Giacomo Rizzolatti, neurocient¨ªfico: ¡°La empat¨ªa no es algo que se entienda, es algo que se siente¡±
El investigador italiano, descubridor de las neuronas espejo, viaja a Espa?a para inaugurar un laboratorio con su nombre
De ni?o escap¨® de las purgas estalinistas para acabar en el coraz¨®n del fascismo. Su familia abandon¨® Kiev (entonces parte de la URSS) cuando ¨¦l apenas ten¨ªa un a?o, en 1938. Recalaron en la Italia de Mussolini. Pocos a?os m¨¢s tarde, siendo un ni?o, vio como su padre se un¨ªa a los partisanos para luchar contra los fascistas. Conoci¨® la guerra y la crueldad. Y sin embargo, Giacomo Rizzolati ha dedicado su vida a investigar la empat¨ªa. Aunque lo cierto es que esta dedicaci¨®n fue m¨¢s fruto de la serendipia que de la voluntad.
Rizzolati estudi¨® medicina como sus padres. Neurolog¨ªa, pues quer¨ªa entender c¨®mo funciona el cerebro. Hizo algunos estudios rese?ables, sobre las neuronas canon y el espacio peripersonal. Pero se vieron opacados por un descubrimiento que le convirti¨® en una estrella de la ciencia y le granje¨® el premio Princesa de Asturias y el Brain Prize. En 1996 estaba en la Universidad de Parma, estudiando en qu¨¦ parte del cer¨¦bro de un mono se alojaba el sistema motor. Un d¨ªa se dio cuenta de que las neuronas que se encend¨ªan cuando el simio ejecutaba un movimiento, bull¨ªan de actividad tambi¨¦n cuando ve¨ªa a los dem¨¢s hacer lo mismo. Una red neuronal, de alguna manera, reflejaba las acciones ajenas como propias, como un espejo. Y as¨ª las llam¨®. Las neuronas espejo sirvieron para explicar la imitaci¨®n de acciones f¨ªsicas. Pero r¨¢pidamente se vio que en humanos tambi¨¦n explicaban cierta imitaci¨®n emocional, la empat¨ªa.
Desde entonces, su trabajo ha ahondado en las implicaciones de este mecanismo: le sirvi¨® para teorizar sobre los or¨ªgenes del autismo o c¨®mo funciona el sistema motor. C¨®mo nacemos con cierta empat¨ªa y nuestras experiencias e ideolog¨ªa pueden aumentarla o disminuirla. Dec¨ªa Vilayanur Ramachandran, uno de los pioneros de la neurociencia, que estas neuronas ¡°conformaron la civilizaci¨®n¡±. La capacidad de imitar permiti¨® aprender a escala individual y colectiva. Crear y trasmitir una cultura. Y conectar con otras personas.
Rizzolati tiene 86 a?os y sigue en activo. Llega a Madrid en silla de ruedas, en su primer viaje despu¨¦s de que le amputaran una pierna por problemas vasculares. Tiene el pelo blanco y alborotado, como si fuera de algod¨®n. Luce como un cient¨ªfico loco y habla como un profesor entra?able. Acaba de inaugurar el laboratorio de investigaci¨®n del Parque Cient¨ªfico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid que lleva su nombre. Y desde la primera pregunta se muestra animado y con ganas de conversar.
Pregunta: ?C¨®mo est¨¢?
Respuesta: Estoy bien, estoy bien. Me amputaron la pierna el a?o pasado, pero ya me he recuperado. Este es el primer viaje en avi¨®n que hago desde la operaci¨®n y est¨¢ siendo muy agradable. Estoy muy feliz de estar aqu¨ª.
P. Entonces, si mis neuronas espejo hacen su trabajo, al final de esta entrevista, yo tambi¨¦n deber¨ªa estar un poco m¨¢s feliz, ?cierto?
R. No s¨¦ yo si m¨¢s feliz, pero igual salimos los dos habiendo aprendido algo el uno del otro. El mecanismo de las neuronas espejo consiste en comprender lo que est¨¢n haciendo los dem¨¢s. Es decir, hay un sistema neuronal que responde de la misma forma cuando yo realizo una acci¨®n y cuando veo que alguien realiza esa acci¨®n. Por ejemplo, voy a un bar y veo a una persona que agarra un vaso con cerveza. Entiendo que se est¨¢ tomando una ca?a porque dentro de mi cerebro hay una copia del mismo mecanismo. No es una cuesti¨®n cognitiva, no es que tenga que pensar, sino que entiendo inmediatamente lo que va a hacer. Este es el mecanismo espejo, es algo dentro de nosotros que hace que entendamos a los dem¨¢s.
P. Y esto vale para actos f¨ªsicos, pero tambi¨¦n para los emocionales.
R. S¨ª, tambi¨¦n se puede aplicar a las emociones. Hemos visto que en el momento en que t¨² lloras, ciertas ¨¢reas de mi cerebro asociadas al llanto se activan m¨ª. La empat¨ªa es en realidad una situaci¨®n en la que t¨² y yo estamos en el mismo estado psicol¨®gico. No es algo que se entienda, es algo que se siente dentro. Puedo conectar con las emociones de forma intelectual. Si leo en el peri¨®dico que hubo un terremoto en Marruecos con varios muertos me puede dar pena. Pero dentro de mi sistema neuronal no hay dolor. En cambio, si salgo a la calle y veo un accidente de tr¨¢fico, siento el dolor dentro de m¨ª. De alguna forma, es como si t¨² y yo nos convirti¨¦ramos en una sola persona.
Si leo en el peri¨®dico que hubo un terremoto en Marruecos con varios muertos me puede dar pena. Pero dentro de mi sistema neuronal no hay dolor. En cambio, si salgo a la calle y veo un accidente de tr¨¢fico, siento el dolor dentro de m¨ª¡±Giacomo Rizzolatti
P. Si la imitaci¨®n f¨ªsica y la empat¨ªa emocional se localizan en la misma zona neuronal, ?los trastornos del autismo ocurren en el sistema motor?
R. Esta es nuestra idea, que comienzan con una alteraci¨®n en el sistema motor. En los ni?os autistas este sistema no se desarrolla tan bien como en el resto. Y esto tiene consecuencias, porque si no act¨²as adecuadamente, los dem¨¢s no te responden. No entiendes, por qu¨¦ no tienes un mecanismo espejo bien estructurado de lo que hacen los dem¨¢s. Se da un efecto cascada, una serie de acontecimientos que, seg¨²n nuestra hip¨®tesis, surgen por un d¨¦ficit motor inicial de base gen¨¦tica. Y de ah¨ª, no haces bien los movimientos, no interpretas bien las acciones, te encierras en ti mismo, los dem¨¢s ya no te tratan bien... Pero bueno, hay que entender que el autismo contiene una gama muy amplia de trastornos, tambi¨¦n implica d¨¦ficits cognitivos.
P. Todas estas ideas nacieron en un experimento que hizo con monos. ?Los animales tienen empat¨ªa?
R. No lo s¨¦, porque a lo largo de los a?os trabajamos en los mecanismos en fr¨ªo. Algunos animales entienden la acci¨®n, entienden la intenci¨®n, pero no sabemos si entienden la emoci¨®n. En la emoci¨®n siempre hemos trabajado sobre el hombre. Tambi¨¦n porque, la verdad, ya es bastante complicado esto de por s¨ª [risas].
P. La idea de las neuronas espejo tiene implicaciones que van m¨¢s all¨¢ de la neurolog¨ªa. ?C¨®mo impact¨® este descubrimiento en el mundo de la psicolog¨ªa?
R. La psicolog¨ªa acept¨® con dificultad la idea de las neuronas espejo. Pero a los fil¨®sofos les encant¨®, porque la fenomenolog¨ªa [el estudio filos¨®fico del mundo y la experiencia humana] se basaba en algo parecido. Los fenomen¨®logos franceses, alemanes, Husserl y Merleau Ponty, dec¨ªan que entendemos a los dem¨¢s porque los dem¨¢s entran en nosotros. As¨ª que fue un gran ¨¦xito franc¨¦s, alem¨¢n y europeo. Los psic¨®logos fueron algo m¨¢s reacios, porque les gustaban m¨¢s las ideas cognitivas. Pero al final acabaron acept¨¢ndolo ellos tambi¨¦n.
P. Usted naci¨® en Kiev. ?C¨®mo est¨¢ viviendo la guerra?
R. Muy mal. Mi madre era de Kiev, pero solo hablaba ruso. Yo mismo solo hablo ruso, en mi ¨¦poca no exist¨ªa el nacionalismo ucranio. Y he vivido todo esto con pena y rabia. Esperaba que se pudiera llegar a un acuerdo, pero ahora... No s¨¦ c¨®mo terminar¨¢, pero es muy triste.
P. ?Por qu¨¦ cree que la sociedad europea ha empatizado tanto con el pueblo ucranio? Hay quien dice que el hecho de que sean blancos y tengan los ojos azules tiene que ver, que hay una especie de racismo en positivo. ?Tiene esto sentido? ?Empatizamos m¨¢s con quien es m¨¢s parecido a nosotros?
R. Lamentablemente es verdad. Es algo at¨¢vico que hemos heredado de los primates. Quien es m¨¢s parecido a ti, lo consideras un amigo. Quien es diferente, te inspira miedo. Superar esto implica un esfuerzo cultural, intelectual, para considerar que todos somos humanos y que todos somos iguales. Pero instintivamente uno siente que le gusta m¨¢s aquello que es m¨¢s parecido a s¨ª mismo. Para apreciar al diferente, a veces hay que hacer un esfuerzo intelectual.
P. ?Y para despreciar al diferente? Si todos nacemos con unas cierta cantidad de neuronas espejo, ?qu¨¦ sucede durante las guerras, cuando sociedades enteras pierden la empat¨ªa hacia el pr¨®jimo?
R. El mejor ejemplo de esto que comenta es el de [uno de los responsables del genocidio jud¨ªo, Adolf] Eichmann. Cuando este oficial nazi fue deportado a Israel y lo llevaron a juicio, le hicieron toda serie de an¨¢lisis psicol¨®gicos y el resultado fue sorprendente. Era un tipo normal, parec¨ªa buena persona, amaba a los animales, amaba la naturaleza, un hombre de familia, perfecto. Durante el instituto ten¨ªa amigos jud¨ªos, pero despu¨¦s algo cambi¨®. Leyendo la propaganda de Joseph Goebbels, se convirti¨® en nazi y se convenci¨® de que los jud¨ªos no eran seres humanos. Por lo tanto, para ¨¦l ya no deb¨ªa sentir empat¨ªa hacia ellos. Su biolog¨ªa podr¨ªa entender que eran personas, pero la ideolog¨ªa modificaba esa percepci¨®n. Es algo que se repite en muchas guerras, se intenta deshumanizar al enemigo para que nadie empatice con ¨¦l.
P. Entonces, ?la ideolog¨ªa puede bloquear la empat¨ªa?
R. Mucho, la empat¨ªa es muy flexible. Pero lo bueno es que tambi¨¦n funciona al rev¨¦s. Podemos aprender cosas para empatizar con nuevas situaciones. Nacemos con una base, con un conjunto de neuronas innatas para entender a la madre. Si la madre est¨¢ triste, el beb¨¦ llora; si la madre se r¨ªe, ¨¦l tambi¨¦n. Pero luego aprendemos ciertas cosas y las ampliamos. Es muy importante que el ni?o aprenda m¨²sica, que aprenda a jugar al ajedrez, al f¨²tbol... porque si conoces un deporte o un juego, entonces entiendes mucho mejor. Te enriqueces.
Hay un hermoso experimento sobre esto. Si uno de nosotros observa un espect¨¢culo de baile, tendremos una peque?a actividad en las neuronas espejo. Pero si esta misma escena la mira un bailar¨ªn, habr¨¢ una actividad enorme. Por eso los exdeportistas son tan buenos comentaristas deportivos. Entienden mejor lo que est¨¢ pasando, empatizan m¨¢s con la situaci¨®n en el campo. Esto se nota mucho cuando en un partido comentan un periodista y un exfutbolista.
La empat¨ªa es muy flexible. Podemos aprender cosas para empatizar con nuevas situaciones¡±Giacomo Rizzolatti
P. Ha utilizado gafas de realidad virtual en sus experimentos, ?pueden los videojuegos, con su capacidad de ponernos en la piel de otras personas, fomentar la empat¨ªa?
R. No lo creo. Hay experimentos que dicen que la vida real es mucho m¨¢s fuerte desde el punto de vista emocional que cualquier pel¨ªcula o videojuego. Eso es lo que me preocupa de los ni?os que siempre se quedan en casa, no tienen esa relaci¨®n que ten¨ªamos cuando jug¨¢bamos a la pelota en la calle. Hoy muchos ni?os est¨¢n cerrados en casa y por eso tienen menos empat¨ªa con los dem¨¢s.
P. No es algo exclusivo de los ni?os. La mayor¨ªa de discusiones y debates pol¨ªticos se replican en las redes sociales, donde preocupa la propagaci¨®n del discurso del odio.
R. Exacto, en un espacio con menos empat¨ªa, ese tipo de discursos florece. No s¨¦ si usted conoce el concepto de meme [una idea que se concreta, normalmente, en una imagen, un GIF o una frase y se replica en internet contagiando a quienes la reciben]. Los memes son un peligro terrible para m¨ª porque, normalmente, si uno discute, las ideas le llegan con un contexto social. Pero con los memes, esta informaci¨®n te llega y se replica sin contexto, es como los lugares comunes o las frases hechas. La mayor¨ªa de memes son inocuos, pero hay otros que no, pueden perpetuar ideas sin un contexto humano, real, y tienen un potencial da?ino.
P. Tiene 86 a?os, ?por qu¨¦ sigue trabajando?
R. ?Nadie le pregunta a [el anciano director de orquesta italiano] Riccardo Muti por qu¨¦ sigue dirigiendo! [Risas]. Bueno, yo estoy oficialmente jubilado desde hace unos a?os, pero me dieron el puesto de profesor em¨¦rito, as¨ª que tengo un laboratorio, el estudio, la secretaria¡ Y bueno, incluso despu¨¦s de la operaci¨®n voy dos o tres d¨ªas a la semana y trabajo con ellos. Me siento m¨¢s vivo, es muy bonito trabajar. A veces tambi¨¦n lo hago desde casa, pero ir al instituto y hablar con los j¨®venes, con los colaboradores¡ Es muy estimulante.
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