El Supremo permite a Trump vetar a los transexuales en los ej¨¦rcitos

El Tribunal Supremo de Estados Unidos se alinea con Trump y mantiene el veto a los militares transg¨¦nero. La m¨¢s importante instancia judicial del pa¨ªs, de mayor¨ªa conservadora, en un comunicado breve y sin firmar, permite que la prohibici¨®n de la Administraci¨®n republicana entre en efecto mientras que se tienen en cuenta apelaciones en tribunales inferiores.

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Los jueces progresistas del Supremo, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor disintieron. Se hace una excepci¨®n para aquellas personas transg¨¦nero que ya est¨¦n dentro de las fuerzas armadas pero siempre y cuando acepten "servir conforme a su sexo biol¨®gico".

En julio de 2017, a trav¨¦s de Twitter y por sorpresa, Donald Trump anunci¨® que despu¨¦s de consultar con sus generales y expertos militares, el Gobierno de Estados Unidos no aceptar¨ªa ni permitir¨ªa individuos transg¨¦nero en el Ej¨¦rcito. El mensaje del mandatario ten¨ªa una brutal carga discriminatoria y dinamitaba la pol¨ªtica de integraci¨®n impulsada por su antecesor, Barack Obama. ¡°Nuestros militares deben estar centrados en la victoria y no pueden cargar con los tremendos costes m¨¦dicos y la alteraci¨®n que los transg¨¦neros supondr¨¢n en el Ej¨¦rcito¡±, afirm¨® entonces Trump. Los datos oficiales en este campo datan de 2016 y establecen que casi 9.000 militares se identifican como transg¨¦nero en Estados Unidos.

Aunque las cifras siempre han sido objeto de discusi¨®n. un estudio de JAMA (Asociaci¨®n de M¨¦dicos de EE UU, siglas en ingl¨¦s) ha establecido que cerca de 13.000 ya pertenecen al ej¨¦rcito (1%) y que los m¨¦dicos militares no est¨¢n preparados para atenderlos y mucho menos para asegurar su correcta transici¨®n. Pero seg¨²n datos de la organizaci¨®n de defensa de los derechos de las personas transg¨¦nero (National Center for Transgender Equality) ese n¨²mero asciende a cerca de 15.000 y ¡°la decisi¨®n del Supremo pone sus carreras y modo de vida en cuesti¨®n¡±.

?El Tribunal, con mayor¨ªa conservadora tras la llegada del pol¨¦mico juez Brett Kavanaugh a finales del 2018, ha decidido que la propuesta del Departamento de Defensa estadounidense puede entrar en vigor pr¨®ximamente. "La decisi¨®n del Tribunal Supremo (5-4) concede la solicitud de la Administraci¨®n Trump para permitir que el veto del servicio militar de las personas transg¨¦nero entre en efecto, mientras que las apelaciones se escuchan en tribunales inferiores".?

El Pent¨¢gono anunci¨® en junio de 2016 que las personas transg¨¦nero podr¨ªan servir abiertamente en las filas del Ej¨¦rcito y que se crear¨ªa un programa para llevar a cabo y costear la transici¨®n de g¨¦nero para los militares que lo solicitaran. La medida de Barack Obama fue ambiciosa y rompi¨® con largos a?os de oscuridad y discriminaci¨®n. Se acababa con las normas que propiciaban que los militares ocultaran su identidad sexual por miedo a ser castigados o vejados. En 2010, la Administraci¨®n dem¨®crata hab¨ªa permitido que los homosexuales sirvieran en el Ej¨¦rcito acabando con la norma dictada bajo Bill Clinton conocida como Dont Ask Dont Tell (No preguntes, No digas), que en 1993 estableci¨® que los homosexuales pudieran integrar el estamento militar siempre y cuando no declarasen su condici¨®n sexual. A cambio, nadie ten¨ªa derecho a preguntarles por ella.

En 2016, los militares ¡°solamente por ser individuos transg¨¦nero¡± ya no pod¨ªan ser ¡°involuntariamente separados, despedidos o que les negara realistamiento o continuaci¨®n de su servicio¡±. A partir del 1 de octubre de ese a?o, los uniformados que lo desearan empezaron a poder recibir tratamiento m¨¦dico para su reasignaci¨®n de sexo. Y a partir de julio de 2017, se aceptar¨ªan las peticiones de entrada al Ej¨¦rcito de personas transg¨¦neros que llevaran al menos 18 meses ¡°estables¡± con su nuevo g¨¦nero y que deb¨ªan superar los mismos requisitos f¨ªsicos y mentales que el resto de solicitantes.

Pero entonces lleg¨® Trump, quien consider¨® que la doctrina Obama iba a salir muy cara a pesar de que hubo incremento presupuestario para el estamento militar en aquel ejercicio (54.000 millones de d¨®lares m¨¢s). El primer d¨ªa de julio de 2017, justo cuando la medida iba a entrar en vigor, el Pent¨¢gono anunci¨® su paralizaci¨®n. El entonces secretario de Defensa de Trump, James Mattis, intent¨® justificar la decisi¨®n refugi¨¢ndose en que la medida requer¨ªa un estudio detallado. ?Afectar¨¢ a la disposici¨®n y letalidad de las fuerzas? Dicho de otro modo, ?c¨®mo influir¨¢ en la capacidad militar de defender la naci¨®n?¡±.

Tres tribunales federales echaron el freno al veto de Trump por considerar que constitu¨ªa discriminaci¨®n constitucional. Y el presidente recurri¨® al Supremo para pedirle que le permitieran poner en marcha su legislaci¨®n mientras esas otras cortes estudiaban los casos. Eso es lo que ha sucedido hoy, lo que significa que en teor¨ªa el Pent¨¢gono puede desde este momento aplicar la prohibici¨®n de que est¨¦n en filas las personas transg¨¦nero. Como el Tribunal Supremo no ver¨¢ este caso en este curso judicial, se abre un periodo de m¨¢s de un a?o por delante en el que Defensa tiene barra libre para aplicar el veto de Trump.