Los m¨¦dicos holandeses preguntar¨¢n a los adolescentes si quieren recibir las vacunas rechazadas por sus padres

Los adolescentes holandeses de 16 a?os que no est¨¦n vacunados conforme el calendario oficial van a ser preguntados por los m¨¦dicos si quieren recibirlas. A partir de esa edad, pueden tomar sus propias decisiones en asuntos de salud, aunque sean contrarias a la voluntad de los padres, y los especialistas esperan aumentar as¨ª las tasas de protecci¨®n a escala nacional. En Holanda las vacunas no son obligatorias y, como en otros pa¨ªses, los porcentajes est¨¢n bajando: en 2017, solo el 90,2% de los ni?os de dos a?os hab¨ªan sido inmunizados contra enfermedades como la polio, el t¨¦tanos y la tosferina, un 1% menos que en 2016 (1.720 peque?os), seg¨²n el Instituto Nacional de Salud P¨²blica y Medio Ambiente; y hace cuatro a?os, el pa¨ªs baj¨® por primera vez del 95% de ni?os inoculados contra el sarampi¨®n, la cantidad considerada segura por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para garantizar la inmunidad general.

La Asociaci¨®n de M¨¦dicos de la Juventud, a la que acuden los de cabecera y escuelas, ser¨¢ la encargada de ponerse en contacto con los adolescentes. En estos momentos, eval¨²a la mejor forma de hacerlo, bien por correo o a trav¨¦s de una campa?a p¨²blica. ¡°Lo mejor es saber c¨®mo prefieren ser informados; que nos lo digan ellos mismos¡±, indic¨® este fin de semana Mascha Kamphuis, su presidenta. Tambi¨¦n se preparan ¡°para ayudar a ambas partes cuando haya diferencia de opiniones¡±.

M¨¢s informaci¨®n

¡°Cuando la gente deja de vacunarse es cuando empieza a haber muertes¡±

El riesgo es no vacunar a tu hijo

La OMS sit¨²a a los antivacunas entre los riesgos para la salud de los europeos

Tanto el Colegio de Pediatras como el ministerio de Sanidad est¨¢n de acuerdo. "Porque no queremos que los adolescentes est¨¦n poco informados en asuntos relativos a su salud¡±, seg¨²n portavoces de este ¨²ltimo. Teniendo en cuenta que los menores pueden tener problemas en casa si piden una vacuna que sus padres rechazan, los m¨¦dicos juveniles, en ese caso, garantizar¨¢n su privacidad.

Hasta hace unos a?os, el repudio a las vacunas se concentraba en Holanda en el denominado Cintur¨®n B¨ªblico. Es una zona de mayor¨ªa calvinista que cruza el territorio nacional de oeste a este, y no las quieren por motivos religiosos. En 1971, hubo all¨ª una epidemia de polio que cost¨® la vida a cinco menores y dej¨® secuelas a otros 44. Entre 1999 y 2000, tres ni?os murieron de sarampi¨®n, y 150 acabaron en el hospital. Entre 2013 y 2014, se produjo un nuevo brote, y muri¨® un ni?o y 182 fueron hospitalizados. En total se contagiaron casi 3.000 personas, seg¨²n cifras oficiales. La falta de vacunas actual abarca otras provincias, e incluye a padres preocupados por sus efectos secundarios ¡°en un sistema inmunitario inmaduro¡±, tal y como explican en las redes sociales los grupos de antivacunas.

No ocurre solo en Holanda, y los m¨¦dicos tienen el mismo problema que en otros pa¨ªses: convencer a los padres de que un sarampi¨®n puede ser muy grave, y la vacunaci¨®n es un esfuerzo com¨²n. De todos modos, en estos momentos, el art¨ªculo 11 de la Constituci¨®n se?ala que ¡°el cuerpo es inviolable y cada ciudadano puede decidir por s¨ª mismo si rechaza una medicaci¨®n, a no ser que se haya hecho una excepci¨®n legal¡±. Para obligar a los padres a vacunar a sus hijos, un debate recurrente pero sin consenso en el Parlamento, ser¨ªa preciso aprobar una ley espec¨ªfica al respecto.