Espa?a se despide del carb¨®n con el cierre de todas las minas

Y el fin de la miner¨ªa del carb¨®n en Espa?a lleg¨®. El 1 de enero las 26 explotaciones de Asturias, Arag¨®n y Castilla y Le¨®n que quedaban en Espa?a ¨Cde las que ya solo 12 estaban en producci¨®n¨C tendr¨¢n que cerrar o devolver los m¨¢s de 500 millones de euros que han recibido de ayudas p¨²blicas. A ese cierre se comprometi¨® el Gobierno con la Comisi¨®n Europea a principios de esta d¨¦cada, cuando Bruselas concedi¨® la pr¨®rroga final a una actividad econ¨®mica deficitaria que lleva m¨¢s de 30 a?os de ocaso en Espa?a. En noviembre ya solo quedaban 2.046 trabajadores adscritos al r¨¦gimen especial de la miner¨ªa del carb¨®n, frente a los 51.420 que hab¨ªa en 1985. Y el 90% del carb¨®n que se quema en Espa?a para producir electricidad se importa ya de otros pa¨ªses como Colombia o Rusia.

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La generaci¨®n de electricidad con este combustible ¨Cel principal uso que se le da ahora al mineral¨C est¨¢ tambi¨¦n en el punto de mira de las pol¨ªticas medioambientales por ser altamente contaminante. Adem¨¢s, esta actividad acumula alrededor del 15% de todos los gases de efecto invernadero de la econom¨ªa espa?ola.

Las normas europeas van encaminadas a hacer desaparecer las centrales de carb¨®n. Desde hace a?os funciona un mercado de emisiones que ahora obliga a las plantas a pagar m¨¢s de 20 euros por cada tonelada de CO₂ que expulsan a la atm¨®sfera. La previsi¨®n es que ese precio siga aumentando. Adem¨¢s, Bruselas pone cada vez m¨¢s trabas a los Estados a la hora de dar subsidios encubiertos a las plantas.

Todo esto hace que las centrales de carb¨®n sean cada vez menos atractivas. De hecho, las el¨¦ctricas han emprendido una carrera en Espa?a por deshacerse de unas plantas viejas que necesitan de costosas obras si quieren seguir operando. De las 15 centrales que queman carb¨®n que hay ahora en Espa?a ¨Cy que este 2018 han generado el 14% de la electricidad del pa¨ªs¨C nueve cerrar¨¢n en el pr¨®ximo a?o y medio. Al menos, es lo que quieren sus propietarias. Iberdrola y Endesa ya han presentado al Gobierno la petici¨®n para clausurar cuatro de sus plantas. Naturgy ¨Cantigua Gas Natural¨C presentar¨¢ en breve la misma petici¨®n para otras tres de sus centrales. Y sin plantas t¨¦rmicas el futuro de la miner¨ªa, que ya estaba trazado desde principios de esta d¨¦cada, es a¨²n m¨¢s negro.

Bruselas acept¨® en 2010 ¨Ctras las presiones de Espa?a y Alemania¨C que las minas deficitarias siguieran recibiendo ayudas p¨²blicas. Pero la condici¨®n principal de este pacto ¨Cque afectaba principalmente a Espa?a, Alemania y Rumania¨C era que los yacimientos ten¨ªan que cerrar el 31 de diciembre de 2018 como m¨¢ximo. Si, llegada esa fecha, las explotaciones quer¨ªan seguir operando, tendr¨ªan que poder hacerlo sin soporte p¨²blico y devolver todas las ayudas recibidas.

En el caso de Espa?a, al margen de las prejubilaciones y bajas de los mineros, el plan de cierre acordado con Bruselas ha supuesto que las 26 minas afectadas ¨Cpropiedad de 15 empresas¨C hayan recibido desde 2011 ayudas directas para el cierre por valor de 504 millones de euros.

El cierre de las minas en Alemania ¨Cfijado por el mismo plan de Bruselas¨C se vivi¨® hace una semana de forma solemne. ¡°Termin¨® un cap¨ªtulo de nuestra historia¡±, dijo el primer ministro del Land de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, durante los actos de clausura del ¨²ltimo yacimiento de hulla del pa¨ªs. Mientras, en Espa?a, lejos de ese funeral de Estado que le dieron los alemanes a su miner¨ªa, los presidentes de Asturias, Arag¨®n y Castilla y Le¨®n se reunieron el mi¨¦rcoles con la ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, para pedirle que presione a las empresas para ¡°alargar¡± la vida de las centrales y de algunos yacimientos.

Solo dos compa?¨ªas mineras han mostrado inter¨¦s ante el ministerio por seguir operando. Hijos de Baldomero Garc¨ªa ¨Cempresa de El Bierzo (Le¨®n), que cuenta con unos 25 empleados¨C y Samca ¨Ccompa?¨ªa turolense que tiene unos 150 trabajadores¨C. Al margen de estas dos privadas, la sociedad p¨²blica Hunosa (que tiene un millar de mineros a¨²n en Asturias) sostiene que seguir¨¢ operando un peque?o pozo que no ha recibido ayudas p¨²blicas.

El problema lo tienen las dos empresas privadas. Por un lado, deben presentar un plan para devoluci¨®n de las ayudas que han recibido para el cierre desde 2011. Hijos de Baldomero Garc¨ªa debe reembolsar 8,35 millones de euros y Samca, 8,5 millones, seg¨²n fuentes del Gobierno. Al margen de si son capaces o no de devolver esos fondos, el principal escollo ahora ser¨ªa a qui¨¦n le vender¨¢n el carb¨®n en un futuro inmediato.

Hunosa prev¨¦ que lo que extraigan se queme directamente en una peque?a planta que posee. Pero en el caso de las dos minas de Le¨®n y Teruel, las dos grandes centrales t¨¦rmicas que tienen m¨¢s cerca est¨¢ previso que cierren en el pr¨®ximo a?o y medio, seg¨²n la solicitud que ha presentado su propietaria, Endesa.

¡°En algunas comarcas, como El Bierzo, el impacto ser¨¢ grave¡±, reconocen fuentes del Gobierno. Y no tanto por el cierre de las minas, que ya cuenta con un plan de clausura con otros 250 millones de fondos p¨²blicos para los pr¨®ximos a?os, sino por el fin de las t¨¦rmicas. El Ejecutivo calcula que, entre empleos directos e indirectos con las nueve centrales se perder¨¢n 3.000 puestos en unas zonas azotadas ya por la despoblaci¨®n.