El amargo trago de reducir el az¨²car

Coca-Cola lanz¨® su versi¨®n light hace 35 a?os y desde entonces no hubo vuelta atr¨¢s. La multinacional cuenta hoy en d¨ªa con m¨¢s de 100 referencias de productos sin az¨²car a?adido y su idea se ha copiado en todo el mundo. ¡°Un 31% de las bebidas refrescantes que hay en el mercado espa?ol ya es sin calor¨ªas¡±, asegura Josep Puxeu, director general de la Asociaci¨®n de Bebidas Refrescantes. Esta y otras organizaciones sectoriales se han comprometido con el Ministerio de Sanidad a reducir una media del 10% el porcentaje de az¨²car, grasas saturadas y sal de sus productos para 2020. Una medida tibia seg¨²n m¨¦dicos y nutricionistas, que se refiere solo a algunas referencias de productos procesados, pero que avivar¨¢ la competencia en la industria para hacerse con un consumidor cada vez m¨¢s preocupado por su salud.

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Sanidad y la industria acuerdan reducir un 10% az¨²cares, sal y grasas de los alimentos

Seg¨²n un estudio de la aseguradora Aegon, el 57% de los consumidores est¨¢ dispuesto a pagar m¨¢s por productos m¨¢s sanos. ¡°La tendencia es clara y, si fuera por nosotros, eliminar¨ªamos el az¨²car¡±, reconoce Jos¨¦ Ram¨®n Iglesias, director de I+D+i de Central Lechera Asturiana, una de las 398 empresas involucradas en el convenio que re¨²ne a la mayor¨ªa de fabricantes, supermercados, compa?¨ªas de catering y vending. Desde 2016, Asturiana ha logrado rebajar un 30% como media la cantidad de az¨²cares a?adidos en sus yogures y batidos, apoy¨¢ndose en sustitutos como la estevia y los aromas naturales. ¡°Pero es dif¨ªcil¡±, comenta Iglesias. Adem¨¢s de conferir consistencia y textura en determinados procesos, el az¨²car es fundamental por su sabor: ¡°El consumidor est¨¢ acostumbrado a productos muy dulces¡±.

La empresa de embutidos El Pozo confirma que ¡°el verdadero reto¡± a la hora de innovar es la aceptaci¨®n del mercado. El convenio marca distintos objetivos en funci¨®n del sector, y para los derivados c¨¢rnicos plantea rebajar la cantidad de grasas saturadas en un 5%, los az¨²cares a?adidos en un 10% y en un 16% la sal, fundamental en los procesos de conservaci¨®n pero a la vez fuente de hipertensi¨®n y obesidad, cuyo consumo no deber¨ªa superar la cucharadita al d¨ªa, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). ¡°[Encontrar sustitutos] es un proceso muy complejo¡±, asegura la empresa murciana, que ya cuenta con una l¨ªnea de productos con contenido reducido en sal, grasa y grasa saturada.?

¡°La inversi¨®n econ¨®mica que soporta la industria es elevada¡±, a?ade Laia Mas, directora de Asuntos P¨²blicos y Sostenibilidad de Danone. Tambi¨¦n la multinacional francesa lleva a?os estudiando c¨®mo seguir reduciendo la cantidad de az¨²car a?adido de sus productos, pero sin sustituirla por edulcorantes. Mas explica que juegan con el fermento, la acidez, los aromas, pero avisa de que no se debe perder el foco: ¡°Hay que educar en h¨¢bitos m¨¢s sanos¡±. Lo mismo destaca la empresa de aperitivos Grefusa, que tambi¨¦n lleva tiempo disminuyendo la sal y la grasa de sus?snacks: "Lo primordial es que el consumidor opte siempre por una dieta equilibrada y por un estilo de vida saludable. Para ello, creemos que la educaci¨®n y la concienciaci¨®n son lo m¨¢s importante".?

Perplejidad

Los firmantes del convenio son en su mayor¨ªa fabricantes de productos de consumo ocasional ¡ªaperitivos salados, galletas, refrescos o platos preparados¡ª. Muchos de ellos llevan tiempo estudiando c¨®mo conseguir alimentos m¨¢s saludables m¨¢s all¨¢ del acuerdo con la Administraci¨®n ¡ªque tampoco establece sanciones en caso de incumplimiento¡ª, pero en l¨ªnea con lo que exige el mercado. Y raz¨®n por la cual 15 sociedades cient¨ªficas espa?olas de diferentes ¨¢mbitos han lamentado que el convenio ¡°prioriza los intereses econ¨®micos¡± de la industria alimentaria en lugar que ¡°la salud de la poblaci¨®n¡±.

Seg¨²n Deloitte, el 88% de las grandes compa?¨ªas de alimentaci¨®n introdujo en el mercado mundial en 2017 productos formulados o reformulados para satisfacer a un consumidor que busca un estilo de vida m¨¢s sano.?¡°Aunque el acuerdo se cumpliera al pie de la letra, el impacto en la salud ser¨ªa m¨ªnimo¡±, asegura Miguel ?ngel Royo, del grupo de trabajo de nutrici¨®n de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, una de las primeras asociaciones que critic¨® el convenio. En lugar de la autorregulaci¨®n, sugiere adoptar medidas fiscales que incentiven la compra de productos m¨¢s saludables y regular la presi¨®n publicitaria sobre los menores. ¡°Hay que reorientar el consumo hacia productos no procesados¡±, resume.?

Sanidad enmarca el convenio, anunciado en 2017, en una estrategia que lanz¨® en 2005 para fomentar una alimentaci¨®n m¨¢s saludable y as¨ª reducir unos ¨ªndices de obesidad y sobrepeso que, actualmente, interesan al 17% y 54% de la poblaci¨®n adulta espa?ola. Pero de poco servir¨¢ que una palmera de chocolate de 450 gramos reduzca en un 10% su cantidad de az¨²car, si ya contiene cinco veces la dosis diaria recomendada (25 gramos) por la OMS. ¡°Llevado a la pr¨¢ctica, significa disminuir un gramo o dos en t¨¦rminos relativos la cantidad de grasas, az¨²car o sal de un producto¡±, cuantifica Alba Santaliestra, presidenta del Colegio Nutricional de Dietistas-Nutricionistas de Arag¨®n, quien considera que los esfuerzos de la Administraci¨®n deber¨ªan de ir en otra direcci¨®n.

¡°No se van a vender m¨¢s bebidas zero por el convenio, sino porque el mercado lo demanda¡±, reflexiona Antonio Rodr¨ªguez, impulsor del proyecto Sinazucar.org, una serie de fotograf¨ªas de alimentos acompa?ados de la cantidad de az¨²car libre que contienen en terrones. ¡°No es una batalla contra la industria, sino una campa?a para que el consumidor sepa lo que come¡±, explica este fot¨®grafo madrile?o que acaba de recopilar sus im¨¢genes en un libro.

La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios lament¨® que el acuerdo solo afecte a una serie de referencias y no a todos los productos de los fabricantes involucrados. Por ejemplo, en la categor¨ªa de refrescos solo se incluyen los de lima lim¨®n, y en la de cereales solo aquellos que contienen chocolate. Francisco Botella, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n, comenta que el ¡°convenio es un paso hacia adelante, aunque peque?o¡±: ¡°No deja de tratarse de productos procesados. Cuanto menos, mejor¡±.

Felicitas Gonz¨¢lez, coordinadora del Centro de Innovaci¨®n Nutricional del Grupo Dulcesol, coincide en que el acuerdo ¡°se inscribe dentro de la preocupaci¨®n constante por lo que demanda el consumidor¡±. La productora de boller¨ªa empez¨® en 2010 por eliminar las grasas trans de sus productos y ahora est¨¢ centrada en reducir el az¨²car y sustituir la grasa de palma por aceite de girasol. ¡°Estos objetivos pueden ser un granito de arena para la reducci¨®n del problema, pero servir¨¢ de muy poco si no cambiamos con mayor intensidad nuestro estilo de vida sedentario y abandonamos la dieta mediterr¨¢nea¡±, concluye Gonz¨¢lez.