El obispado de C¨¢diz aparta a un p¨¢rroco por fingir ser sacerdote 20 a?os

Se despidi¨® diciendo que volv¨ªa a Colombia. Esa fue la excusa que el colombiano Miguel ?ngel Ibarra dio, el pasado 13 de diciembre, para explicar su precipitada marcha de la localidad gaditana de Medina Sidonia. Pero la realidad es que el obispado de C¨¢diz acababa de destituirle tras descubrir ¡°que no hab¨ªa sido nunca ordenado sacerdote¡±, seg¨²n ha reconocido ahora la instituci¨®n.??

Ibarra lleg¨® a C¨¢diz en octubre de 2017, procedente de la archidi¨®cesis colombiana Santa Fe de Antioqu¨ªa. Como ha ocurrido con m¨¢s sacerdotes procedentes de otras di¨®cesis y pa¨ªses, el colombiano lleg¨® para ocupar puestos de responsabilidad en parroquias gaditanas, en el marco de una pol¨ªtica de traslados intensificada en C¨¢diz desde que Rafael Zornoza accediese al cargo de obispo. ¡°El supuesto sacerdote present¨® en la di¨®cesis?toda la documentaci¨®n requerida en estos casos. Asimismo, con anterioridad, esta persona hab¨ªa ejercido el ministerio en varias di¨®cesis colombianas¡±, justifica el obispado gaditano.

Miguel ?ngel Ibarra fue destinado primero a Jimena de la Frontera y, desde septiembre de este a?o, era p¨¢rroco en las iglesias de Santa Mar¨ªa La Mayor La Coronada y Santiago Ap¨®stol de Medina. All¨ª se encontraba cuando la archidi¨®cesis colombiana alert¨® de que, tras ¡°una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenaci¨®n¡± ¡ªseg¨²n explica el comunicado del obispado¡ª hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n que dicho nombramiento nunca se hab¨ªa producido. El mismo d¨ªa de esa comunicaci¨®n, el 13 de diciembre, la di¨®cesis de C¨¢diz apart¨® al hombre de sus responsabilidades.

Una vez apartado de la di¨®cesis de C¨¢diz, Ibarra tendr¨¢ que responder ahora ante aquella archidi¨®cesis. La instituci¨®n colombiana ha informado a su hom¨®loga espa?ola que Ibarra tendr¨¢ que comparecer ante el obispo Orlando Antonio Corrales, arzobispo de Santa Fe y Antioquia. El supuesto sacerdote, cuyo paradero se desconoce exactamente en estos momentos, ha manifestado a EL PA?S su intenci¨®n de acudir a esta cita ¡°acompa?ado de un abogado¡±.

¡°Lo primero que har¨¦ ser¨¢ tener una entrevista con el arzobispo para que me escuchen y aportar los documentos que me respaldan, junto con un testigo que estuvo presente en mi ordenaci¨®n sacerdotal¡±, ha puntualizado en una conversaci¨®n v¨ªa mensaje. Ibarra ha lamentado ¡°el da?o moral y psicol¨®gico tan grave¡± que la difusi¨®n del caso le ha provocado. Sin embargo, ha preferido guardar silencio sobre su versi¨®n de los hechos y las pruebas que dicen ampararle.

El obispado de C¨¢diz ha ¡°lamentado¡± lo ocurrido al entender que puede ensombrecer la labor de otros curas ¡°debidamente ordenados. Adem¨¢s, ha asegurado haber iniciado una investigaci¨®n, adem¨¢s de trabajar en ¡°la reparaci¨®n de las consecuencias ¡°que haya podido acarrear la actuaci¨®n de esta persona¡±. De confirmarse la falsedad de su ordenaci¨®n, los matrimonios y bautizos impartidos por Ibarra en este tiempo pasar¨¢n a ser il¨ªcitos, aunque seguir¨¢n siendo v¨¢lidos para la Iglesia.

Eso implica que todos estos sacramentos seguir¨ªan siendo plenamente efectivos para la di¨®cesis de C¨¢diz. No ocurre lo mismo con las eucarist¨ªas, penitencias o unci¨®n de los enfermos ¡ªlabores pastorales habituales de un sacerdote¡ª que pasar¨ªan a ser no v¨¢lidas, tal y como aclar¨® en su d¨ªa la Archidi¨®cesis de Sevilla al verse envuelta en un caso similar en mayo de 2012. Con todo, desde el obispado no se ha precisado qu¨¦ ocurrir¨¢ en caso de que se confirme la falsedad del sacerdocio de Ibarra.