Los espa?oles suspenden al Estado en la lucha contra el hambre
La familia y amigos, los bancos de alimentos y las ONG, las herramientas m¨¢s ¨²tiles para ayudar a las familias necesitadas en Espa?a, seg¨²n una encuesta de Metroscopia para Interm¨®n
Al menos 1,2 millones de espa?oles (un 2,6% de la poblaci¨®n) sufre carencias alimentarias, no se puede permitir consumir carne, pollo o pescado al menos cada dos d¨ªas, seg¨²n datos de 2012 del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Y un 46% de las familias asegura haber cambiado sus h¨¢bitos alimenticios debido a la situaci¨®n econ¨®mica adversa, advierte Interm¨®n Oxfam en su informe Acabar con el hambre est¨¢ al alcance de nuestra manos, presentado este mi¨¦rcoles.
Ante este panorama, los espa?oles no creen que el Estado o los Ayuntamientos est¨¦n actuando eficazmente para ayudar a las familias necesitadas. Les suspenden con un 3,2 y 3,9 respectivamente en la lucha contra el hambre y la desnutrici¨®n creciente. As¨ª lo revela una encuesta de Metroscopia para Interm¨®n. Pese a que compete a los poderes p¨²blicos promover y garantizar el bienestar de los ciudadanos, los espa?oles opinan que la familia, amigos, bancos de alimentos y ONGs, en ese orden, son los que est¨¢n salvando la situaci¨®n.
Para Violeta Assiego, coordinadora del estudio para la que se han realizado 600 encuestas, estos resultados significan que ¡°las actuaciones pol¨ªticas que deber¨ªan proteger a las familias no est¨¢n siendo las m¨¢s eficaces¡±. ¡°Hay unanimidad en que quien est¨¢ resolviendo el problema son las familias¡±, ha a?adido. As¨ª, los votantes del PSOE son los que le dan la peor nota al Estado (2,6 sobre 10), pero tampoco los votantes del partido en el Gobierno (PP) aprueban su gesti¨®n para paliar las crecientes carencias que sufren las familias. Le punt¨²an con un 4.
Los Ayuntamientos, gestores de gran parte de los servicios sociales, no salen mejor parados. Todos los grupos de edad y los votantes de los dos partidos mayoritarios desaprueban su gesti¨®n. Las personas mayores de 55 a?os son los que peor nota les ponen (3,6).
En este sentido, Lourdes Benavides, responsable de seguridad alimentaria de Interm¨®n Oxfam, opina que el problema ¡°no es que en nuestro pa¨ªs no haya alimentos suficientes, sino que parte de la poblaci¨®n est¨¢ teniendo dificultades para acceder a ellos¡±. Pese a la buena percepci¨®n que los ciudadanos tienen de la labor de bancos de alimentos y ONG ante esa dificultad, Benavides ha alertado de que estas organizaciones ¡°est¨¢n al l¨ªmite de sus capacidades y solo alivian el problema de manera temporal, pero no pueden ser la soluci¨®n¡±.
El hambre en el mundo
Los espa?oles tampoco creen que los Gobiernos sean eficaces en la lucha contra el hambre en el mundo. En su opini¨®n, la reducci¨®n de personas malnutridas o mal alimentadas a nivel global es producto de la labor de las ONG, m¨¢s que de la ayuda que los pa¨ªses en desarrollo reciben de los pa¨ªses ricos. Por eso, los ciudadanos creen mayoritariamente (76%) que ¡°con voluntad, el problema podr¨ªa ser resuelto¡±.
Desde Interm¨®n Oxfam comparten esta opini¨®n. En su informe advierte, sin embargo, de que los recortes en Ayuda al Desarrollo a nivel global pueden revertir los avances en la reducci¨®n del hambre. Seg¨²n la FAO, recuerda el documento, el n¨²mero de mujeres, hombres, ni?os y ni?as que pasan hambre ha ido reduci¨¦ndose desde 1990 y ha pasado de 1.015 a 842 millones, una disminuci¨®n del 17%. Pero ¡°las medidas de austeridad y la falta de inversi¨®n son la principal amenaza de un sistema que lentamente hab¨ªa conseguido contener los datos de hambre en los ¨²ltimos a?os¡±, subraya el documento publicado por la organizaci¨®n.
Pero esa ca¨ªda de las ayudas econ¨®micas no es la ¨²nica causa que impide avanzar en la lucha contra el hambre. El 98% de las personas que pasan hambre est¨¢n en pa¨ªses en desarrollo; parad¨®jicamente, las tres cuartas partes viven en ¨¢reas rurales y son peque?os agricultores. Ellos, unos 500 millones, son los que producen alimentos para un tercio de la poblaci¨®n mundial y, sin embargo, la ayuda internacional destinada a la producci¨®n agr¨ªcola en estos pa¨ªses se desplom¨® del 20,4% al 3,7%, anota el informe. Estos datos demuestran que el hambre ¡°est¨¢ ligado a unos patrones de producci¨®n y consumo desiguales e insostenibles, a una distribuci¨®n injusta de los recursos y a unas relaciones de poder distorsionadas¡±, denuncia Interm¨®n en el documento.
Benavides, autora del mismo, ha destacado que ¡°el hambre no es contagiosa, pero en los lugares m¨¢s pobres se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n. Se genera y perpet¨²a por decisiones pol¨ªticas que propician un reparto injusto de los recursos para favorecer a una ¨¦lite que persigue incrementar beneficios, en lugar de cultivar alimentos¡±.
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