La explosi¨®n de la bater¨ªa de un cigarrillo electr¨®nico causa quemaduras a un hombre

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La explosi¨®n de la bater¨ªa de repuesto para un cigarrillo electr¨®nico caus¨® el martes quemaduras de segundo grado a un hombre de 43 a?os en la estaci¨®n de Chamart¨ªn, en Madrid. Jose, que no quiere dar su apellido, fue atendido en el hospital de La Paz de las heridas en la mano y el muslo derecho. "Estaba haciendo el transbordo desde Atocha a Chamart¨ªn, y cuando nos sentamos a comer, not¨¦ una explosi¨®n en el bolsillo derecho del pantal¨®n y este empez¨® a arder. Al meter la mano para sacar la bater¨ªa, me la quem¨¦", cuenta el hombre.

"Empec¨¦ a vapear hace tres a?os para intentar dejar de fumar, y siempre llevo dos bater¨ªas: una en el cigarrillo y otra de repuesto, cargada". Fue esta ¨²ltima la que explot¨® sin que se haya determinado la causa. "R¨¢pidamente vino la polic¨ªa, porque hab¨ªan o¨ªdo la explosi¨®n", cuenta Jose.

Al no tratarse de un dispositivo sanitario, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social no tiene un registro con este tipo de incidentes. Jose afirma que en el centro sanitario le dijeron que no les extra?aba su caso, porque hab¨ªan atendido otros parecidos; tambi¨¦n a un chico al que le explot¨® la bater¨ªa del m¨®vil. "Eso es lo que aterra m¨¢s", afirma el hombre.

Aunque en Espa?a no haya un registro oficial ¨Cno lo tiene el Ministerio de Sanidad, ni las principales asociaciones m¨¦dicas de prevenci¨®n del tabaquismo, y tampoco las asociaciones de vapeadores¨C el caso no es una novedad. En Estados Unidos, donde hay m¨¢s de 10 millones de vapeadores, seg¨²n los ¨²ltimos datos, la Agencia para la Alimentaci¨®n y los Medicamentos (FDA) tiene en su web una serie de recomendaciones para evitar que esto suceda. "Aunque no son comunes, estas explosiones son peligrosas. A¨²n no est¨¢n claras las causas exactas de dichos incidentes, pero cierta evidencia sugiere que los problemas relacionados con las bater¨ªas pueden provocar explosiones", afirma. Una de ellas es no guardar la bater¨ªa cargada donde haya m¨®viles o monedas. Jose admite que en el bolsillo donde ten¨ªa la pila llevaba calderilla.

En Estados Unidos, en 2016 hubo unos 100 incidentes de este tipo, seg¨²n manifest¨® Felicia Williams, especialista en quemados de la Universidad de Carolina del Norte. Ello representa alrededor de un caso por cada 100.000 vapeadores. En Espa?a, la encuesta de consumo de drogas en adultos (de 15 a 64 a?os) del Ministerio de Sanidad calcul¨® que el 1,5% hab¨ªa vapeado en el ¨²ltimo mes. Eso arrojar¨ªa un total de unas 495.000 personas. Si la tasa de explosiones se mantuviera, ello supondr¨ªa que cada a?o habr¨ªa unos cinco casos como el de Jose.

Pero eso es solo una extrapolaci¨®n. La m¨¦dica Carmen Escrig, de la Iniciativa Europea para un Vapeo Libre (EIFV en ingl¨¦s), afirma que "en Espa?a no hay ning¨²n suceso de este tipo", al menos que ella "conozca o haya trascendido". "Los casos de explosi¨®n de cigarrillos electr¨®nicos no son distintos a los de explosiones de tel¨¦fonos m¨®viles o de drones. Todo dispositivo que porte una bater¨ªa de litio es susceptible de explosi¨®n cuando se realiza un manejo abusivo o incorrecto de la bater¨ªa", a?ade. Y considera que el caso de Jose "es, por lo tanto, anecd¨®tico y suele deberse a una manipulaci¨®n incorrecta. Podr¨ªa deberse tambi¨¦n a un producto defectuoso, pero la probabilidad es m¨ªnima".

Regina Dalmau, presidenta del Comit¨¦ Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo, afirma que hay "varios casos publicados de quemaduras faciales, oculares, en manos... etc¨¦tera". Y remite a la web Pubmed, que recoge todos los art¨ªculos cient¨ªficos relevantes. En este caso, al buscar las referencias a cigarrillo electr¨®nico y explosi¨®n salen 31 entradas.

Pero este no es la ¨²nica ni la m¨¢s frecuente complicaci¨®n sanitaria relacionada con el funcionamiento de los cigarrillos electr¨®nicos (y sin entrar en el posible riesgo del hecho de vapear). En Estados Unidos, la FDA ha recogido 8.269 casos de ni?os intoxicados por haberse bebido los recambios de los cigarrillos electr¨®nicos entre enero de 2012 y abril de 2017. Estos suelen contener nicotina, que es un potente veneno si est¨¢ a altas concentraciones. De nuevo, no hay datos espa?oles.