Estado de emergencia en Luisiana ante la llegada de la marea negra
El pozo submarino emite el equivalente a 5.000 barriles diarios, cinco veces m¨¢s de lo calculado inicialmente
Una inmensa marea negra avanza m¨¢s deprisa de lo esperado sobre las costas de Luisiana y amenaza a otros dos Estados de la Uni¨®n (Misisipi y Alabama) as¨ª como a la desembocadura del r¨ªo Misisipi. El tiempo para contener la mancha negra -de un tama?o similar a Jamaica- corre en contra mientras se anuncia que la plataforma petrol¨ªfera que el 20 de abril se hund¨ªa en el golfo de M¨¦xico por causas desconocidas (11 personas desaparecidas dadas por muertas) expulsa crudo al mar a un ritmo de 5.000 barriles diarios (800.000 litros) y no de 1.000, como los responsables de la compa?¨ªa hab¨ªan declarado y hecho creer.
Los gobiernos se movilizan y Bobby Jindal, Gobernador de Luisiana, declaraba el "estado de emergencia" en la zona. Este derrame "amenaza los recursos naturales del estado, sobre todo la tierra, el agua, los peces, la fauna salvaje, las aves y otros recursos biol¨®gicos, y es una amenaza para la supervivencia de los habitantes de Luisiana que viven en las costas", dijo Jindal en una nota.
Tambi¨¦n la Administraci¨®n de Barack Obama tomaba cartas en el asunto y pon¨ªa al Departamento de Defensa en guardia para asistir a la empresa petrolera BP en todo lo que necesitase para controlar el vertido. Pero el presidente estadounidense quiso dejar ayer claro qui¨¦n pagar¨ªa la factura: "Mi Administraci¨®n usar¨¢ todos los recursos a su alcance para enfrentar la situaci¨®n aunque el responsable ¨²ltimo y qui¨¦n financiar¨¢ la operaci¨®n ser¨¢ BP".
Dubitativa y hasta la fecha queriendo minimizar el incidente, BP dec¨ªa ayer que aceptar¨ªa "la ayuda que se nos ofrezca". As¨ª lo declar¨® Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, empresa que operaba la plataforma propiedad de Transocean. Por ayuda, Suttles se refer¨ªa a la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito de EE UU para contener un problema que se ha escapado de su control, justo cuando acababa de saberse que se hab¨ªa detectado una tercera fuga en la tuber¨ªa que conectaba la extracci¨®n del crudo del pozo submarino con la base de la plataforma.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, anunci¨® ayer que hoy viajar¨¢ a la zona junto con una serie de responsables de la Administraci¨®n norteamericana para evaluar los da?os y supervisar las labores de control. Napolitano insisti¨® en que el presidente Obama, est¨¢ informado al minuto de la situaci¨®n.
Con la declaraci¨®n del estado de emergencia, el gobernador de Luisiana abre los canales para solicitar ayuda federal de urgencia para proteger su costa, tomando en cuenta informaciones seg¨²n las cuales "una parte de la mancha llegar¨¢ a Luisiana antes de lo previsto". Los c¨¢lculos oficiales estiman que hoy la amenaza negra podr¨ªa estar a 16 millas de tierra. M¨¢s de 400 especies de fauna y vida acu¨¢tica est¨¢n en peligro. En lo que se puede convertir en una tragedia anunciada, es dif¨ªcil obviar lo sucedido en Nueva Orleans tras el paso del hurac¨¢n Katrina en 2005 y la inoperancia e ineptitud con la que el Gobierno de George W. Bush manej¨® la situaci¨®n, que acab¨® convirti¨¦ndose en cat¨¢strofe. Entonces hubo muchos cruces de acusaciones y se puso de manifiesto que los canales de comunicaci¨®n y la rapidez en la respuesta entre Gobierno federal y estatal fallaron.
Si las estimaciones de los guardacostas de que se est¨¢ produciendo un vertido de 5.000 barriles diarios son acertadas y no se para la fuga, la mancha alcanzar¨ªa las proporciones de la cat¨¢strofe del Exxon Valdez, petrolero que se hundi¨® frente a las costas de Alaska en 1989 y que durante dos meses lleg¨® a escupi¨® al mar 11 millones de galones. Las cifras -como las horas que pasen- son ahora muy importantes y motivo de discordia. En una rueda de prensa conjunta ofrecida por Suttles, el jefe de operaciones de la plataforma, y la responsable de los guardacostas de EE UU, Mary Landry, qued¨® de manifiesto que ambas partes manejaban (quiz¨¢ de forma interesada) datos e informaciones distintas. Seg¨²n Landry, la amenaza era muy grave y fue entonces cuando anunci¨® que el volumen de expulsi¨®n era cinco veces superior al aceptado por la compa?¨ªa, que lo rechaz¨® en un primer momento. Ante la evidencia presentada por la jefa de los guardacostas, el responsable de Deepwater Horizons tuvo que dar marcha atr¨¢s en su rebaja de la cat¨¢strofe y reconoci¨® que bas¨¢ndose "en im¨¢genes de sat¨¦lite, ahora se puede ver que el vertido es superior a los mil barriles".
Hasta ahora, ni las barreras flotantes que han sido desplegadas cubriendo unas 20 millas n¨¢uticas frente a las costas de Luisiana ni los intentos de quemar la mancha han dado resultado en la contenci¨®n. Todos los intentos han sido "insuficientes", seg¨²n el gobernador. El cambio en la direcci¨®n de los vientos no ha ayudado en los incendios controlados, que seguir¨¢n realiz¨¢ndose en los siguientes d¨ªas -aunque incendiar la mancha tambi¨¦n tiene problemas ambientales, ya que el humo negro que despide es t¨®xico y deja residuos en el mar-.
El gigante petrolero BP operaba la plataforma Deepwater Horizon, que conten¨ªa 2,6 millones de litros de petr¨®leo en dep¨®sito y extra¨ªa cerca de 1,27 millones de litros por d¨ªa.
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