Los expertos plantean mejorar los controles sobre los presos peligrosos
Existen ya 52 sentencias que imponen la libertad vigilada despu¨¦s de cumplida la condena
El asesinato de Laura Luelmo a manos de Bernardo Montoya, un delincuente que 23 a?os antes hab¨ªa matado a una anciana que viv¨ªa sola, ha resucitado el debate sobre la necesidad o no de endurecer el castigo a estos delincuentes en el C¨®digo Penal. El PP utiliz¨® este crimen para exigir en el Congreso una ampliaci¨®n de la prisi¨®n permanente revisable, aprobada hace solo tres a?os y aplicada a cinco asesinos.
Los juristas consultados sostienen que estas medidas no tienen la eficacia que se proclama ni reducen los asesinatos. Pero coinciden en que algunos cr¨ªmenes cometidos por reincidentes deben hacer reflexionar a los pol¨ªticos sobre posibles mejoras legislativas en el sistema punitivo.
¡°Cuando la llegada de la democracia trajo la eliminaci¨®n de la pena de muerte, salvo para tiempos de guerra, nadie reflexion¨® sobre qu¨¦ hacer con el delincuente terrible¡±, sostiene el magistrado Arturo Beltr¨¢n. ¡°Se pens¨® que la democracia traer¨ªa la santidad, nos har¨ªa mejores, y eso es un error. Ten¨ªamos un fen¨®meno terrorista que se agrav¨®... la democracia no trae ausencia de cr¨ªmenes. Entonces se legisl¨® por impulsos. Primero se elimin¨® la redenci¨®n de penas en la c¨¢rcel, con lo que se garantizaba el cumplimiento ¨ªntegro y m¨¢ximo de 30 a?os. Luego se aument¨® a 40...¡±, contin¨²a Beltr¨¢n. M¨¢s tarde, en 2010, se reform¨® el C¨®digo Penal para introducir la libertad vigilada, una pena despu¨¦s de la pena.
¡°Hasta ahora hay 52 sentencias que imponen la libertad vigilada despu¨¦s de cumplida la condena¡±, explica Jos¨¦ Luis Castro, titular del juzgado de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional. Pero hasta dentro de unos a?os, cuando se ponga realmente en pr¨¢ctica la medida de control tras quedar en libertad esos condenados, no se conocer¨¢n sus efectos. Castro plantea una idea para controlar a delincuentes que, como Montoya, mataron otra vez tras cumplir la condena. Aunque la libertad vigilada solo se puede establecer en una condena y solo desde 2010, Castro pide reflexionar sobre la posibilidad de que los jueces de vigilancia penitenciaria tengan capacidad de acordar esta medida para presos con un diagn¨®stico claro de reincidencia. ¡°Entiendo que tiene un dif¨ªcil encaje jur¨ªdico por la irretroactividad de las normas, pero me parece oportuno que se estudie esa posibilidad¡±, afirma el magistrado.
Cuando Montoya qued¨® en libertad tras 20 a?os, la junta de tratamiento de la c¨¢rcel no hizo un diagn¨®stico sobre su reinserci¨®n o el peligro de reincidencia. Ninguna norma lo establece. ¡°Ser¨ªa bueno que en determinados casos se pudieran hacer diagn¨®sticos que trasladar¨ªamos a los jueces de vigilancia para establecer unos protocolos en contacto con los servicios sociales u otros que permitir¨ªa ayudar a la persona que ha quedado libre a su reinserci¨®n social¡±, se?ala Florencia Pozuelo, jefa de Tratamientos de Instituciones Penitenciarias.
Prisi¨®n permanente revisable
¡°En Espa?a ponemos penas excepcionales como la prisi¨®n permanente revisable para delincuentes excepcionales¡±, concreta el magistrado Beltr¨¢n. ¡°Las hay en otros pa¨ªses. Yo, a priori, la rechazo. Es una pena indivisible, no hay un grado inferior o superior como en cualquier otra pena, no se presenta como alternativa a otras, ni ha venido precedida de estudios de campo que digan que 30 o 40 a?os son insuficientes. Responde muchas veces a est¨ªmulos externos con la idea de transmitir castigos ejemplares y de que existe una gran preocupaci¨®n por defender la seguridad de los ciudadanos¡±.
El crimin¨®logo y profesor de la Universidad de Valencia Vicente Garrido cree que el valor de esa medida no consiste en intimidar a futuros asesinos. ¡°Tiene un efecto incapacitante en asesinos en serie y en psic¨®patas homicidas¡±, sostiene. ¡°Esa medida la tienen casi todos los pa¨ªses con una historia m¨¢s larga en democracia que nosotros y nadie se rasga las vestiduras¡±.
Garrido recuerda que en Espa?a no existe la figura del delegado de libertad vigilada o condicional: ¡°Ya se sabe desde hace a?os con estudios rigurosos que son eficaces en prevenir la reincidencia, controlando a delincuentes de alto riesgo y facilitando la reinserci¨®n social en aquellos en que esto es posible. La polic¨ªa no est¨¢ para hacer esa funci¨®n¡±.
El experto a?ade que Espa?a lleva a?os pagando la formaci¨®n de miles de crimin¨®logos y ahora hay 15.000 alumnos estudiando este grado que luego se dedican a otras cosas. ¡°Es un absurdo, pero parece que ning¨²n gobierno sea capaz de crear ese cuerpo, que ahorrar¨ªa mucho dinero porque saldr¨ªan presos en libertad condicional que ahora no la obtienen debido a que los jueces saben que nadie les va a controlar¡±.
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