Basta ya. Espa?a debe actuar antes de que sea demasiado tarde
He sido testigo de los tejemanejes y la falsedad de pol¨ªticos, periodistas y otras organizaciones que tienen un cometido p¨²blico que no est¨¢n cumpliendo
Siempre hablo y escribo sobre lo mucho que amo Espa?a. Este pa¨ªs me ha cambiado radicalmente la vida a mejor y ans¨ªo tener un d¨ªa la suerte de poder pedir la nacionalidad. Cada vez que expreso la admiraci¨®n, fascinaci¨®n y adoraci¨®n que siento por este pa¨ªs, alguien me dice: "Ya ver¨¢s cuando descubras la verdadera Espa?a". Algo que jam¨¢s cre¨ª y que me tomaba como una salida de tono del t¨ªpico tuitero an¨®nimo cabreado. Pero creo que empiezo a entender a lo que se refer¨ªan.
Como algunos ya sab¨¦is, me reun¨ª con el se?or Pedro S¨¢nchez para hablar de una nueva ley para erradicar la violencia que sufre la infancia. Me ofreci¨® todo su apoyo y lo sigue haciendo. Pero lo que ha pasado desde entonces ha sido francamente desolador.
He sido testigo de los tejemanejes, la hipocres¨ªa y la falsedad de muchos pol¨ªticos, periodistas, cadenas de televisi¨®n y otras organizaciones que tienen un cometido p¨²blico que no est¨¢n cumpliendo. Y deber¨ªa ca¨¦rseles la cara de verg¨¹enza, porque est¨¢n jugando con las vidas de los m¨¢s peque?os.
En los primeros nueve meses de este a?o, 18 ni?os han muerto como resultado de la falta sist¨¦mica de protecci¨®n que tienen los menores en este pa¨ªs. Y seguramente haya m¨¢s muertes de las que no se tenga constancia.
Tres menores se han quitado la vida. Ten¨ªan 12, 15 y 16 a?os. A otros los mat¨® su padre (el m¨¢s peque?o ten¨ªa solo tres a?os). Un beb¨¦ reci¨¦n nacido fue asesinado por su madre: lo tir¨® por la ventana. La lista de nombres, edades, causas de la muerte y culpables hace que se me salten las l¨¢grimas. Solo el a?o pasado la polic¨ªa recibi¨® m¨¢s de 38.000 denuncias por actos violentos cometidos contra ni?os.
He pensado much¨ªsimo en lo que estoy a punto de decir, pero me temo que la conclusi¨®n es tajante: si no se presenta la nueva ley en el Congreso a finales de a?o y se aprueba en 2019, todos los partidos pol¨ªticos de este pa¨ªs, de un modo u otro, ser¨¢n c¨®mplices de la muerte de m¨¢s ni?os en los pr¨®ximos meses y a?os. Es m¨¢s, no solo ser¨¢n c¨®mplices de estos asesinatos in¨²tiles y absurdos, sino tambi¨¦n de los miles de abusos, violaciones y actos de violencia que se cometan contra los ni?os y que son un c¨¢ncer que destruye d¨ªa a d¨ªa nuestra sociedad.
Nos falta tiempo para acusar al Papa de hacer la vista gorda ante los abusos sistem¨¢ticos a ni?os por parte de la iglesia cat¨®lica. Y no vemos que el juego pol¨ªtico y los diferentes partidos est¨¢n haciendo exactamente lo mismo.
La prensa es igual de culpable: se dedica a rebuscar alegremente en el pasado de los ministros y se niega a implicarse en las necesidades y medidas pol¨ªticas que deben (y pueden) ponerse en pr¨¢ctica ya mismo.
Las cadenas tambi¨¦n tienen su parte de culpa: Shootball, un documental demoledor, impactante y valiente dirigido por F¨¨lix Colomer sobre los Maristas (el caso de abusos institucionalizados m¨¢s tristemente c¨¦lebre que se recuerda en Espa?a) se ha encontrado con el no rotundo a su emisi¨®n en Televisi¨®n Espa?ola, Telecinco, Antena 3, Cuatro, La Sexta y Movistar Plus. ?Por qu¨¦? Porque les aterroriza enemistarse con la Iglesia. La misma Iglesia que sigue permitiendo que se viole a ni?os en todo el mundo con total impunidad. En vez de ayudar a romper el silencio que rodea al abuso infantil, estos canales son c¨®mplices de mantenerlo en secreto, escondido, manchado por la verg¨¹enza.
Tambi¨¦n cabe se?alar que, de los 13 ped¨®filos maristas, 12 est¨¢n en libertad y sin juicio a la vista porque los casos han prescrito (algo que la nueva ley cambiar¨¢) y que Joaqu¨ªn Ben¨ªtez, que ha confesado, ir¨¢ a juicio por cuatro delitos en vez de 17 por la misma raz¨®n. Y lo que ya resulta incre¨ªble es que, habiendo confesado su culpabilidad, el se?or Ben¨ªtez no est¨¦ en prisi¨®n preventiva y ande suelto.
Voy a ser muy franco sobre la situaci¨®n en que est¨¢ la nueva ley de la que habl¨¦ con el se?or S¨¢nchez hace algunas semanas: El Gobierno tiene en este momento en sus manos una propuesta de ley integral que ha sido preparada por un equipo de abogados y expertos. Es una propuesta muy completa, factible y rigurosa que har¨ªa que Espa?a fuera la n¨²mero uno del mundo ¡ª?del mundo!¡ª por sus medidas de prevenci¨®n y protecci¨®n a la infancia frente a cualquier tipo de violencia.
Desde el primer momento, el se?or S¨¢nchez respald¨® esta ley. La ministra de Sanidad tambi¨¦n ha mostrado su apoyo incondicional, as¨ª como la ministra de Justicia y el ministro del Interior (que tuvo un papel important¨ªsimo en la redacci¨®n de la ley en su ¨¦poca de juez).
De hecho, todos los partidos pol¨ªticos presentes en el Parlamento apoyaron p¨²blicamente esta ley y firmaron una propuesta com¨²n hace un a?o pidi¨¦ndole al Gobierno que se pusiera manos a la obra y la presentara en el Parlamento para que pudiera aprobarse antes de que acabara la legislatura. Pero, a pesar de todo, sigue sin hacerse nada.
Estamos hablando de una ley que necesita de una respuesta humanitaria que la lleve al Congreso de inmediato y la apruebe cuanto antes. Pero los partidos pol¨ªticos prefieren utilizarla como arma arrojadiza de manera vergonzosa.
Los partidos de la oposici¨®n est¨¢n tan sedientos de votos y de reconocimiento que no piensan permitir que el Gobierno consiga una victoria que pueda hacerle ganar votos en las pr¨®ximas elecciones. Aunque Rivera y Casado se comprometan en privado a apoyar la ley y aunque todos los partidos sepan que urge tener una ley que proteja a nuestros menores, prefieren dejar que estos se mueran antes que permitir que el nuevo Gobierno presente esta ley como un logro propio.
Los l¨ªderes de los cuatro principales partidos son padres. Casado prometi¨® dar su apoyo a la ley en privado, en una oficina llena de dibujos hechos por sus hijos peque?os. Y su mujer es profesora de educaci¨®n infantil. Se?or Casado, le aseguro que, por lo menos, uno de los alumnos de su mujer sufre abusos. Es probable que muchos m¨¢s.
Con sus artima?as, manipulaciones y enga?os, los partidos de la oposici¨®n hacen que todo se retrase. Piden que se celebren comisiones y consultas y que se formen grupos de expertos que estudien cualquier cambio que pueda producirse en el sistema actual. Exigen un consenso total, del 100% de la C¨¢mara, y desmenuzan cada peque?o detalle sobre la violencia ejercida contra los ni?os para llevarlo a debate. Alegan que lo hacen "para ser meticulosos", pero lo que de verdad quieren es evitar que el se?or S¨¢nchez pueda anotarse un tanto con esta ley. Como si esto fuera un juego que hay que ganar a toda costa aunque otros mueran por el camino.
Y lo hacen a pesar de ser conocedores de que en la propuesta de ley en manos del Gobierno han intervenido ONG, cuerpos policiales, jueces, acad¨¦micos y muchos otros expertos cualificados, incluido el equipo del anterior Gobierno. Sabiendo, adem¨¢s, que la propuesta est¨¢ en fase de consulta y pr¨¢cticamente acabada. Lo saben. Y les da igual.
Que los pol¨ªticos tienen mala fama es un secreto a voces. Alguien que se esfuerza tanto por llegar al poder suele ser m¨¢s susceptible a la corrupci¨®n y al ego.
Os prometo que si hubieran forzado, penetrado oral o analmente, estrangulado, golpeado y utilizado como si fuera poco m¨¢s que un juguete sexual a alguno de los hijos de S¨¢nchez, Casado, Iglesias o Rivera (esa fue mi vida de los seis a los diez a?os), yo no tendr¨ªa que escribir este art¨ªculo hoy.
Si los ni?os pudieran votar yo no tendr¨ªa que escribir este art¨ªculo hoy. Si los pol¨ªticos fueran igual de valientes que los supervivientes que se atreven a romper el silencio y antepusieran la humanidad a sus jueguecitos de poder, yo no tendr¨ªa que escribir este art¨ªculo hoy. Me parece incre¨ªble tener que seguir reivindicando esto, joder. Es incre¨ªble que tenga que pasarme infinitas noches en vela pensando en esto, llorando de la rabia.
Es incre¨ªble que mi madre est¨¦ someti¨¦ndose en este momento a un tratamiento de quimioterapia de ocho sesiones y a un trasplante de c¨¦lulas madre que le dar¨¢ un 60 % de posibilidades de seguir viva en cuatro semanas y que yo tenga que buscar horas para escribir este art¨ªculo al pie de su cama del hospital.
Y a pesar de todo, mi amor por Espa?a no se ha enfriado. En todo caso, lo que he visto en las ¨²ltimas semanas ha tenido el efecto contrario. Estoy m¨¢s decidido que nunca a proteger mi hogar y a los ni?os y ni?as que viven aqu¨ª.
Os pido que me prest¨¦is vuestro apoyo. Le pido a la prensa que le d¨¦ una prioridad absoluta a este tema.
Les pido a los l¨ªderes y a los miembros de los partidos pol¨ªticos espa?oles que se dejen de juegos y que se den cuenta de que esto no tiene que ver con la pol¨ªtica, sino con la humanidad. Se trata de proteger a los m¨¢s vulnerables. De resistir el ansia de ganar votos con sus discursos mientras haya ni?os que sigan muriendo por culpa de su (falta de) actitud. De actuar como padres y no como pol¨ªticos.
Se lo suplico. El futuro de la nueva ley est¨¢ en sus manos. Si no llega al Congreso antes de que acabe el a?o, ser¨¢ demasiado tarde. Cualquier retraso importante har¨¢ imposible que salga adelante en esta legislatura, y podr¨ªan pasar a?os antes de tener otra situaci¨®n tan favorable. Tienen la oportunidad ¨²nica y extraordinaria de hacer lo correcto, que es algo que nadie espera de los pol¨ªticos. Sorpr¨¦ndannos. H¨¢ganlo.
En el mundo hay dos tipos de personas: las que lo contaminan y las que limpian el desastre que han dejado las otras. En Espa?a, la infancia est¨¢ contaminada. Est¨¢ en un puto vertedero t¨®xico. Arrem¨¢nguense y p¨®nganse manos a la obra. H¨¢ganlo ya, sin esperar recompensa ni reconocimiento, y p¨®nganle empe?o. Si puedo ayudarles de alg¨²n modo, cuenten conmigo. Estoy seguro de que muchos m¨¢s tambi¨¦n est¨¢n dispuestos a echar una mano. Estamos a su disposici¨®n a cualquier hora del d¨ªa, los siete d¨ªas de la semana. P¨ªdannos lo que quieran.
Les pido que a¨²nen sus esfuerzos, que presenten el anteproyecto en el Congreso pronto y que lo aprueben como si les fuera la vida en ello. Porque la verdad es que s¨ª va la vida en ello. La de nuestros ni?os. Y cuando lo hayan hecho, sigan con sus estrategias y sus juegos, no faltar¨ªa m¨¢s; discutan sobre las tesis y los m¨¢steres y las grabaciones de hace mil a?os y hagan lo que les d¨¦ la real gana. Porque por lo menos entonces miles de ni?os y yo podremos al fin conciliar el sue?o sabiendo que Espa?a es un lugar m¨¢s seguro.
James Rhodes es pianista, autor del libro Instrumental. Memorias de m¨²sica, medicina y locura?(Blackie Books)
Traducci¨®n de Laura Ib¨¢?ez.
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