabemos que correlaci¨®n no representa causalidad, y por el bien de la ciencia rigurosa, decimos que ¡®puede estar vinculado¡¯. En nuestro an¨¢lisis, podr¨ªamos decir que la correlaci¨®n entre la contaminaci¨®n del aire y la resistencia a los antibi¨®ticos es fuerte y significativa¡±.
¡°Ya se sab¨ªa que en las part¨ªculas a¨¦reas pod¨ªan viajar elementos relacionados con las resistencias antibi¨®ticas, pero este es un mensaje interesante¡±Juan Pablo Horcajada, Hospital del Mar de Barcelona
A prop¨®sito de c¨®mo se explica esta relaci¨®n entre las part¨ªculas contaminantes y las resistencias antibi¨®ticas, Zhou explica que, efectivamente, el ¡°mecanismo exacto no est¨¢ claro¡±. Y a?ade: ¡°Seg¨²n los informes de la literatura existente, el mecanismo principal es que la alta concentraci¨®n de PM2,5 transporta m¨¢s bacterias y genes resistentes a los antibi¨®ticos, y la exposici¨®n directa de estas sustancias puede conducir a una mayor resistencia a los antibi¨®ticos en la poblaci¨®n¡±.
Zhou recuerda, adem¨¢s, que ya se ha demostrado que las part¨ªculas PM2,5 ¡°podr¨ªan aumentar la permeabilidad de la membrana celular para mejorar la eficiencia de la transferencia horizontal de genes, acelerando la evoluci¨®n y el intercambio de elementos de resistencia a los antibi¨®ticos en los pat¨®genos bacterianos¡±.
M¨¢s preguntas que respuestas
Hace unos cinco a?os, relata, ¨¦l mismo y su equipo recolectaron un centenar de muestras de aire de PM2,5 de hospitales, granjas y ciudades, y muestras de esputo de las v¨ªas respiratorias humanas y, ¡°sorprendentemente¡±, admite, encontraron ¡°que la abundancia de genes de resistencia a los antibi¨®ticos en el aire PM2,5 era muy alta¡±. Y esos genes de resistencia a los antibi¨®ticos transportados por el aire, explica, iban a estar directamente expuestos al cuerpo humano. ¡°Descubrimos que las part¨ªculas PM2,5 en exteriores e interiores juntas contribuyeron al 7% de los genes de resistencia a los antibi¨®ticos en las v¨ªas respiratorias de los pacientes de los hospitales, lo que sugiere un intercambio importante entre el aire y los comensales humanos. As¨ª que planteamos la hip¨®tesis de que PM2,5 afectar¨ªa la resistencia a los antibi¨®ticos, pero en ese momento no sab¨ªamos qu¨¦ tipo de impacto. Ahora, utilizando grandes datos globales, confirmamos que PM2,5 tiene un impacto significativo en la resistencia a los antibi¨®ticos¡±, relata.
Juan Pablo Horcajada, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar de Barcelona, tilda esta investigaci¨®n de ¡°innovadora y provocativa¡±, aunque admite que se trata de ¡°correlaciones y deducciones de datos procedentes de bases de datos muy diversas entre s¨ª¡±. ¡°Ya se sab¨ªa que en las part¨ªculas a¨¦reas pod¨ªan viajar elementos relacionados con las resistencias antibi¨®ticas, pero este es un mensaje interesante¡±, opina. El infect¨®logo arguye que, de confirmarse una relaci¨®n de causalidad entre contaminaci¨®n y resistencias antibi¨®ticas, el impacto en el futuro de los microbios resistentes puede ser a¨²n mayor del que se esperaba. ¡°Las resistencias antimicrobianas nos preocupan mucho y cada vez m¨¢s. Hay algunas bacterias que ya no sabemos con qu¨¦ antibi¨®ticos tratar. Preocupa mucho porque [este fen¨®meno] est¨¢ en hospitales, atenci¨®n primaria y en veterinaria¡±, expone.
En declaraciones a Science Media Centre, Kevin McConway, profesor em¨¦rito de Estad¨ªstica Aplicada de la Universidad Abierta del Reino Unido, advierte de que los resultados de esta investigaci¨®n ¡°requieren mucho cuidado en la interpretaci¨®n¡± y apunta que, si bien los autores encontraron ¡°correlaciones y asociaciones interesantes¡±, ¡°quedan dudas sobre la causa y el efecto¡±. McConway, que no ha participado en la investigaci¨®n, pone el foco en que los datos son de pa¨ªses enteros, pero dentro de una misma regi¨®n puede haber mucha variabilidad, por ejemplo, en la calidad del aire y puede que los resultados promedio no representen lo que sucede en general.
El experto avisa, adem¨¢s, de que ¡°es probable que haya otros posibles factores de confusi¨®n sobre los que no pudieron recopilar ning¨²n dato y todav¨ªa es posible que existan factores de confusi¨®n en el trabajo y que estos est¨¦n involucrados en la causalidad del nivel de resistencia a los antibi¨®ticos de un pa¨ªs¡±. E insiste: ¡°En general, este an¨¢lisis de datos observacionales y la investigaci¨®n de modelos indican que bien podr¨ªa valer la pena analizar m¨¢s a fondo el papel de la contaminaci¨®n del aire en relaci¨®n con la resistencia a los antibi¨®ticos, pero en esta etapa sigue existiendo una gran incertidumbre sobre lo que realmente est¨¢ sucediendo. Dir¨ªa que la nueva investigaci¨®n plantea m¨¢s preguntas de las que responde¡±.
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