?Por qu¨¦ tengo hambre despu¨¦s de hacer yoga?
Aunque lo normal es que se reduzca el apetito, algunas personas salen de clase con las tripas rugiendo. Y hay varias explicaciones.
Terminas tu sesi¨®n de yoga (o de bikram) y sientes que te comer¨ªas un mamut. Lo comentas con una amiga y se sorprende. A ella el yoga le quita el hambre. De hecho, el punto de relajaci¨®n y meditaci¨®n del yoga rebaja tensiones y suele mitigar el hambre por estr¨¦s. Entonces, ?eres una rara? No, pero tal vez tengas asignaturas pendientes que mejorar en relaci¨®n con tu nutrici¨®n.
Susana Rodrigo, directora de Bikram Yoga Castellana, explica que normalmente nuestro cuerpo tiene algo as¨ª como ¡®nudos¡¯ que impiden que la sangre cargada de ox¨ªgeno y nutrientes llegue bien a todo el organismo. Las torsiones habituales para hacer tus asanas movilizan las v¨ªsceras y mejoran la irrigaci¨®n sangu¨ªnea. Para entendernos: son como torniquetes suaves de corta duraci¨®n. Al soltarse, propulsan la sangre con mucha fuerza haciendo que la sangre llegue con m¨¢s br¨ªos y a puntos donde antes le costaba llegar. ¡°Como te llega mejor la sangre, tu cuerpo est¨¢ mejor alimentado y lo normal es tener menos hambre cuando practicas yoga con asiduidad. Te sientes con m¨¢s energ¨ªa, pero el cuerpo te pide menos comida porque la que recibe la aprovecha de forma m¨¢s eficaz¡±.
Que tu amiga no tenga necesidad de un tentempi¨¦ tras la clase es normal. Pero que t¨² necesites dos platos y postre, tambi¨¦n tiene su explicaci¨®n. La m¨¢s obvia es que ciertas asanas masajean la zona abdominal y estimulan el proceso digestivo. Sucede con uttanasana (pinza de pie), parivrtta trikonasana (trai¨¢ngulo con trosi¨®n) o ardha matsyendrasana (media torsi¨®n sentada). Suelen recomendarse por sus efectos beneficiosos sobre el estre?imiento. Pero esa misma activaci¨®n puede hacer que el est¨®mago se vac¨ªe con m¨¢s rapidez nada m¨¢s terminar la clase. Se dispara la alarma de que falta alimento y de ah¨ª esas ganas imparables de comer.
La intensidad de la clase tambi¨¦n cuenta. ¡°Hay sesiones muy intensas, con un nivel de exigencia muscular muy grande. Quiz¨¢s no tanto como en una sesi¨®n de HIIT, pero s¨ª con un trabajo considerable. Si lo das todo, es normal tener hambre al acabar¡±. La responsable de que rujan las tripas nada m¨¢s salir del estudio de yoga es la grelina. El est¨®mago la segrega a diario cuando est¨¢ vac¨ªo. Pero tambi¨¦n se pone en marcha cuando nota que se has hecho ejercicio intenso y detecta que hay que reponer energ¨ªas para reparar el desgaste de tu sesi¨®n de yoga.
?Est¨¢s comiendo lo suficiente?
Antes de lanzarte a hincar el diente a lo primero que se te ponga por delante conviene revisar si est¨¢s aliment¨¢ndote adecuadamente. ¡°Hace a?os particip¨¦ en una de las actividades m¨¢s conocidas de bikram: el reto de los 30 d¨ªas. Consiste en realizar 30 clases de bikram yoga de forma consecutiva durante 30 d¨ªas. A los 15 d¨ªas estaba agotada y siempre con hambre. El profesor me dijo que era porque com¨ªa muchos carbohidratos, pero poca prote¨ªna. No es que el bikram sea como cargar pesas, pero hay un desgaste muscular moderado y necesitamos amino¨¢cidos para fortalecer esos m¨²sculos. Si no, cada d¨ªa te sientes m¨¢s d¨¦bil y hambrienta. Modifiqu¨¦ mi alimentaci¨®n y las siguientes dos semanas desapareci¨® esa sensaci¨®n de hambre¡±.
Queda la explicaci¨®n m¨¢s simple de todas: vas a yoga sin haber probado bocado en muchas horas. ?Se recomienda no hacerlo en las dos horas anteriores para no sentir incomodidad digestiva con las asanas. Pero si has desayunado a las 8 y aprovechas el mediod¨ªa para ir a clase, es normal que salgas con hambre. ?Es que es tu hora de comer! Lo mismo si vas a media tarde, cuando sales de la oficina. Si el almuerzo fue a las dos de la tarde y son las siete, claro que puedes tener hambre. Es muy habitual en las chicas, porque comen una ensalada ligera para luego no sentirse pesadas al volver al trabajo. Al cabo de cinco horas su cuerpo les pide m¨¢s alimento, es muy l¨®gico.?
Si es tu caso, puedes tomar un tentempi¨¦ saludable nada m¨¢s acabar la clase. ?Aunque lo primero es rehidratarte bien. Sobre todo, tras una sesi¨®n de bikram. Una vez hayas repuesto los l¨ªquidos perdidos no hay problema alguno en comer¡±. Otra manera de no llegar a casa con un hambre feroz es procurar comer un poco m¨¢s el d¨ªa que vas a yoga. O ponerte una alarma en el m¨®vil y tomar un algo bocado liviano (por ejemplo, un pu?ado de frutos secos) dos o tres horas antes.
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