¡®Barbie¡¯ y la falsa construcci¨®n de la justicia feminista: que Margot Robbie no haya sido nominada no es un problema
Una pel¨ªcula, por el hecho de contener un supuesto mensaje feminista, no tiene por qu¨¦ llevar aparejada la valoraci¨®n de las mujeres que han participado en ella por encima de la de los hombres
No puedo evitarlo, voy a hablar de Barbie. No de la pel¨ªcula, en realidad, sino del reciente revuelo que se ha montado al respecto de las nominaciones a los Oscar que ha recibido. Para quien no lo sepa, el tema -el ¡®esc¨¢ndalo¡¯, dicen algunos- es que, mientras Ryan Gosling ha recibido una nominaci¨®n a mejor actor de reparto, Margot Robbie, actriz principal, y la directora, Greta Gerwig, se han quedado fuera de la terna de nominados. Este hecho ha sido interpretado por muchos medios -algunos del calado del The New York Times- como a un ¡°sesgo machista a la hora de valorar una pel¨ªcula feminista¡±. Abundan titulares como ¡°Los Oscar dan la raz¨®n a Barbie¡±, y Ryan Gosling ha salido del paso con unas disculpas tan innecesarias como esperadas por muchas.
Vayamos por partes, que me mareo.
La cuesti¨®n ¡°los Oscar y Barbie¡± es el ejemplo m¨¢s estrafalario de entendimiento del feminismo que he visto.
No me enfangar¨¦ valorando a nivel moral esta pel¨ªcula que se pretende feminista, porque no es desde ah¨ª, desde lo moral, desde donde me interesa acercarme al arte, aunque el tema de la ¡®guerra de sexos¡¯ y el rollo los hombres son de Marte, las mujeres de Venus que vertebra Barbie no puede parecerme m¨¢s descafeinado, desfasado y poco productivo si lo que se pretende es aportar socialmente a trav¨¦s de una pel¨ªcula. Cosa que, desde luego, no es la funci¨®n del cine, aunque a veces pueda tomarla y sea totalmente l¨ªcito que lo haga.
Barbie es, m¨¢s all¨¢ de una pel¨ªcula que puede entretener m¨¢s o menos -en mi opini¨®n, menos- un fen¨®meno de marketing totalmente explosivo. Ha sido la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de 2023 y ha recaudado m¨¢s de mil millones de d¨®lares. Adem¨¢s, est¨¢ nominada a mejor pel¨ªcula. Podemos decir que a su directora, Greta Gerwig, y a Margot Robbie, una de sus productoras, no les ha salido nada mal la jugada. Pese a todo, hay quien pone el grito en el cielo por la supuesta valoraci¨®n injusta de ambas profesionales, mientras que a ¨¦l -Gosling- el ¡®chico¡¯ de la pel¨ªcula, se le nomina a mejor actor de reparto (igual que, por cierto, a America Ferrera, actriz secundaria de Barbie que ni siquiera ha podido celebrar esta alegr¨ªa de su carrera porque medios, internautas y ¡®opin¨®logas¡¯ han decidido que lo que hay que hacer es enfadarse).
Empecemos por lo m¨¢s obvio.
Una pel¨ªcula, por el hecho de contener un supuesto mensaje feminista, no tiene por qu¨¦ llevar aparejada la valoraci¨®n de las mujeres que han participado en ella por encima de la de los hombres. Se est¨¢ juzgando el desempe?o ¡®particular¡¯ en la disciplina de cada uno. Las nominadas al Oscar a mejor actriz principal este a?o son Sandra H¨¹ller (guau), Lily Gladstone, Carey Mulligan, Anette Benning, Emma Stone (doble guau), todas por papeles m¨¢s complejos y actuaciones m¨¢s logradas que la de Margot Robbie en Barbie, un papel muy sencillo como para figurar entre los de las actrices anteriores. Ya sabemos que los premios dependen, adem¨¢s, de la competencia, que suele ser m¨¢s exigente en los roles principales. Margot Robbie fue nominada hace a?os por Yo, Tonya, donde est¨¢ magn¨ªfica, igual que Greta Grerwing fue nominada a mejor direcci¨®n por Lady Bird, una pel¨ªcula en la que mereci¨® este reconocimiento m¨¢s que en Barbie.
Todas y todos sabemos que los premios no siempre son justos para unas y otros.
Sin embargo, vivimos en una ¨¦poca en la que los premios a mujeres ¨Cy m¨¢s a¨²n a obras de car¨¢cter feminista¨C son tristemente empleados como lavado de cara por instituciones de trayectoria machista o sencillamente masculinizada, cosa que por desgracia ensombrece la verdadera calidad de las obras premiadas. A menudo no se habla de las obras en s¨ª mismas, sino de la identidad de quien las escribe. Lo cual puede venir a colaci¨®n ¨Co no¨C, pero lo que desde luego no puede hacer es acaparar todo el di¨¢logo. Afirmar que hay motivaciones machistas detr¨¢s de las nominaciones de Barbie es vivir en otro planeta, inventar afrentas, distorsionar la realidad, y la reivindicaci¨®n de que las protagonistas de obras ¡®feministas¡¯ deben ser reconocidas por el hecho de ser ¡®las mujeres¡¯ al frente de esas obras es infantil y falaz.
No solo eso: el discurso gratuito sobre la afrenta que sufren dichas mujeres es de todo menos ¨²til para las nuevas generaciones. Dando semejante bombo a una supuesta injusticia patriarcal a la hora de reconocer el talento femenino, estamos dici¨¦ndoles a las ni?as esto: hagas lo que hagas, alcances la excelencia que alcances, nunca ser¨¢s reconocida. Ellos lo ser¨¢n, t¨² no. Y mientras tanto, nadie habla de Justine Triet, directora de la maravillosa Anatom¨ªa de una ca¨ªda, nominada precisamente a mejor direcci¨®n, ni recordamos que hace solo dos ediciones se alz¨® con dicha estatuilla Jane Campion, directora de El poder del perro, y la anterior Chlo¨¦ Zhao por Nomadland, un film extraordinario que gan¨® tambi¨¦n mejor pel¨ªcula y a mejor actriz (Frances McDormand).
Y a¨²n sucede algo m¨¢s pernicioso: el discurso de la necesidad de valorar las obras realizadas por las mujeres para corregir una injusticia hist¨®rica ¨Co contempor¨¢nea¨C y no por los m¨¦ritos concretos de su producci¨®n, tiene consecuencias trist¨ªsimas. Un ejemplo mir¨¢ndome el ombligo: hace tiempo, una persona de gran criterio y talento rese?¨® un libro escrito por m¨ª en un medio de comunicaci¨®n importante. Lo mejor del a?o, dec¨ªa. Lo mejor. Cuando le escrib¨ª para darle las gracias, entusiasmada, esa persona me respondi¨® con un: ?Nada! ?Hay que apoyar a las mujeres escritoras! Aquello fue el mayor jarro de agua fr¨ªa posible. ?Qu¨¦ deb¨ªa entender? ?Que hab¨ªa valorado mi escritura porque era una mujer joven que publicaba? ?Que rese?arme era una especie de labor social? El asunto es que esa persona hab¨ªa disfrutado de verdad el libro, le hab¨ªa encantado la prosa y el contenido, pero el argumento que eligi¨® darme para su valoraci¨®n hablaba de mi condici¨®n de mujer y no de la calidad de mi novela. Tres premios recibi¨® aquella novela, ?tres!, y respecto a todos ellos pens¨¦, ¡°bueno, me los dan por ser una mujer joven¡±. Ni siquiera los disfrut¨¦, casi me avergonzaban. Ahora miro atr¨¢s y lamento mucho haberme perdido toda aquella felicidad, todo aquel sue?o.
Sabemos que hay menos directoras de cine que directores porque, en general, las ni?as se sienten m¨¢s alejadas e inseguras respecto al aprendizaje t¨¦cnico, porque se espolea menos su ambici¨®n e independencia, su capacidad de liderazgo, porque las mujeres sufren m¨¢s problemas de conciliaci¨®n y mayor carga de trabajo en el hogar, porque en suma tienen menos tiempo para dedicarlo a su carrera, y m¨¢s cuando es una disciplina que requiere de tant¨ªsima implicaci¨®n.
No hace falta que nos inventemos problemas de g¨¦nero dentro de la disciplina cinematogr¨¢fica. Los hay a patadas.
Dediquemos nuestra energ¨ªa a hablar de los reales.
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