El Gobierno irland¨¦s pondr¨¢ ¡°zonas de seguridad¡± en las cl¨ªnicas abortistas
Los grupos antiabortistas convocan protestas frente a las instalaciones
El Gobierno irland¨¦s ha mostrado ya su preocupaci¨®n por los primeros episodios de acoso a pacientes y cl¨ªnicas en las que se practica la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, y se ha comprometido a estudiar medidas extras de seguridad como el establecimiento de per¨ªmetros seguros en torno a las instalaciones. Un pu?ado de activistas se concentr¨® este lunes a las puertas del Hospital de Lourdes, en la localidad de Drogheda, en respuesta a una convocatoria de los grupos antiabortistas en Twitter. ¡°El Hospital de Lourdes practicar¨¢ su primer aborto este lunes por la ma?ana. Por favor, rezad con fuerza para que la madre reconozca que el beb¨¦ es un regalo de Dios¡±, hab¨ªa tuiteado en su cuenta Ray Kinsella, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Dubl¨ªn y notorio combatiente del derecho a la libre interrupci¨®n del embarazo.
No ha sido el primer incidente de estas caracter¨ªsticas. El jueves pasado, otro pu?ado de manifestantes se coloc¨® ante las puertas de otra cl¨ªnica en la localidad de Galway.
Desde principios de a?o, Irlanda ha comenzado a aplicar la nueva ley de interrupci¨®n del embarazo, respaldada mayoritariamente el a?o pasado en refer¨¦ndum y que pone fin a d¨¦cadas en las que esta pr¨¢ctica estaba prohibida constitucionalmente. Al menos 200 profesionales de la medicina se han comprometido ya a atender a las mujeres que lo requieran. Bajo la nueva cobertura legal, el aborto estar¨¢ permitido incondicionalmente durante las primeras 12 semanas de la gestaci¨®n.
La intimidaci¨®n ejercida por los grupos antiabortistas ha despertado un sentimiento contrario de gran parte de la poblaci¨®n irlandesa. Hombres y mujeres han comenzado a organizarse tambi¨¦n a trav¨¦s de las redes sociales, bajo el hashtag #SiulLiom (Camina conmigo, en irland¨¦s), y se han comprometido a acompa?ar a las cl¨ªnicas a todas las mujeres que requieran su apoyo.
Profesionales del derecho como Mairead Enright, una profesora de la Universidad de Birmingham de nacionalidad irlandesa, han exigido legislaci¨®n adicional que asegure que ni mujeres ni profesionales sanitarios se sientan intimidados. "Se trata de mandar un mensaje preciso sobre el libre acceso a estas cl¨ªnicas", ha explicado Enright, especializada en la inclusi¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en el ¨¢mbito del Derecho. "Hay que enviar el mensaje de que ya no se puede permitir que se estigmatice o intimide a aquellas mujeres que est¨¢n accediendo a un servicio legal y p¨²blico".
Las protestas, hasta el momento, no han pasado de ser residuales. A pesar del arraigado catolicismo de la Rep¨²blica de Irlanda, es mayor¨ªa la poblaci¨®n que considera llegado ya el momento de ampliar el abanico de libertades del pa¨ªs y situar el derecho de las mujeres a la libre interrupci¨®n de su embarazo en el nivel de otros pa¨ªses europeos. El conflicto es sobre todo ¨¦tico y legal. Frente al derecho a la privacidad e intimidad de los pacientes, los grupos antiabortistas reivindican su libertad de expresi¨®n para llevar a cabo estas pr¨¢cticas intimidatorias. "Los que ofrezcan servicios de aborto sufrir¨¢n protestas y piquetes por toda Irlanda. Ocurre en otras democracias y ocurrir¨¢ en la nuestra, de un modo cada vez m¨¢s intenso. Es un derecho democr¨¢tico", ha escrito en Twitter Declan Ganley, un conocido empresario muy activo en los grupos contrarios al aborto.
Un portavoz del ministro de Sanidad, Simon Harris, ha expresado el compromiso del Gobierno de evitar a toda costa este tipo de protestas a las puertas de las cl¨ªnicas. "El ministro est¨¢ convencido de que el aborto debe formar parte de un modo normal de nuestro sistema de salud p¨²blica. Admite que esto supone un incremento del riesgo de protesta y est¨¢ decidido a introducir zonas de acceso seguro a las cl¨ªnicas como una prioridad", ha dicho.
El Gobierno se ha comprometido adem¨¢s a incrementar el n¨²mero de profesionales que puedan facilitar la libre interrupci¨®n del embarazo. La ley contempla la objeci¨®n de conciencia de los m¨¦dicos, y hasta la fecha el n¨²mero de sanitarios dispuestos a atender a las mujeres se ha quedado muy lejos de las cifras previstas.
El primer ministro irland¨¦s, Leo Varadkar, se ha sumado tambi¨¦n a la condena de las protestas. "Respeto a las personas que son pro-vida y se oponen al aborto, pero no creo que pueda impedirse a nadie acceder a un servicio m¨¦dico. Hay otros modos de protestar", ha dicho.
El arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin, ha expresado su oposici¨®n a este tipo de protestas con se?alamiento p¨²blico y exigido mayor contenci¨®n a los grupos antiabortistas. "Se puede protestar bajo el estado de derecho y la Constituci¨®n, no se puede evitar, pero yo ser¨ªa particularmente prudente al hacerlo enfrente de estas cl¨ªnicas. Acude mucha gente a ellas y lo hace por diferentes motivos. No soy muy partidario de las protestas p¨²blicas. Lo que la Iglesia debe hacer es ayudar de un modo firme a las mujeres en crisis y educar a la gente de un modo amplio sobre el asunto", ha dicho en la cadena? RT? Radio 1.
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