Descubren por qu¨¦ los murci¨¦lagos apenas padecen c¨¢ncer

Cuando pensamos en los murci¨¦lagos, generalmente los asociamos con mitos, supersticiones y, sobre todo desde la pandemia debida al coronavirus, con su capacidad directa o indirecta de transmitir virus que pueden causar enfermedades graves en humanos.

Tambi¨¦n a veces nos viene a la mente la imagen de su pariente humano Batman, un superh¨¦roe con su propio ideal de justicia en la lucha contra el crimen. Pero, aunque esa es otra historia (y de ficci¨®n), s¨ª que es cierto que los murci¨¦lagos poseen rasgos extraordinarios dignos de un personaje de Marvel: son extremadamente longevos para su tama?o, inmunes a muchos virus y, encima, muestran una envidiable resistencia al c¨¢ncer.

Los murci¨¦lagos como modelo en ciencia

Aunque no son tan comunes en los laboratorios como los ratones o las ratas, los murci¨¦lagos tienen caracter¨ªsticas ¨²nicas cuyo estudio permite obtener conocimiento en diferentes ¨¢mbitos cient¨ªficos, con las posibles aplicaciones que ello conlleva. As¨ª, y a diferencia de otros mam¨ªferos, los murci¨¦lagos son capaces de volar (existen especies de mam¨ªferos que pueden deslizarse o planear, pero no pueden volar activamente). Su fisiolog¨ªa y biomec¨¢nica del vuelo son ¨¢reas de inter¨¦s para los estudiosos de la evoluci¨®n del vuelo en los animales del grupo de los vertebrados.

Adem¨¢s, los murci¨¦lagos tienen la habilidad de ver a trav¨¦s del sonido, lo que se denomina ecolocalizaci¨®n. Este interesante fen¨®meno es objeto de estudio en la percepci¨®n sensorial desde el punto de vista neurobiol¨®gico. Y, c¨®mo no, los murci¨¦lagos son esenciales para nuestros ecosistemas como polinizadores y desempe?an un papel muy importante para evitar plagas. Al encontrarse entre las especies amenazadas, la investigaci¨®n sobre su biolog¨ªa y sus h¨¢bitats es crucial para la conservaci¨®n y el mantenimiento de los ecosistemas.

Longevidad y resistencia a enfermedades

Sorprendentemente, algunas especies de murci¨¦lagos viven m¨¢s tiempo que otros mam¨ªferos de tama?o similar. La mayor¨ªa de los mam¨ªferos peque?os, como los ratones, las ratas y los h¨¢msteres, no suelen vivir m¨¢s de tres a?os (sin tener en cuenta la muerte debida a depredadores). Sin embargo, muchos murci¨¦lagos pueden vivir en la naturaleza durante d¨¦cadas, con registros de m¨¢s de 40 a?os para algunas especies. La longevidad se ha asociado, entre otros aspectos, a su capacidad para hibernar o al hecho de que viven en cuevas.

M¨¢s a¨²n, los murci¨¦lagos muestran una resistencia notable a ciertas enfermedades, incluidos algunos virus que son mortales para otros mam¨ªferos. As¨ª, estos mam¨ªferos voladores se han visto implicados, pero no afectados, en brotes zoon¨®ticos (que se trasmiten a humanos) emergentes, incluidos el del virus Marburg, el del virus Nipah y en los coronavirus del s¨ªndrome respiratorio agudo severo 1 (SARS-CoV-1) y 2 (SARS-CoV-2), ya sea a trav¨¦s del contacto humano directo o a trav¨¦s de animales que actuaron como intermediarios.

Adaptaciones moleculares y celulares

Diferentes estudios indican que los murci¨¦lagos pueden tener adaptaciones a nivel gen¨¦tico y celular que les protegen contra los procesos de envejecimiento, los virus y las enfermedades, incluido el c¨¢ncer.

Aunque se sabe que los murci¨¦lagos no son del todo inmunes al c¨¢ncer, a¨²n no se han reportado tumores para las especies m¨¢s longevas. En este sentido, se han descrito adaptaciones gen¨¦ticas relacionadas con la supresi¨®n de tumores para dos de las especies que m¨¢s viven, Myotis brandtii y Myotis myotis, adaptaciones que podr¨ªan contribuir a su extrema longevidad.

Adem¨¢s, tambi¨¦n se ha detectado una mejora en la reparaci¨®n del ADN y de la inmunocompetencia, la estabilizaci¨®n de la microbiota y la reducci¨®n de la inflamaci¨®n y la resistencia a los virus facilitada por una termorregulaci¨®n m¨¢s flexible (la relacionada con la hibernaci¨®n antes citada). Tambi¨¦n se ha sugerido que su tolerancia a muchas infecciones virales proviene de caracter¨ªsticas inusuales de su respuesta inmune innata.

Teniendo en cuenta todas estas adaptaciones, es m¨¢s que evidente que los murci¨¦lagos son un modelo muy interesante para investigar la amplia variedad de relaciones entre el genotipo y el fenotipo, as¨ª como su implicaci¨®n cl¨ªnica. Por ejemplo, si somos capaces de llegar a entender aquellos mecanismos del sistema inmunol¨®gico de los murci¨¦lagos que les permiten tolerar infecciones virales, podr¨ªamos estar mejor preparados para prevenir brotes zoon¨®ticos.

Gen¨®mica y evoluci¨®n para estudiar el c¨¢ncer

Pero tambi¨¦n es extremadamente interesante llevar a cabo an¨¢lisis gen¨®micos comparativos entre murci¨¦lagos y otros mam¨ªferos m¨¢s susceptibles de padecer c¨¢ncer, ya que los resultados obtenidos nos pueden ofrecer pistas sobre las causas del c¨¢ncer o las conexiones entre el c¨¢ncer y la inmunidad y, con ello, buscar soluciones para combatirlo.

Y con este fin, hoy se publica un art¨ªculo en la prestigiosa revista Genome Biology and Evolution en el que hacen eco de una nueva y compleja metodolog¨ªa de secuenciaci¨®n gen¨®mica en dos especies de murci¨¦lago: el murci¨¦lago frug¨ªvoro jamaiquino Artibeus jamaicensis y el murci¨¦lago bigotudo mesoamericano Pteronotus mesoamericanus. Los resultados se han comparado con los de otros mam¨ªferos (humano, rat¨®n, perro, cerdo, caballo y 13 especies m¨¢s de murci¨¦lago).

El grupo de investigaci¨®n ha descubierto que un tipo de interfer¨®n (INF-omega) es m¨¢s com¨²n en murci¨¦lagos, y que los genes antivirales estimulados por interferones tipo I tambi¨¦n han evolucionado r¨¢pidamente, con una fuerte selecci¨®n a favor de los genes IFIT2, (de especial actividad antiviral) y PRDM9 (relacionado con la recombinaci¨®n y tambi¨¦n involucrado en respuestas a infecciones), adaptaciones que muy probablemente les permitan albergar virus sin padecer la enfermedad.

Tambi¨¦n han encontrado, en toda la rama evolutiva de los murci¨¦lagos, evidencias de selecci¨®n positiva en 33 genes supresores de tumores y 6 genes de reparaci¨®n de ADN, lo cual puede asociarse a las bajas tasas de c¨¢ncer y a la longevidad observadas en estos mam¨ªferos tan peculiares.

Una de las frases de Batman es: ¡°A veces la gente merece que su fe sea recompensada¡±. Tengamos fe en la ciencia y seremos recompensados.

Francisco Jos¨¦ Esteban Ruiz es profesor Titular de Biolog¨ªa Celular, Universidad de Ja¨¦n

Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation.

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