El cambio clim¨¢tico amenaza a la poblaci¨®n de osos del cant¨¢brico
Hasta el 50% de los animales desaparecer¨¢ por el efecto del calentamiento en las plantas que come
La poblaci¨®n de oso pardo de la cordillera Cant¨¢brica (Asturias, Le¨®n y Palencia) es de las m¨¢s vegetarianas de Europa. En primavera, se basa en gram¨ªneas y otras hierbas; en verano opta por frutas carnosas, sobre todo por los ar¨¢ndanos, y a principios de oto?o y en invierno las bellotas se convierten en sus principales aliados. Unas fuentes de alimentaci¨®n y refugio que se ver¨¢n alteradas con el cambio clim¨¢tico. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), de la Unidad Mixta de Investigaci¨®n en Biodiversidad y de la Universidad de Oviedo, han publicado un estudio en la prestigiosa revista Global Change Biology, que concluye que se producir¨¢ una importante disminuci¨®n de la distribuci¨®n actual de siete especies de plantas cr¨ªticas para la alimentaci¨®n y refugio de los osos. El estudio se centra en?ar¨¢ndanos, hayas, casta?os, tres clases de robles y pinos silvestres. Como consecuencia, a?ade el documento, se espera que la poblaci¨®n de osos de la cordillera Cant¨¢brica "baje dr¨¢sticamente en los pr¨®ximos 50 a?os".
Si nada cambia, las simulaciones realizadas por los cient¨ªficos presentan a un oso que se mover¨¢ hacia el norte de la cordillera y, ante la disminuci¨®n del alimento en las monta?as, lo buscar¨¢ en tierras m¨¢s bajas, lo que puede provocar conflictos al alcanzar zonas m¨¢s humanizadas que las actuales. Adem¨¢s, el plant¨ªgrado podr¨ªa paliar la menor disponibilidad de frutas y bellotas con una dieta m¨¢s carn¨ªvora. El estudio realiza estas predicciones teniendo en cuenta dos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero: moderado (aumento de temperatura de entre 1 y 2,6 grados en 2100) y pesimista (entre 2,6 y 4,8 grados en 2100), y para dos periodos de tiempo, 2050 y 2070.
En la actualidad, existen dos subpoblaciones de oso pardo en la cordillera Cant¨¢brica: la occidental, con alrededor de 250 ejemplares (35 hembras reproductoras y 64 cr¨ªas en 2017) y la oriental, con mayores problemas para salir adelante, donde la cifra baja a unos 40 (seis hembras reproductoras y nueve cr¨ªas). Como consecuencia de estas modificaciones del h¨¢bitat, ¡°la poblaci¨®n de osos pardos parece que perder¨¢ dr¨¢sticamente su actual distribuci¨®n en el futuro¡±, dice el art¨ªculo. En el escenario moderado, tanto para dentro de 30 a?os como de 50, baja aproximadamente a la mitad. En la opci¨®n pesimista la disminuci¨®n ser¨ªa ¡°dram¨¢tica¡±: en 2050 mantendr¨ªa un 24% de la poblaci¨®n actual y en 2070 se hundir¨ªa al 12%.
Se pueden esperar tres efectos negativos sobre esta poblaci¨®n. En primer lugar, una bajada dr¨¢stica de los bosques de roble ¨C que dan las bellotas- que puede afectar al almacenamiento de grasa antes de la entrada en la osera, esencial para la hibernaci¨®n y la cr¨ªa de los oseznos. En segundo lugar, se incrementar¨ªa la competencia por el preciado fruto con otros animales, como los jabal¨ªes. Y, por ¨²ltimo, la distancia que separar¨ªa a los robles de los ar¨¢ndanos, al no estar concentrados en un lugar, puede provocar mayores riesgos para los plant¨ªgrados, que se deber¨ªan desplazar a mayores distancias para conseguir ambos alimentos con el consiguiente gasto de energ¨ªa.
Los hayedos de la cordillera Cant¨¢brica parecen ser los m¨¢s afectados, seg¨²n las estimaciones de los cient¨ªficos. En el escenario m¨¢s moderado, la distribuci¨®n (latitud y altitud media) de los hayedos se reduce a la mitad y, en el m¨¢s pesimista, casi desaparecen. La localizaci¨®n de los ar¨¢ndanos corre una suerte similar contray¨¦ndose a la mitad, igual que les ocurre a los robles, tanto los pedunculados (Quercus robur) como los s¨¦siles (Quercus petrea). En cambio, los casta?os y pinos aguantan, y su distribuci¨®n se modifica ¡°ligeramente¡±.
"Las predicciones representan un papel crucial para alertar a los cient¨ªficos y a las personas implicadas en la toma de decisiones sobre posibles riesgos futuros", explica Vicenzo Penteriani, uno de los autores de la investigaci¨®n. ¡°Lo fundamental es que se demuestra que se deben desarrollar estrategias que se extiendan m¨¢s all¨¢ del momento actual y sean m¨¢s efectivas¡±, a?ade.
Los cient¨ªficos advierten de que estas proyecciones no pueden tener en cuenta las ¡°respuestas de adaptaci¨®n¡± de los osos, que son ¡°potencialmente complejas" y que les permitir¨ªa adaptarse a otros alimentos. En todo caso, ¡°la magnitud de los cambios forestales proyectados por nuestros modelos para conservar la poblaci¨®n del oso pardo cant¨¢brico, ser¨ªa necesario ir m¨¢s all¨¢ de mantener la distribuci¨®n hist¨®rica y actual y dedicarse a las ¨¢reas donde se podr¨ªan expandir¡±, matiza Penteriani. ¡°No podemos obligar a las especies vegetales a permanecer en un lugar donde no pueden sobrevivir o a las especies animales a resistir donde han desaparecido los recursos principales¡±.
Las modificaciones descritas en cuanto a la distribuci¨®n de las especies y p¨¦rdida del h¨¢bitat son consecuencia de la respuesta que se prev¨¦ de la vegetaci¨®n al cambio clim¨¢tico. Las ¨¢reas silvestres actuales de la cordillera Cant¨¢brica se encuentran principalmente en regiones monta?osas, donde los cient¨ªficos han previsto los mayores cambios, con especies de monta?a sometidas a temperaturas crecientes y precipitaciones cambiantes. Por ejemplo, especifican los cient¨ªficos, entre los efectos conocidos del calentamiento global ¡°sabemos que la sequ¨ªa reduce el crecimiento de los ar¨¢ndanos y el tama?o y maduraci¨®n del fruto, un efecto que se espera sea m¨¢s fuerte en el l¨ªmite sur de su rango europeo, como en el norte de Espa?a¡±.
Para conocer por d¨®nde se mueven los ejemplares, los investigadores han utilizado los datos de organizaciones que llevan d¨¦cadas vigilando al oso: la Fundaci¨®n Oso Pardo (FOP) y el Fondo para la Protecci¨®n de los Animales Salvajes (Fapas), adem¨¢s de los guardas del Principado de Asturias y la Junta de Castilla y Le¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.