La Complutense se asfixia
La falta de fondos para investigar, la reducci¨®n de plantilla y la escasez de presupuesto amenazan al buque insignia de las universidades p¨²blicas espa?olas EL PA?S inicia una serie de reportajes sobre la situaci¨®n de los campus tras cinco a?os de recesi¨®n
Los abucheos llegaban desde varias filas del aula magna. Con el curso reci¨¦n iniciado, el rector decidi¨® en octubre de 2012 recorrer las facultades para explicar las cuentas del a?o m¨¢s duro. En el campus de Somosaguas, la tribuna m¨¢s cr¨ªtica de toda la instituci¨®n, los alumnos ped¨ªan a gritos ¡°insumisi¨®n o dimisi¨®n¡± a Jos¨¦ Carrillo, el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el campus presencial m¨¢s grande de Espa?a. Aqu¨ª conviven cerca de 85.000 alumnos, un centenar de edificios, 5.900 docentes y una deuda, arrastrada durante lustros, que ahora ronda los 140 millones de euros.
Sus par¨¢metros la convierten en una excepci¨®n, un nav¨ªo dif¨ªcil de trasladar a puerto, al filo de cruzar la l¨ªnea roja de la calidad en docencia e investigaci¨®n. Sus dimensiones y su historia le otorgan, a su pesar, un papel de buque insignia en zozobra sobre el que est¨¢n puestos todos los focos en un momento de crisis y recortes ¡ªm¨¢s de 1.200 millones menos para educaci¨®n superior desde 2010¡ª, de subidas de tasas y becas m¨¢s dif¨ªciles de conseguir que tienen soliviantados a alumnos, docentes y rectores.
"Las movilizaciones van a seguir; cada vez hay menos p¨²blica"
Miguel Rodr¨ªguez, estudiante de 24 a?os, est¨¢ terminando la carrera de Ciencias Pol¨ªticas en la Complutense. Fue uno de los estudiantes que protagoniz¨® el encierro de 21 d¨ªas en el Rectorado con el que se denunci¨® la existencia de alumnos que no pod¨ªan afrontar el pago de matr¨ªculas tras la subida de precios.
Pregunta. ?En qu¨¦ ha notado los recortes?
Respuesta. Sobre todo, en gente que no puede seguir estudiando. Para los que s¨ª seguimos, se nota tambi¨¦n en el material que tiene la universidad, en el propio mobiliario y en que los profesores asumen cada vez m¨¢s horas y preparan peor las clases porque tienen cuatro grupos de 50 alumnos y no pueden mandar un trabajo para corregir cada semana.
P. ?C¨®mo ha vivido la evoluci¨®n desde que empez¨® a estudiar hace cinco a?os?
R. Lo que m¨¢s se nota es el cambio en el tipo de gente que accede a la universidad, de estratos econ¨®micos cada vez m¨¢s altos. Los profesores, que antes se planteaban las clases de otra manera y dedicaban m¨¢s tiempo, ahora no te hacen tanto seguimiento personal.
P. ?Por qu¨¦ decidieron encerrarse?
R. La movilizaci¨®n es a veces la ¨²nica opci¨®n. ?ramos sistem¨¢ticamente ignorados. Tambi¨¦n es cierto que hay mucha gente que cree que aunque te movilices no te van a escuchar.
P. ?Prev¨¦n movilizaciones el curso que viene?
R. Van a seguir de una forma u otra, tanto desde el colectivo de estudiantes como del de profesores. Cada vez hay menos universidad p¨²blica, m¨¢s tasas, menos alumnos. Intentan que la universidad p¨²blica sea cada vez m¨¢s peque?ita para favorecer a la privada.
Y, en ese contexto, la UCM es el escaparate en el que se reflejan otros campus: aqu¨ª surgi¨® la iniciativa de sacar las universidades a la calle para denunciar que viven casi a la intemperie, sus estudiantes fueron los primeros que alertaron con un encierro-protesta de las dificultades de pagar matr¨ªculas con los nuevos precios. A principios de octubre, con el brutal incremento de tasas reci¨¦n aprobado, Carrillo auguraba tormenta ante un p¨²blico poco af¨ªn: ¡°Vivimos la peor situaci¨®n en 35 a?os¡±. ¡°La primera responsabilidad de un rector es que la universidad no cierre y pagar las n¨®minas¡±, explicaba entonces. Nueve meses despu¨¦s, los sueldos se siguen pagando aunque se han recortado, la plantilla de profesores ha descendido sensiblemente y los proyectos de investigaci¨®n disponen de menos recursos de los necesarios. Los dirigentes del gran campus espa?ol auguran que el a?o m¨¢s duro ¡ªy el lustro m¨¢s funesto desde 2009¡ª ha pasado, pero lo cierto es que ha dejado huellas que va a ser dif¨ªcil borrar.
El presupuesto de la UCM ha ca¨ªdo un 15% desde 2009 hasta 516 millones de euros, o lo que es lo mismo, baja de 7.039 euros a 6.072 euros por alumno, un 14% menos, mientras las matr¨ªculas que pagan se han disparado por encima del 38% este curso y se espera que vuelvan a subir el que viene.
La traves¨ªa del desierto de la Complutense comenz¨® a finales de 2008, cuando la Comunidad de Madrid hizo saltar por los aires el plan de inversiones firmado con sus seis campus p¨²blicos. Se redujo hasta el tu¨¦tano el dinero destinado a construcci¨®n y mantenimiento de edificios. Las goteras comenzaron a eternizarse. El propio rector reconoc¨ªa en 2012 que llevaba dos a?os conviviendo con una en el despacho de su facultad, Matem¨¢ticas. Hace ya meses que no es noticia la falta de fondos para hacer fotocopias, encender el aire acondicionado, comprar libros o poner membrete oficial a los folios que se usan en los ex¨¢menes para evitar cambiazos.
Los dos ¨²ltimos rectores (Carrillo y su predecesor, Carlos Berzosa) pusieron en marcha planes de ahorro con recortes en servicios de biblioteca, cierre temporal de sedes, reducci¨®n de conferencias... El margen es estrecho y el ajuste empieza a hacer mella en las dos patas principales de la universidad, la docencia y la investigaci¨®n.
El Rectorado admite que las investigaciones se han resentido. ¡°Ninguna de las puestas en marcha se ha parado del todo, pero s¨ª est¨¢n disminuidas¡±, explica Joaqu¨ªn Plumet, vicerrector de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UCM, que culpa al Gobierno del retraso en el abono del dinero para investigaci¨®n y de mantener en suspenso la convocatoria del Plan Nacional de I+D+i, que deb¨ªa haberse materializado en enero. ¡°Han bajado los gastos de personal y no se han podido contratar los colaboradores y becarios necesarios, ni tampoco adquirir todo el material previsto¡±, se?ala Plumet. Una plataforma de investigadores denunci¨® adem¨¢s en junio, tal como recogi¨® EL PA?S, que el dinero que el Ministerio de Econom¨ªa asigna de forma directa a los proyectos cient¨ªficos de la Complutense no fue puesto de forma inmediata a disposici¨®n de los investigadores, lo que ha aumentado el impago de facturas a proveedores y el bloqueo en sus trabajos.
En uno de los laboratorios de Biolog¨ªa, lo primero que se percibe es un recorte clim¨¢tico. Demasiado fr¨ªo en invierno, demasiado calor en verano, explica Mario Benito, catedr¨¢tico de Gen¨¦tica. ¡°El aire acondicionado no funciona y as¨ª no se puede trabajar¡±, comentaba a inicios de julio, ¡°pero es lo de menos comparado con lo de las facturas¡±. Hay proveedores que no cobran desde hace m¨¢s de un a?o y casas de productos qu¨ªmicos que han dejado de servir a la Complutense, como admite el vicerrector de Pol¨ªtica Econ¨®mica. La deuda del campus asciende a 105,4 millones de euros. ¡°No nos llega material para iniciar distintos procesos de gen¨¦tica molecular¡±, denuncia Benito, que asegura que deben elegir entre ¡°pagar al personal del proyecto o abonar el producto qu¨ªmico¡±.
Proyectos con pocos recursos y aulas con menos personal. El catedr¨¢tico Mario Benito, igual que otros colegas, se?ala el ajuste en la docencia como otro de los grandes males llegados con los recortes. La UCM ha perdido 345 profesores desde 2008, seg¨²n las cifras oficiales, un 5,3% menos. No ha habido despidos, pero la tasa de reposici¨®n fijada por el Gobierno (solo se pueden sustituir el 10% de las jubilaciones) ha envejecido y ajustado las plantillas de los departamentos mientras aumentan las figuras m¨¢s precarias, los docentes sin contrato y peor pagados. El n¨²mero de interinos ha subido un 11% hasta 165 docentes y los ayudantes doctores casi se han triplicado de 130 a 341.
"Ganamos poco y pagamos la investigaci¨®n de nuestro bolsillo"
Est¨¢ en el ¨²ltimo escal¨®n. Isabelle Marc, es profesora ayudante doctor y ha completado la carrera, la tesis, ha hecho m¨¦ritos para conseguir la acreditaci¨®n y ha dedicado cinco a?os de su vida a terminar la formaci¨®n como docente antes de obtener una plaza. Hasta ahora. La falta de oferta y los recortes amenazan su futuro. Marc, de 38 a?os, est¨¢ a la espera de que se convoquen unas oposiciones inciertas.
Pregunta. ?C¨®mo ha notado los recortes?
Respuesta. En primer lugar, en el sueldo. Las clases se han masificado y tenemos menos dinero para investigar. Hay muchos congresos a los que no asisto por falta de presupuesto. La Complutense pag¨® solo 120 euros de los 350 que cost¨® el ¨²ltimo en el que estuve. Y cobro cerca de 1.500 euros. Ganamos poco y tenemos que poner de nuestro bolsillo para investigar.
P. ?C¨®mo cree que afecta esta situaci¨®n al alumnado?
R. Es sangrante. Se ha multiplicado el dinero que pagan y se est¨¢ favoreciendo una relaci¨®n mercantilista entre profesores y estudiantes, una l¨®gica clientelar. Cuando aumenta el alumnado, el trabajo de investigaci¨®n y docencia o el papeleo que tenemos que hacer no se puede exigir m¨¢s calidad. La subida de tasas deber¨ªa haber supuesto un aumento de la inversi¨®n.
P. ?La calidad ha disminuido?
R. Claro, ?c¨®mo vas a trabajar mejor con menos tiempo y m¨¢s cargas?
P. ?C¨®mo se plantea el futuro?
R. Hay mucho des¨¢nimo, vemos c¨®mo se trunca nuestra carrera. Me gustar¨ªa vivir tranquila y tener la seguridad de que seguir¨¦ aqu¨ª dentro de un a?o. Creo que merecemos un sueldo m¨¢s digno y no hablo solo de mis 1.500 euros, sino de lo que cobran los interinos, que no llegan ni a 1.000. He pensado muchas veces en irme de Espa?a. En otras universidades europeas, la gente de mi generaci¨®n ya tiene cargas de responsabilidad y reconocimiento, mientras aqu¨ª pasamos a?os padeciendo.
P. ?Alguna consecuencia positiva de la crisis?
R. Los recortes nos han hecho concienciarnos m¨¢s. Han surgido iniciativas preciosas, como #lacompluenlacalle o la Plataforma de Profesores No Permanentes, con la que hemos ganado visibilidad. Hemos tomado conciencia de que el destino individual pasa necesariamente por el destino del colectivo.
¡°Cuando yo entr¨¦ como alumno, casi todos eran catedr¨¢ticos. Ahora prolifera el profesorado, mal pagado¡±, se?ala Julio Caraba?a, catedr¨¢tico em¨¦rito de Sociolog¨ªa, con 65 a?os y casi 40 de carrera. Un ayudante doctor cobra casi un tercio de lo que recibe un catedr¨¢tico, con unos 1.500 euros de sueldo frente a 4.000. Son puestos reservados durante cinco a?os. El fin deber¨ªa ser una plaza propia, pero eso ya casi no ocurre. Los interinos rozan los 900 euros mensuales en el mejor de los casos. ¡°La media de las clases de universidad se pagan peor que las de primaria, y eso que estamos dedicados a tiempo complet¨ªsimo¡±, se?ala Caraba?a.
Los sindicatos denuncian que las plazas de interinos, previstas para cubrir contingencias puntuales, se eternizan, seg¨²n Jes¨²s Escribano, de CC OO. Plumet defiende que las figuras de profesores asociados y contratados doctores se aplican ¡°tal y como est¨¢n tasadas y recogidas en la normativa¡±, pero admite que la figura del interino ¡°se ha prostituido¡±. ¡°Con demasiada frecuencia, no tanto en nuestra universidad como otras, se le ha dado carta de naturaleza. La tasa de reposici¨®n es un suicidio¡±, admite el vicerrector.
Frente a esto ¨²ltimo, la situaci¨®n se aten¨²a con la buena voluntad y el esfuerzo de la plantilla. ¡°Nuestra labor es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, la presi¨®n sobre el profesorado ha aumentado enormemente¡±, se?ala Juan Varela, catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Italiana que lleva casi una d¨¦cada impartiendo clases en la universidad. Es uno de los impulsores de #lacompluenlacalle, el movimiento de protesta que sac¨® la precariedad de las aulas a las plazas p¨²blicas y se extendi¨® a otras facultades espa?olas. ¡°El proceso de prejubilaci¨®n que inici¨® Berzosa iba a suponer te¨®ricamente un rejuvenecimiento de la plantilla pero al final ha supuesto un ERE encubierto que nos impide dar la buena docencia y la evaluaci¨®n continua que exige el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior¡±.
El haz de luz sobre este panorama sombr¨ªo ha venido de manos de los tribunales y de un plan de refinanciaci¨®n a proveedores en el que tienen puestas todas sus esperanzas. Cuando comenzaron los recortes de la Comunidad de Madrid, el anterior rector Berzosa inici¨® en solitario una campa?a de denuncias judiciales para recuperar un dinero comprometido y rubricado por la expresidenta regional Esperanza Aguirre. La Complutense ha recuperado 97,5 millones de euros en cuatro sentencias, de los que hasta el momento ha cobrado 18 con intereses, seg¨²n los datos ofrecidos por el campus.
El 11 de julio, el Gobierno aut¨®nomo aprob¨® una iniciativa, dentro del plan del Gobierno central de pago a proveedores, con el que la UCM recibir¨¢ 58 millones. La universidad espera as¨ª empezar a respirar tras el curso m¨¢s complejo de su historia. ¡°Estoy convencido de que el pr¨®ximo a?o ser¨¢ mejor, definitivamente mucho mejor¡±, resume el vicerrector de Pol¨ªtica Econ¨®mica. Plumet a?ade que la Complutense tambi¨¦n est¨¢ buscando todo tipo de nuevas fuentes de financiaci¨®n. ¡°Hay ofertas enormes que se pueden rentabilizar. Tenemos un patrimonio art¨ªstico diseminado brutal, imagine lo que ser¨ªa englobarlo todo en un ¨²nico espacio muse¨ªstico. Jubilados y colegios entrar¨ªan gratis, pero el resto no¡±
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