Cianobacterias esenciales en la historia y el futuro del planeta
Expertos internacionales consideran que estos microorganismos no est¨¢n suficientemente explorados en las Canarias
Las cianobacterias, tambi¨¦n conocidas como algas verdes-azules, son un grupo de bacterias muy especiales que, hace 3.600 millones de a?os, inventaron la fotosintesis y cambiaron dr¨¢sticamente la evoluci¨®n de la vida. Generaron y mantienen toda la existencia actual del planeta. Dos expertos mundiales en estos microorganismos, el matrimonio formado por Jiri Kom¨¢rek y Jarka K¨®markova, quienes recientemente han visitado las islas Canarias, consideran inexploradas estas especies en el archipi¨¦lago. ?l es profesor em¨¦rito de Bot¨¢nica y Ficolog¨ªa de la Universidad de Bohemia y ella es profesora del Instituto de Hidrobiolog¨ªa de la Rep¨²blica Checa. En su visita a las islas no daban cr¨¦dito a la enorme biodiversidad de microalgas y cianobacterias que pudieron analizar, concretamente, en el norte de Fuerteventura, islote de Lobos y algunos barrancos del norte de la isla de Gran Canaria. "Seguramente supera con mucho la diversidad que hemos estudiado durante a?os en otras ¨¢reas del planeta", se?alaron.
Esta pareja de cient¨ªficos, que ha impartido un curso internacional sobre taxonom¨ªa y conservaci¨®n de la cianobacterias subtropicales en el Centro de Biotecnolog¨ªa Marina, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han continuado viaje hacia Guatemala, al Lago Atitl¨¢n, en un programa de la Universidad de California y Naciones Unidas, donde realizar¨¢n una prospecci¨®n del hipercrecimiento de cianobacterias t¨®xicas ocasionado por centros tur¨ªsticos en los lagos habitados por comunidades ind¨ªgenas.
Para Kom¨¢rek estos microorganismos son fascinantes "porque combinan las caracter¨ªsticas de bacteria por un lado y de planta por otra. Las cianobacterias inventaron la fotos¨ªntesis y cambiaron la vida en el planeta", dice. "Son capaces de inyectar oxigeno en la atm¨®sfera y permitir que se generare la capa de ozono. Son organismos que colonizan todos los ambientes: marinos, dulceacu¨ªcola, terrestres y hasta en el punto m¨¢s ¨¢rido del desierto del Sahara se puede encontrar tapices de cianobacterias". Adem¨¢s, afirma este experto, estos microorganismos, al entrar en simbiosis con otras c¨¦lulas, crearon las c¨¦lulas actuales de las plantas terrestres; la clorofila (el pigmento que le da el color verde) no es m¨¢s que la consecuencia de la presencia de las cianobacterias en las plantas (en forma de cloroplastos). "Son por tanto el invento m¨¢s revolucionario que se ha dado en el planeta, al ser capaces de robar electrones al agua y producir energ¨ªa y condensar el carbono y como "residuo t¨®xico" producir oxigeno del que vivimos todos", dice
"Si me dejan puedo estar horas hablando de las cianobacterias", advierte el veterano intestigador, de casi ochenta a?os " y puedo explicar a trav¨¦s de ellas todo lo que nos rodea, el paisaje y hasta a nosotros mismos. Son microorganismos muy antiguos y no han cambiado desde sus or¨ªgenes hace 3.600 millones de a?os. Pero ¨¦stos son los responsables de la evoluci¨®n en la tierra."
Vida sin sexo
Las cianobacterias no mueren porque se reproducen sin sexo (el sexo invent¨® la muerte). Sin embargo, Komarek resalta la enorme adaptabilidad de estos microorganismos, que viven en unas condiciones incre¨ªbles: en fumarolas a setenta grados, en aguas ¨¢cidas, dentro de las rocas de la Antartida, en costras del desierto, en lagunas hipersalinas, y crecen en simbiosis con l¨ªquenes y plantas. Tambi¨¦n destaca que son los ¨²nicos organismos capaces de fertilizar los suelos con nitr¨®geno que esculpen el paisaje porque forman y rompen las rocas, construyen f¨ªsicamente las playas, las monta?as, etc¨¦tera.
Gracias a dos t¨¦cnicas recientes -la microscopia electr¨®nica y la biolog¨ªa molecular- se ha revolucionado la taxonom¨ªa de las cianobacterias y ha cambiado dr¨¢sticamente la percepci¨®n de su importancia clim¨¢tica a escala global y de su biodiversidad. "Ahora esta todo por decidir y necesitamos aclararnos sobre la biodiversidad de estos microorganismos que mantienen la vida en este planeta", dice Kom¨¢rek. ?l ha publicado recientemente varias investigaciones sobre cianobacterias que viven en zonas glaciares, extrem¨®filas -como su nombre indica son microorganismos que habitan en condiciones extremas de temperatura y ambientales, en este caso de fr¨ªo- que pueden pervivir en zonas ant¨¢rticas dentro de las rocas, a menos 120 grados cent¨ªgrados. Y mientras que a las plantas y a los animales les es imposible vivir por encima de 40 grados, las cianobacterias logran sobrevivir permanentemente en aguas termales a m¨¢s de 80 grados cent¨ªgrados. Por ello, los extremofilos se han convertido en objeto de estudio de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA), especialmente para proyectos de terraformaci¨®n que pretenden hacer habitables planetas mediante su inoculaci¨®n con cianobacterias, con finalidad de que se genere, nuevamente, un planeta Tierra.
Hidratar el Sahara
Guillermo Garcia-Blairsy, catedr¨¢tico de biolog¨ªa vegetal de Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y director del Centro de Biotecnolog¨ªa Marina, anfitri¨®n y coordinador del curso internacional que sobre cianobacterias se ha celebrado recientemente en dicha universidad, considera que es necesario investigar y conservar las cianobacterias y microalgas del Archipi¨¦lago, "si queremos contar con un futuro en las Islas". ?l no se cansa de repetir que "con sol y agua de mar se puede "cultivar algo m¨¢s que turistas" y que la principal alternativa econ¨®mica para Canarias (y el Sahara) es desarrollar un nuevo ecosistema bioindustrial basado en policultivos marinos integrados (peces no carn¨ªvoros, crust¨¢ceos, macroalgas, microalgas, plantas halofitas, manglares y cianobacterias).
Consolidar el Banco Nacional de Algas y el inicio de un programa de I+D+I permitir¨ªa, seg¨²n Garc¨ªa-Blairsy, rehidratar el desierto del Sahara, un proyecto que denomina Green Desert y que promueve la Fundaci¨®n Bioagramar. "En la Universidad de San Diego, en Estados Unidos, est¨¢n realizando un gran trabajo en este ¨¢mbito cient¨ªfico-tecnol¨®gico-empresarial del mundo de la algolog¨ªa aplicada. En Canarias tenemos por el momento unas condiciones ambientales formidables y deber¨ªamos no perder el tren", asegura el cient¨ªfico. "Actualmente, existen plantas y microalgas en ambientes naturales con enormes potenciales, pero la erosi¨®n gen¨¦tica (p¨¦rdida de biodiversidad) es vertiginosa", a?ade, y pone como ejemplo el Saladar de Bristol, en el norte de Fuerteventura "un lugar que frecuento, y que en unos pocos a?os ha perdido una gran parte de su biomasa y biodiversidad marina."
Garcia-Blairsy es optimista y cree que la crisis es una gran oportunidad para que las autoridades apuesten por esta investigaci¨®n, que supondr¨ªa una alternativa econ¨®mica viable al monocultivo de la construcci¨®n y el turismo, dando paso a una nueva fuente de energ¨ªa, con algas como biocombustible, y a la emergencia de todo un nuevo ecosistema industrial destinado al consumo humano, pienso y bioactivos.
Este investigador espera hacer realidad su proyecto Green Desert, donde, adem¨¢s del BNA (Banco Nacional de Algas), se potencie la Fundaci¨®n Agramar y se haga realidad el Centro Tecnol¨®gico en Arinaga , al sur este de Gran Canaria, con aproximadamente 11 hect¨¢reas. Posteriormente, si esto funciona, est¨¢ previsto el desarrollo de un Parque Industrial en Fuerteventura de aproximadamente unas 300 hect¨¢reas y por ¨²ltimo, se dar¨ªa el salto a su sue?o, un proyecto de cooperaci¨®n en el desierto del Sahara (comenzando por los 3.800 kil¨®metros cuadrados de las sebjas de Mauritania, zonas interiores que antiguamente se inundaban con aguas salobres), que Garc¨ªa-Blairsy define como la mejor manera, sin duda, de comenzar la rehidrataci¨®n del desierto.
Microalgas de importancia ecol¨®gica y econ¨®mica
Ser una eminencia en microalgas no es f¨¢cil. En el caso de Michael Melkonian, Catedr¨¢tico del Instituto de Bot¨¢nica de la Universidad de Colonia (Alemania) y director de la Colecci¨®n de Algas m¨¢s importante de Europa, conlleva una dedicaci¨®n de m¨¢s de 35 a?os de investigaci¨®n.
Preservar lo que no se ve (las microalgas) y conservar algunas costas v¨ªrgenes es casi una plegaria para este bot¨¢nico, quien durante dos d¨ªas visit¨® la zona norte de la isla de Fuerteventura. Sorprendido por la gran biodiversidad de microalgas -principal fuente de la fotos¨ªntesis- pide a los responsables locales que se preocupen por comprender su importancia ecol¨®gica y econ¨®mica.
Melkonian ha pasado media vida llevando a cabo programas de prospecci¨®n, aislamiento e identificaci¨®n de microalgas por todo el mundo y su experiencia confiere relevancia a lo que ha podido observar en Fuerteventura y el islote de Lobos.
Seg¨²n este cient¨ªfico, al a?o se describen para la ciencia entre 200 y 300 nuevas especies de microalgas, en su vida profesional ha aislado cerca de unas mil especies.
Una de las palabras que hacen brillar los ojos de Michael Melkonian es endosimbiosis; sus publicaciones sobre este tema y nuevas estrategias evolutivas le han valido gran reconocimiento. Resume este concepto se?alando que la vida es un organismo dentro de otro, "el crecimiento de una c¨¦lula en otra, todos los animales y plantas son endosimbi¨®ticos, todos dependemos de la combinaci¨®n y uni¨®n de las bacterias". Investiga as¨ª como estos micro organismos protistas adquieren nuevas funciones bioqu¨ªmicas y por lo tanto, una importante fuente de innovaci¨®n gen¨¦tica.
Sobre la importancia de las micro algas, Melkonian se?ala que producen aproximadamente el 50% del oxigeno y la biomasa del planeta, m¨¢s que las selvas, y debemos ser conscientes de su potencialidad. En Jap¨®n es uno de los alimentos m¨¢s b¨¢sicos, tanto como las patatas en Europa. Esto es porque en occidente estamos m¨¢s volcados en los ecosistemas terrestres y no en los marinos, por puro desconocimiento apunta el cient¨ªfico.
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