El Gobierno rebaja los requisitos para obtener la tarjeta sanitaria
Sanidad elimina en un real decreto la figura de persona sin ingresos para tener asistencia Solo se exigir¨¢ haber cotizado a quienes ganen m¨¢s de 100.000 euros al a?o
Todo el que ingrese menos de 100.000 euros al a?o y est¨¦ en situaci¨®n legal en Espa?a tendr¨¢ derecho a la tarjeta sanitaria. El giro del Ministerio de Sanidad es radical desde el real decreto ley del 20 de abril. Entonces solo hab¨ªa dos opciones: o haber cotizado a la Seguridad Social, o acogerse a la prestaci¨®n para personas sin recursos. Todo eso ha quedado superado aun antes de entrar en vigor, seg¨²n se desprende del proyecto de real decreto que prepara el Ministerio de Sanidad al que ha tenido acceso EL PA?S. En ¨¦l se establece que, para los residentes legales (espa?oles o extranjeros) que no hayan cotizado a la Seguridad Social, basta con que acrediten que han ingresado menos de 100.000 euros al a?o y tendr¨¢n tarjeta.
De hecho, el cambio es tan radical que la opci¨®n de acogerse a la falta de recursos ha desaparecido. Esta opci¨®n estaba en el Real Decreto 1088/1989, de 8 de septiembre, que ha quedado derogado.
¡°Hace dos meses no tuve problemas¡±
Ana¨ªs P., valenciana de 27 a?os, est¨¢ adscrita a la cartilla sanitaria de su madre. Hace dos meses solo tuvo que presentar la copia de la tarjeta de su progenitora para renovar la suya por un cambio de domicilio. ¡°No tuve problemas. Pero tampoco me dijeron que, como nunca he cotizado, a partir de septiembre tendr¨ªa que justificar que no tengo ingresos¡±.
La mujer, licenciada en Ciencias del Mar en 2009, se mud¨® hace unos meses a Lanzarote en busca del empleo de sus sue?os: monitora de buceo. Lo encontr¨®, pero sin contrato. ¡°He trabajado toda mi vida, pero siempre sin cotizar, y cuando he sido becaria, sin cobrar¡±, dice. Seg¨²n lo establecido en la reforma sanitaria, Ana¨ªs deber¨¢ demostrar que no recibe ning¨²n sueldo ni renta superior a 100.000 euros para obtener su tarjeta. Esto no ser¨¢ un problema. Su sueldo de 750 euros al mes est¨¢ muy lejos de esa barrera. Pero adem¨¢s, cobra en negro, sin que conste en ning¨²n sitio. ¡°Me pagan en un sobre y lo guardo en un caj¨®n¡±, explica.
Ana¨ªs se preocupa, sin embargo, por los nuevos tr¨¢mites para solicitar la tarjeta. ¡°Ahora tendr¨¦ que buscar un trabajo, que no hay, y cotizar; o justificar mi situaci¨®n¡±, dice. ¡°Me parece alucinante. Lo mejor que ten¨ªamos en Espa?a era la sanidad y se la est¨¢n cargando¡±, concluye.
La idea que subyace en el cambio de Sanidad es tapar algunos de los agujeros que el Real Decreto Ley de recortes del 20 de abril hab¨ªa abierto. Al ponerse muy estricto con la concesi¨®n de la tarjeta sanitaria y vincularla a la cotizaci¨®n a la Seguridad Social, hab¨ªa grupos de personas (rentistas, miembros de congregaciones religiosas que no cotizan) que quedaban fuera de la cobertura. Lo que no se justifica es por qu¨¦ esta universalizaci¨®n de la atenci¨®n tiene un l¨ªmite superior de 100.000 euros. Es decir, si un rentista ingresa m¨¢s de esa cantidad pero nunca ha cotizado a la Seguridad Social, no tendr¨¢ derecho a tarjeta sanitaria y deber¨¢ acudir a un seguro privado, aunque pague miles de euros en impuestos, que es la v¨ªa en la que se financia la prestaci¨®n sanitaria.
Esta nueva regulaci¨®n implica, de paso, la soluci¨®n que se da para los mayores de 26 a?os que nunca hayan cotizado, algo cada vez m¨¢s habitual dado el paro juvenil. El proyecto de decreto ley los divide en dos grupos: los que antes del 1 de septiembre hayan contado con una tarjeta sanitaria individual, y los que no. Para los primeros se dice, simplemente, que se les deje como est¨¢n. Eso s¨ª, tienen tres meses para presentar la documentaci¨®n correspondiente. Los otros, los que cumplan m¨¢s de 26 a?os a partir del 1 de septiembre, tendr¨¢n que hacer un proceso similar al de antes ¡ª(solicitar el certificado de que no ten¨ªan ingresos), solo que esta vez deber¨¢n acreditar que no ganan m¨¢s de 100.000 al a?o. Con esto la inmensa mayor¨ªa de los casos quedar¨¢n cubiertos.
Esta disposici¨®n aclara el panorama para los mayores de 26 a?os. En algunos sitios, como el caso que se supo ayer de un arquitecto de Matar¨® (Barcelona), se les dijo que perder¨ªan la tarjeta por no haber cotizado, pero eso no es cierto: la mantendr¨¢n quienes presenten el certificado con sus ingresos. En otros lugares, como Madrid, fueron m¨¢s prudentes: no dieron instrucciones al respecto hasta ver c¨®mo solucionaba la situaci¨®n Sanidad.
El proyecto de real decreto, que ha sido ya enviado a las comunidades, es solo para definir la nueva condici¨®n de asegurado y beneficiario (los que figuran en la tarjeta de un trabajador, jubilado o parado). Esta condici¨®n se reserva al ¡°c¨®nyuge de la persona asegurada¡± o a quien conviva con ella ¡°con una relaci¨®n de afectividad an¨¢loga a la conyugal¡±. Eso s¨ª, para ello deber¨¢ estar ¡°debidamente inscrita en el registro correspondiente¡±.
Tambi¨¦n podr¨¢n beneficiarse de la tarjeta de otro su exc¨®nyuge si tiene ¡°derecho a percibir una pensi¨®n compensatoria¡±. Otra posibilidad para tener tarjeta es ¡°ser descendiente de la persona asegurada o ser persona asimilada a aquel, en ambos casos menor de 26 a?os y a cargo de aquella o de su c¨®nyuge, exc¨®nyuge o pareja de hecho, o, en caso de ser mayor de dicha edad, tener una discapacidad reconocida en un grado igual o superior al 65%¡±. Esta caracter¨ªstica de ¡°asimilado¡± a descendiente se reserva para ¡°los menores legalmente acogidos por una persona asegurada, por su c¨®nyuge o pareja de hecho, as¨ª como por su exc¨®nyuge cuando, en este ¨²ltimo caso, el acogimiento se hubiese producido antes del divorcio o de la nulidad matrimonial¡±. Tambi¨¦n se podr¨¢ incluir en la tarjeta a los hermanos si son menores de 26 a?os y no tienen otra v¨ªa de aseguramiento. Los padres quedan fuera.
Las medidas de ahorro
El Real Decreto Ley 16/2012 del 20 de abril de medidas urgentes para la sostenibilidad del sistema sanitario fue la respuesta casi inmediata al anuncio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del 10 de abril de que pretend¨ªa ahorrar 10.000 millones entre Educaci¨®n (el 30%) y Sanidad (el 70%).
- Copago farmac¨¦utico. El real decreto ley modific¨®, por primera vez desde que se establecieron, las aportaciones de los pacientes al comprar los medicamentos que les recetan los m¨¦dicos. Lo que pagan los funcionarios de Muface qued¨® igual (el 30%), pero por primera vez los jubilados tendr¨¢n que abonar algo (el 10% de media salvo quienes tengan ingresos muy bajos, que no pagar¨¢n). Tambi¨¦n se modificaron las escalas de los activos, desde la exenci¨®n para parados de larga duraci¨®n sin subsidio, hasta el 60% del coste para los que m¨¢s ganan (antes, todos abonaban el 40% del precio del f¨¢rmaco, independientemente de sus ingresos). Para ello se obtendr¨¢n los datos de Hacienda y se cruzar¨¢n con los de la Seguridad Social.
- Atenci¨®n a extranjeros. Quienes tengan residencia legal en Espa?a seguir¨¢n teniendo derecho a su tarjeta. Pero a los que est¨¦n en situaci¨®n irregular ya no les bastar¨¢ con estar empadronados. Perder¨¢n el derecho a la asistencia el 1 de septiembre, y solo se les atender¨¢ en urgencias o si son ni?os o mujeres embarazadas.
- Otras exclusiones. Aunque ya estaba en la ley, los mayores de 26 a?os que no hubieran cotizado a la Seguridad Social quedaban sin tarjeta ¡ªy, por tanto, sin asistencia¡ª. Solo les quedaba el recurso a declararse insolventes. Ahora, con el nuevo decreto que se prepara, eso se soluciona y todo el que est¨¦ legal en Espa?a tendr¨¢ asistencia si no ingresa m¨¢s
- de 100.000 euros al a?o. En cambio, los parados de larga duraci¨®n no perder¨¢n la tarjeta.
- Otros copagos. Las prestaciones que no forman parte de la cartera b¨¢sica (ortoprot¨¦sicas, dietoter¨¢picos, transporte sanitario no urgente) tendr¨¢n un copago que a¨²n no se ha establecido.
- Personal. Se crear¨¢ un registro de profesionales sanitarios, se unificar¨¢n las categor¨ªas profesionales para facilitar la movilidad entre comunidades y desaparecer¨¢n los ¨²nicos m¨¦dicos y enfermeras que todav¨ªa tienen la categor¨ªa de funcionarios. Si no quieren, ser¨¢n destinados a puestos no sanitarios.
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