Jessica Miller: ¡°A los 22 a?os me llamaron ¡®modelo vieja¡¯, algo que fue genial para mi autoestima¡±
Tras casi tres d¨¦cadas en la moda, Jessica Miller repasa una carrera llena de ¨¦xitos y una biograf¨ªa que incluye una adolescencia rockera y un matrimonio con el bater¨ªa de la banda Metallica
Envejecer es un regalo¡±, dice Jessica Miller al reflexionar acerca de lo que supone seguir trabajando como modelo a los 40 a?os tras haber labrado una carrera custodiada por firmas de la talla de Chanel y Marc Jacobs. La estadounidense, nacida en Las Vegas (Nevada), es imagen de la nueva era de Chlo¨¦, de la mano de su nueva directora creativa, Chemena Kamali, una oportunidad que considera uno de los mayores honores su carrera. Cuando desde su agencia le piden fotograf¨ªas recientes, en casa tiene una ayuda extra: es su marido, Lars Ulrich, baterista y cofundador de la ic¨®nica banda de heavy metal Metallica, quien toma las instant¨¢neas. ¡°Nunca hab¨ªa sentido algo parecido con nadie, ni con un familiar: es un amor incondicional. Ayer cogi¨® un ferri para venir hacia aqu¨ª, trajo mis maletas¡ ?Es el hombre m¨¢s dulce del mundo! Llevamos casados casi 10 a?os y ahora le amo m¨¢s todav¨ªa, porque hemos pasado por muchas cosas¡±, asegura con un brillo en la mirada poco usual en quien lleva 13 a?os en pareja.
Acaba de cumplir 40 a?os y sigue trabajando para los grandes de la moda. ?Siente que es una excepci¨®n o se trata de algo cada vez m¨¢s habitual?
A los 22 a?os me llamaron ¡°modelo vieja¡±, algo que fue genial para mi autoestima¡ Dir¨ªa que disfruto mucho m¨¢s de la industria de la moda a medida que he ido cumpliendo a?os, porque me siento cada vez m¨¢s segura. S¨¦ que soy muy afortunada por tener el trabajo que tengo, pero no es un trabajo tan f¨¢cil como la gente se cree. A los 14 a?os tuve que aprender a viajar constantemente y a trabajar con gente nueva cada d¨ªa, por lo que me cost¨® poder valorar la creatividad del trabajo y la ropa, porque luchaba por adaptarme a la log¨ªstica de ser modelo y tener las herramientas necesarias para enfrentarme a todo esto desde el plano emocional. Ahora puedo darme cuenta de lo afortunada que soy y s¨¦ afrontar los altibajos de una forma m¨¢s saludable.
La llamaron ¡°modelo vieja¡± a los 22 a?os, pero antes, la llamaron ¡°gorda¡±¡
Es algo que todav¨ªa me atormenta. Cuando surgi¨® el movimiento #MeToo me preguntaron mucho por historias de abuso, pero lo cierto es que solo he tenido historias oscuras con mujeres. Cuando ten¨ªa 16 a?os, en Par¨ªs, una estilista me dijo a la cara: ¡°Est¨¢s gorda¡±. Siento que gracias a este movimiento, la industria de la moda es m¨¢s amable. Por ejemplo, me doy cuenta de que ahora las modelos se alaban mucho m¨¢s entre ellas, algo que no experiment¨¦ a los 20 a?os. Pero somos humanos, as¨ª que siempre vamos a ser mal¨ªsimos los unos con los otros.
Tras haber escuchado frases como esa, ?tiene una relaci¨®n saludable con la comida?
Como me temo que nos ocurre a todas, siempre he luchado con esto. Durante esta sesi¨®n de fotos, una de las prendas era especialmente ce?ida y me he dado cuenta de que si hace 10 a?os me hubiera enfrentado a una situaci¨®n as¨ª me habr¨ªa molestado mucho. Al hacerme vegana, gan¨¦ peso por comer esas pseudohamburguesas que aunque no tienen colesterol tienen mucha grasa, y fue al comenzar a hacer terapia cuando vi que ten¨ªa que comer lo que de verdad me hac¨ªa sentir bien. Me pasaba la vida en el gimnasio, pero era algo que no me gustaba. Ahora me siento en forma y saludable. Cuando hago deporte no pienso en las calor¨ªas. Ya no entreno: me muevo. Ya no es una lucha. Antes me torturaba y ahora todo esto parece m¨¢s f¨¢cil.
Y cumplir a?os, ?le molesta?
No, y pens¨¦ que me pasar¨ªa. Me sent¨ª feliz al cumplir 40 a?os en febrero. Amo mi trabajo, a mi marido, a mi familia¡ Hay tanto por lo que estar agradecida que no me preocupo por la edad, porque envejecer es una traves¨ªa. Antes no me sent¨ªa as¨ª, por lo que supongo que es por el trabajo que he hecho en terapia. Ahora s¨¦ poner l¨ªmites. Adem¨¢s, creo que la industria de la moda comienza a celebrar la edad.
?No piensa que a veces en la diversidad hay m¨¢s marketing que verdad?
Nunca he visto diversidad en el mundo de la moda si hablamos de tallas. Aunque afortunadamente ahora hay modelos de diferente tallaje, no creo que todas puedan coger peso cuando quieran. Es m¨¢s: no s¨¦ si yo trabajar¨ªa tanto como lo hago si engordara cinco kilos. Aunque tengo que aplaudir la forma en la que la industria comienza a celebrar la edad, creo que respecto al tallaje, a¨²n queda mucho por hacer.
?Sinti¨® presi¨®n al ser la primera modelo en firmar un contrato de exclusividad con Calvin Klein tras Kate Moss?
Recuerdo ir en el metro y ser consciente de que mi vida iba a cambiar. Sent¨ª que lo que hab¨ªa trabajado estaba dando por fin sus frutos. Era una campa?a ic¨®nica. Mi padre siempre pens¨® que ser modelo no ten¨ªa sentido, pero cuando firm¨¦ ese contrato y sali¨® un art¨ªculo en The New York Times, dijo: ¡°?Ahora s¨ª que tienes un trabajo de verdad!¡±. Inez & Vinoodh, a los que ahora considero mis t¨ªos, fueron los fot¨®grafos, y aprend¨ª a ser modelo al trabajar con ellos. En la sesi¨®n trabaj¨¦ adem¨¢s con el core¨®grafo Stephen Galloway, con quien aprend¨ª a moverme. Ese anuncio puso una presi¨®n extra en mi carrera e hizo que los altibajos fueran m¨¢s pronunciados, pero siento que esa campa?a se infiltr¨® en mi cuerpo y fue la que me ense?¨® a ser de verdad una buena modelo.
?Qu¨¦ sinti¨® al asistir a su primer concierto de Metallica, cuando ten¨ªa 12 a?os?
Mi madre me llev¨® al concierto porque yo era muy fan del grupo, y como est¨¢bamos muy lejos del escenario, ten¨ªamos prism¨¢ticos. Mis amigas y yo am¨¢bamos Metallica, algo que es una locura si lo analizamos desde el presente. De vez en cuando, veo a mi marido tocar y pienso¡ ¡°?Pero qu¨¦ demonios est¨¢ pasando aqu¨ª? ?Si yo era fan del grupo!¡±. Pas¨¦ cada d¨ªa de mis 13 a?os escuchando el ¨¢lbum Master of Puppets. Hay veces que les veo tocar y digo: ¡°?Me he casado con Lars?¡±.
Pero lo suyo no fue un amor a primera vista, ?no?
?Es que ten¨ªamos pareja! ?ramos amigos. Recuerdo que siempre me chocaba lo majo que era, pero yo estaba muy enamorada de mi chico. Me encontr¨¦ a Lars en un concierto cuando me acababa de quedar soltera. Apareci¨® de la nada, vino hacia m¨ª y lo vi de forma diferente. Es una pareja incre¨ªble.
?Dir¨ªa que es su musa, un t¨¦rmino algo conflictivo?
Nunca le he o¨ªdo decirlo. Creo que ambos nos equilibramos. ?l se despierta y puede ponerse a hacer llamadas, mientras que yo me tengo que tomar mi caf¨¦ y despejarme. Aunque somos opuestos, nos equilibramos, y cuando las cosas se vuelven locas, me ayuda a mirarlo todo desde otro ¨¢ngulo. Le he o¨ªdo decir algo parecido desde la perspectiva de negocios o desde el lado creativo, pero a¨²n tengo que o¨ªrle decir que soy su musa¡ ?Tendr¨¦ que pregunt¨¢rselo!
?Por qu¨¦ cree que es tan habitual que las modelos terminen con m¨²sicos?
No me puedo imaginar salir con alguien que no viaje por trabajo ni tenga la capacidad de trabajar en lugares remotos, porque es algo complicado. Supongo que comprender los horarios del otro es esencial. Viajar es incre¨ªble; ambos estamos entregados a nuestro trabajo y somos conscientes de que cuando viajamos lo hacemos por motivos laborales, pero creo que puede ser complicado estar en una relaci¨®n con alguien que te est¨¢ esperando en casa. Puedo imaginar lo mucho que se podr¨ªa agobiar esa persona al pensar en lo que el otro puede estar haciendo. Lars y yo siempre nos hemos entendido porque la naturaleza de nuestros trabajos, de alguna forma, es similar.
Ha contado que sus padres tuvieron problemas con las adicciones, pero siempre habla de su infancia de forma positiva. ?Por qu¨¦?
Ambos intentaron hacerlo lo mejor que pudieron y afortunadamente no hubo abuso alguno, pero no estuvieron siempre presentes. Tengo una hermana mayor y una m¨¢s joven, por lo que est¨¢bamos siempre juntas. Una vez, mi padre estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol y est¨¢bamos con ¨¦l en el coche. Nos par¨® la polic¨ªa y como mi madre estaba fuera, nos mandaron a un orfanato dos noches. Siempre he sabido que nos quer¨ªan y ahora tengo compasi¨®n por ellos. Cuando no pod¨ªamos despertar a mi padre porque hab¨ªa bebido demasiado, nos ten¨ªamos las unas a las otras. No me puedo imaginar lo que habr¨ªa sido pasar por eso sola. A mi padre le trasplantaron el h¨ªgado en 2010 y par¨¦ mi vida durante un a?o. Ahora tiene m¨¢s energ¨ªa que nadie.
Y luego se dedic¨® a la moda, donde las adicciones estaban a la orden del d¨ªa, y termin¨® con un m¨²sico¡
Con tantos viajes y al conocer cada d¨ªa tanta gente, el alcohol, que est¨¢ en todas partes, se convirti¨® en una herramienta f¨¢cil para salir de todo. Beber se convirti¨® en una excusa y aunque nunca dar¨ªa las gracias a la covid, justo lleg¨® cuando yo estaba en un punto en el que estaba harta de automedicarme. Sab¨ªa que no quer¨ªa beber de esa forma. Tuve problemas con el alcohol y en 2020 empec¨¦ a ir a terapia. Hubo un momento en el que estuve viendo a tres terapeutas diferentes a la vez. La que ve¨ªa a diario, que sigo viendo hoy, sent¨ªa que necesitaba a otra especialista con la que profundizar en los traumas y sentirlos en mi cuerpo, y luego tuve una terapeuta de DBT (Dialectical Behaviour Therapy), con quien analic¨¦ c¨®mo me comunicaba y que me ayud¨® a tener conversaciones saludables.
Forma parte de la junta directiva del santuario de animales de granja Animal Place, ?cree que el mundo se volver¨¢ vegano?
Hice voluntariado con ellos hace siete a?os y han cambiado mi vida. Poder trabajar con animales de granja me ha ayudado a entender a los humanos de forma m¨¢s org¨¢nica. Siento que soy m¨¢s amable y que estoy m¨¢s dispuesta a escuchar. Me van a matar por decir esto, pero creo que no estamos hechos para ser veganos. Lo que me pregunto es si no ser¨¢ la situaci¨®n clim¨¢tica la que nos obligue a terminar con la apuesta por los animales de granja. Soy completamente vegana y no compro cuero, pero si estuviera en la nada muerta de hambre, comer¨ªa carne. Estamos hechos para sobrevivir. Nunca he dicho que sea la vegana perfecta, y si me negara a llevar cuero en las fotos, creo que no trabajar¨ªa. Amo mi trabajo demasiado y creo que estoy haci¨¦ndolo lo mejor que puedo.
?Qu¨¦ le parece el trabajo de Chemena Kamali en Chlo¨¦, firma de la que es imagen?
Su pasi¨®n es contagiosa. Tras su primer desfile al frente de la marca, el pasado febrero, ella y el equipo rompieron a llorar de felicidad, algo que jam¨¢s hab¨ªa visto durante mi carrera. Eso dice mucho de lo que siente y evoca Chemena. Tengo la sensaci¨®n de que soy parte de algo personal al ponerme sus dise?os.
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