La escuela rural como laboratorio de innovaci¨®n educativa
Distintos proyectos en zonas aisladas de Latinoam¨¦rica exploran pedagog¨ªas de aprendizaje colaborativo e integrado en las comunidades locales
Hay ideas que en educaci¨®n se repiten como mantras d¨¦cada tras d¨¦cada sin que consigan imponerse en el d¨ªa a d¨ªa de la inmensa mayor¨ªa de las escuelas. Una de ellas ser¨ªa, sin duda, la del aprendizaje colaborativo, esa que habla de alumnos trabajando en peque?os grupos, cada uno a su ritmo, con los chicos ayud¨¢ndose unos a otros mientras el profesor dirige de equipo en equipo, esa que desde hace much¨ªsimos a?os se ha practicado en las escuelas rurales (por ejemplo, las espa?olas), entre otras cosas, gracias a un menor n¨²mero de estudiantes en clase que en otros centros.
Por eso, una de las cosas de las que m¨¢s orgullosa se muestra Vicky Colbert, del proyecto colombiano Escuela Nueva ¡ªque lleva impulsando desde mediados los a?os setenta¡ª, es haber encontrado, asegura, la f¨®rmula para extender su modelo de aprendizaje colaborativo. ¡°Ten¨ªa que ser algo que se pudiera llevar a la pr¨¢ctica de una forma muy sencilla por cualquier maestro sin necesidad de tener un doctorado¡±, explica. A trav¨¦s de peque?as gu¨ªas, unidades tem¨¢ticas, que sirven de apoyo al maestro y de punto de partida para la discusi¨®n de los grupos, los chavales van avanzando, cada uno a su propia velocidad, tal vez viendo al mismo tiempo materias distintas. Luego, los chicos practican en casa, con sus familias, lo que aprenden en clase.
Y as¨ª han conseguido llevar su estilo pedag¨®gico desde la primaria a la secundaria, y desde las escuelas aisladas en zonas rurales de Colombia, donde empezaron hace tres d¨¦cadas, hasta 20.000 centros del pa¨ªs, a zonas urbanas y a otros puntos de Latinoam¨¦rica (por ejemplo, M¨¦xico), a Asia (por ejemplo, a Vietnam) y, ahora, a ?frica a trav¨¦s de Zambia y Mozambique. El siguiente paso del proyecto, dice Colbert, es introducir en la ecuaci¨®n las nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Todo ha cambiado¡±, con toda la informaci¨®n a un clic de distancia, ¡°lo importante es aprender a aprender¡± y, para eso, asegura, su m¨¦todo encaja perfectamente.
Colbert acaba de ganar el Premio WISE en el quinto Encuentro Internacional de Innovaci¨®n Educativa del mismo nombre que reuni¨® la semana pasada en Doha (Catar) a m¨¢s de un millar de especialistas, responsables pol¨ªticos y de empresas educativas de todo el mundo. All¨ª estuvieron tambi¨¦n Steve Dudenhoefer y Helena Edwards mostrando otros ejemplos de innovaci¨®n pedag¨®gica en zonas apartadas de Guatemala y Nicaragua, respectivamente. La iniciativa de Dudenhoefer (Ak¡¯tenamit) ha llevado a los ind¨ªgenas kekch¨ª de la selva guatemalteca una adaptaci¨®n escolar que les ofrece la formaci¨®n profesional que necesitan, acomodada a sus costumbres y a su cotidianidad.
Hazlo t¨² mismo
El acceso instant¨¢neo a todo tipo de conocimiento ha revolucionado el mundo de la educaci¨®n, cambiando el papel de los profesores y cuestionando la estructura de la escuela. ¡°No creo que iniciativas como la nuestra puedan sustituir a los profesores, pero creo que pueden ayudarles mucho¡±, dice Bilal Musharraf, de Khan Academy. Esta plataforma gratuita, sin ¨¢nimo de lucro, produce peque?as lecciones en v¨ªdeo y ejercicios sobre todo tipo de materias (divididos en matem¨¢ticas, ciencia, econom¨ªa y humanidades).
Nacida en 2006 en California, Khan es un claro precedente de los cursos abiertos en l¨ªnea (los famosos y tambi¨¦n gratuitos MOOC), que tras el desembarco del MIT y Harvard con la plataforma EdX, o de Stanford con Coursera, provocaron hace pocos a?os todo tipo de admoniciones sobre el final de la universidad tal y como se ha conocido hasta ahora. La falta de calidad en muchos casos y de sostenibilidad financiera han modulado esos presagios y, desde luego, Musharraf insiste en lo de ¡°apoyar¡± y no sustituir.
Sin embargo, Mike Feerick, de la plataforma ALISON ¡ªque particip¨® la semana pasada, como Musharraf, en el encuentro WISE¡ª, cree que todo va a cambiar, que llega ¡°una nueva era dominada por el aprendizaje informal e inmediato¡±. Su plataforma (que se declara empresa social) agrega contenidos de terceros y los ofrece en formato de cursos, por ejemplo, de inform¨¢tica con materiales de distintas empresas del sector o de ingl¨¦s del British Council. Igual que con los MOOC, hay que pagar algo si se quiere tener un certificado al final. Con sede en Irlanda, tienen ya 500 cursos y m¨¢s de dos millones de estudiantes en todo el mundo. Y el siguiente paso, dice Feerick, es empezar a ofrecer formaci¨®n en espa?ol.
El proyecto de Edwards (Fundaci¨®n Fabretto) tambi¨¦n tiene que ver con la integraci¨®n de la comunidad en el proyecto educativo, pero va un paso m¨¢s all¨¢. Con uno de sus programas llega all¨ª donde llega la educaci¨®n secundaria, pero no con el modelo habitual. Un tutor se traslada al pueblo y se empapa del d¨ªa a d¨ªa de sus habitantes, ve a qu¨¦ se dedican e integra en ese contexto el curr¨ªculo. Por ejemplo, si se dedican al cultivo de ma¨ªz y tienen un problema, les indica qu¨¦ lecturas les pueden ayudar a resolverlo (y as¨ª trabajan la capacidad lectora) y a trav¨¦s del cultivo concreto les ense?an ciencia, tecnolog¨ªa... ¡°Y al final del ciclo pasan el examen que les hace el Ministerio de Educaci¨®n. No est¨¢n en la zona alta de los puntajes, pero lo hacen bien¡±, recalca Edwards. Cuenta tambi¨¦n que han hecho un intento de llevar su proyecto a zonas semiurbanas, ¡°pero no ha salido del todo bien¡±, admite.
?C¨®mo consiguieron extenderse en Escuela Nueva? La clave, insiste Colbert, es la sencillez y la flexibilidad. Hicieron aquellas unidades a modo de cuadernillos para facilitar la vida a los profesores y, adem¨¢s, les fueron formando en las mismas t¨¦cnicas y f¨®rmulas que ellos deb¨ªan usar despu¨¦s para ense?ar a sus alumnos. Y al final la evaluaci¨®n, que dice que mejora los resultados, no solo acad¨¦micos, se?ala Colbert, sino los valores de colaboraci¨®n y solidaridad. Adem¨¢s, ¡°hay que buscar alianzas con la sociedad civil¡±, porque solo con una fuerte raigambre en el entorno estas iniciativas son capaces de sobrevivir. ¡°Las innovaciones son muy vulnerables a los cambios pol¨ªticos¡±, se queja.
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