Descubierta una clave inmunol¨®gica que perpet¨²a las alergias
Dos estudios sugieren que un tipo de c¨¦lulas inmunes funcionan como reservorios de los anticuerpos que provocan la respuesta exagerada del organismo ante algunos al¨¦rgenos
El ser humano tiene a su servicio al ej¨¦rcito defensivo m¨¢s leal y eficiente: el sistema inmune, una intrincada red de c¨¦lulas, tejidos y ¨®rganos que protegen sin descanso al organismo de las amenazas externas. Y si bien son buenos en lo suyo, detectando y aniquilando sin piedad elementos nocivos, no son indefectibles. A veces, fallan. Por ejemplo, identificando como enemigo algo que no lo es, como un cacahuete o el polen de una flor. Cuando eso ocurre, surgen las alergias, que no son m¨¢s que una reacci¨®n an¨®mala del sistema inmune a una sustancia no perjudicial. La comunidad cient¨ªfica ha estudiado a fondo esta falla defensiva, pero hay agujeros de conocimiento no resueltos, como por qu¨¦ persisten algunas alergias en el tiempo. Dos estudios publicados este mi¨¦rcoles en Science Translational Medicine profundizan en esta inc¨®gnita y sugieren que un tipo de c¨¦lulas inmunes son las responsables de esta memoria porque funcionan como reservorios de los anticuerpos que provocan la respuesta exagerada del organismo ante algunos al¨¦rgenos.
Las alergias son, en palabras de Joan Bartra, jefe del servicio de Alergolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, ¡°un defecto del sistema inmune. Dentro de una respuesta al¨¦rgica hay distintos mecanismos. Pero la m¨¢s frecuente de todas es la alergia de hipersensibilidad que est¨¢ mediada por anticuerpos IgE: unas c¨¦lulas, los linfocitos B, fabrican inmunoglobulinas E (IgE) contra algo externo, o sea, el al¨¦rgeno. De esta forma, cuando el al¨¦rgeno est¨¢ en contacto con el organismo, tenemos preparadas estas defensas, las IgE, que activan a las c¨¦lulas responsables de la reacci¨®n al¨¦rgica¡±, explica el alerg¨®logo. En la pr¨¢ctica, esta activaci¨®n del sistema inmune se traduce en s¨ªntomas heterog¨¦neos y de diversa gravedad, que pueden ir desde una leve urticaria hasta una anafilaxia, que es una reacci¨®n al¨¦rgica sist¨¦mica potencialmente mortal. El 10% de la poblaci¨®n mundial sufre alguna alergia a elementos ambientales o alimentos, destacan los autores de uno de los estudios.
La gran inc¨®gnita que, durante a?os, ha planeado sobre los alerg¨®logos es por qu¨¦ algunas alergias se resuelven espont¨¢neamente y otras persisten. ¡°Lo que sabemos es que las IgE est¨¢n producidas a partir de un di¨¢logo inmunol¨®gico entre distintas c¨¦lulas: los linfocitos B dan la respuesta para fabricar IgE y les dicen a los plasmocitos [un tipo de linfocitos B] que los fabriquen en grandes cantidades, pero estas c¨¦lulas no son eternas, tienen memoria limitada. Entonces, si la gran cantidad de IgE se fabrica por c¨¦lulas plasm¨¢ticas, pero se sabe que estas tienen una vida limitada, ?por qu¨¦ en la gran mayor¨ªa de las alergias mediadas por IgE, aunque no est¨¦ el al¨¦rgeno presente, se perpet¨²an en el tiempo?¡±, expone Bartra.
Dos grupos de investigaci¨®n proponen, en sendos art¨ªculos publicados simult¨¢neamente en Science Translational Medicine, una explicaci¨®n com¨²n: ambos describen una poblaci¨®n de c¨¦lulas del sistema inmune, en concreto, un grupo de c¨¦lulas B de memoria, como potenciales responsables de esa memoria al¨¦rgica. ¡°Sabemos que la IgE espec¨ªfica de al¨¦rgenos tiene una vida media corta en humanos, alrededor de 48 horas. Adem¨¢s, anteriormente se pensaba que los niveles persistentemente elevados de IgE se deb¨ªan a que las c¨¦lulas que producen esta inmunoglobulina, las c¨¦lulas plasm¨¢ticas, eran de larga vida. Este no es el caso, ya que ahora sabemos que estas c¨¦lulas plasm¨¢ticas productoras de IgE en realidad tienen una vida corta. Esto da a entender que el reservorio de IgE, en otras palabras, la capacidad de regenerar IgE tras una nueva exposici¨®n a al¨¦rgenos, reside en otras c¨¦lulas, que ahora sabemos que son c¨¦lulas B de memoria¡±, explica por correo electr¨®nico el coautor de uno de los estudios, Manel Jordana, un alerg¨®logo catal¨¢n que lleva m¨¢s de 40 a?os afincado en Canad¨¢ y es investigador en la Universidad de MacMaster.
Un grupo de investigadores estadounidenses ha descubierto, al estudiar una poblaci¨®n pedi¨¢trica con alergia al cacahuete, que la presencia de este tipo de c¨¦lulas inmunes se correlacion¨® con las concentraciones de IgE y plantean que estas c¨¦lulas B de memoria ¡°est¨¦n involucradas en la persistencia de la alergia alimentaria¡±. En la misma l¨ªnea, los investigadores canadienses, entre los que est¨¢ Jordana, concluyen, tras analizar muestras de pacientes con distintas alergias y participantes sanos, que esta poblaci¨®n de c¨¦lulas inmunes ¡°es un reservorio de IgE de memoria¡±. ¡°En este art¨ªculo informamos el descubrimiento de un cierto tipo de c¨¦lulas B de memoria espec¨ªficas de al¨¦rgeno (MBC2), que est¨¢ destinado a convertirse en una c¨¦lula plasm¨¢tica productora de IgE tras una nueva exposici¨®n al al¨¦rgeno. La existencia de estas c¨¦lulas puede explicar la naturaleza de por vida de algunas de las alergias alimentarias. Esto es interesante porque indica que estas c¨¦lulas pueden ser un marcador para el desarrollo de alergia cl¨ªnica; en otras palabras, puede indicar la predisposici¨®n a desarrollar alergia cl¨ªnica¡±, concreta Jordana.
Objetivo terap¨¦utico
El cient¨ªfico matiza que los dos art¨ªculos ¡°no son id¨¦nticos, sino complementarios¡±, lo que proporciona, dice, ¡°mayor solidez al descubrimiento porque demuestra que dos grupos independientes hicieron la misma observaci¨®n central¡±. Jordana asegura que sus hallazgos convierten estas c¨¦lulas ¡°en un nuevo objetivo terap¨¦utico¡±. ¡°Es decir, matar estas c¨¦lulas o desactivar su capacidad para convertirse en c¨¦lulas plasm¨¢ticas productoras de IgE puede tener un impacto muy significativo para los pacientes con alergias alimentarias¡±.
Los hallazgos plantean un camino hacia nuevas dianas terap¨¦uticas, incluso con f¨¢rmacos que ya se emplean actualmente (por ejemplo, el dupilumab, empleado para dermatitis at¨®pica) y que, potencialmente, podr¨ªan reducir las poblaciones de estas c¨¦lulas. ¡°El descubrimiento de los MBC2 allana un camino claro para futuras investigaciones, ya que quedan muchas preguntas por responder. Por ejemplo, estamos trabajando intensamente en la identificaci¨®n de las se?ales celulares y moleculares implicadas en la activaci¨®n de los MBC2 y su transici¨®n a c¨¦lulas productoras de IgE tras la reexposici¨®n al al¨¦rgeno. Del mismo modo, estamos trabajando muy activamente para dilucidar si los MBC2 pueden reprogramarse, es decir, si pueden convertirse en una c¨¦lula que, en lugar de IgE, produzca anticuerpos inofensivos¡±, cuestiona Jordana.
Para Victoria Cardona, jefa del servicio de Alergolog¨ªa del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona, estas investigaciones ¡°no son cruciales, pero s¨ª importantes: Es una pieza importante del puzle porque sigue siendo sorprendente mantener la respuesta inmunol¨®gica en el tiempo¡±, conviene la m¨¦dica, que no ha participado en los estudios. Por su parte, Ignacio D¨¢vila, presidente de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa y ajeno tambi¨¦n a estas investigaciones, se?ala que los estudios son de buena calidad y apunta su potencial: ¡°Encontrar estas c¨¦lulas puede ayudar a manejar la memoria de IgE y, potencialmente, en un futuro, a modificarla¡±. Tambi¨¦n Bartra celebra los hallazgos y destaca su impacto cl¨ªnico: ¡°Tiene connotaciones cl¨ªnicas para explicar por qu¨¦ la inmunoterapia [para la alergia] es efectiva a corto plazo y por qu¨¦ una persona podr¨ªa volver a tener alergia despu¨¦s de meses de tolerancia al al¨¦rgeno. Ahora tenemos algo, un objetivo, para poder modular la respuesta cuando vaya avanzando la ciencia. Estos estudios te hacen cuestionar dogmas y plantear estrategias de lo que hacemos ahora y por qu¨¦ no siempre encontramos respuestas para el paciente¡±.
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